Cádiz

El eje Estadio-Navalips

  • La Zona Franca, junto al Ayuntamiento, diseña ya un polo de expansión comercial y turístico que une el nuevo campo de fútbol y el Centro de Espectáculos

El estadio Ramón de Carranza y el Centro Metropolitano de Espectáculos. Sobre estos dos nuevos equipamientos basa la Zona Franca el desarrollo de su proyecto de crear en la ciudad un polo de desarrollo económico centrado en el ocio, el comercio y el turismo. La primera parte está en marcha, con la ejecución de las obras de la tribuna del campo de fútbol; la segunda avanza a un ritmo más rápido de lo inicialmente previsto pues los técnicos ya están trabajando en varios diseños para su ejecución, prioritario dentro del plan que el Consorcio, junto al Ayuntamiento, han puesto en marcha para reordenar el polígono exterior de la Zona Franca.

Teniendo en cuenta que la idea es levantar el Metropolitano en la manzana donde hoy se ubica Navalips, ambos equipamientos apenas estarán separados por la avenida de Juan Carlos I, en una zona con facilidad de acceso tanto desde el interior de la capital como desde fuera de ella como con un número de estacionamientos más que suficiente para atender la futura demanda, además de contar con una estación de Cercanías de Renfe.

Como ya adelantó este diario, la intención de Zona Franca es hacerse con la propiedad de los más de 10.000 metros cuadrados de suelo ocupados por Navalips, dedicada a la industria naval cerrada desde hace unos años y hoy propiedad de la empresa pública SEPIES. El coste de la operación ronda los cinco millones de euros. La idea es derribar las viejas instalaciones a lo largo de los primeros meses del nuevo año.

Este suelo se uniría, para contar con espacio suficiente para el Metropolitano, con el que tendrían que dejar dependencias allí existentes de la Tesorería de la Seguridad Social y de Correos, que se reubicarían en otras zonas. De esta forma se contaría con más del 60% del espacio necesarios, llegándose al 100% mediante negociaciones con los propietarios privados. El Consorcio, de acuerdo con la Oficina Técnica que gestiona la reordenación del polígono exterior de la Zona Franca, pretende agilizar al máximo esta operación a fin de no tener suelo de su propiedad sin uso alguno.

El Centro Metropolitano de Espectáculos contará, además de un gran espacio para la celebración de eventos con capacidad para varios miles de personas, con una amplia zona comercial gestionada por la iniciativa privada, lo que generará plusvalías para la Zona Franca.

Este equipamiento de ocio y comercio se complementa con el ya en marcha en el estadio Ramón de Carranza.

Ciertamente, las tres fases ya ejecutadas, los dos fondos y la preferencia, se han destinado a suelo para oficinas, ocupados en su mayoría por instituciones públicas. El fondo norte, el último en ser construido, será ocupado casi en su totalidad por las dependencias del Instituto de Empleo y el ISE. Solo en los bajos de preferencia, que dan a la avenida de Juan Carlos I, funcionar un supermercado.

Es por ello por lo que la Zona Franca apuesta por usos hoteleros y comerciales en el edificio de la tribuna, que actualmente está construyendo el Ayuntamiento y que se encuentra ya en su última fase.

Desde la Zona Franca se espera que antes de fin de año se cierre un acuerdo con el Ayuntamiento de Cádiz para entrar en esta operación, como ya se hizo en su momento en el resto del estadio.

Calcula el Consorcio que una primera fase de la operación supondría una inversión de 25 millones de euros. Si esta cifra se confirma el dinero destinado por la Zona Franca al estadio habrá alcanzado un total de 80 millones de euros, desde que se puso en marcha el proyecto.

José de Mier, delegado del Estado en la Zona Franca, rechaza que la operación se haya limitado a construir un estadio apuntando que, por el contrario, se ha apostado por un gran complejo de alto valor de desarrollo económico, creando incluso una nueva centralidad en la ciudad mediante oficinas, locales comerciales y hoteles.

Será en el edificio de la tribuna donde más se va a notar este concepto. Las cifras son elocuentes: se deja espacio, 5.744 metros cuadrados, para uso terciario; otros 16.611 metros cuadrados, para uso hotelero; y un aparcamiento subterráneo con 228 plazas.

En cuanto a los comercios, ya hay varios candidatos para ocupar este suelo. La idea del Consorcio es que las firmas se relacionen con el sector deportivo. Como ya adelantó este diario, una de las marcas que ha mostrado su interés por ubicarse en Cádiz es Decathlon.

También se ha contactado con firmas hoteleras para analizar la viabilidad del proyecto en el estadio Carranza.

En este sentido, destaca De Mier que se coincide en calificar como excesivo el espacio previsto para hotel. Por ello no se descarta limitar el espacio a uso hotelero según las necesidades que planteen los hipotéticos promotores, ampliándose la zona para comercios. Igualmente, la Zona Franca facilitaría el suelo ya preparado para el uso hotelero o totalmente vacío, según el acuerdo que se alcance con la adjudicataria. En todo caso, se descarta ampliar los metros cuadrados destinados a oficinas pues se considera que ya hay suficiente oferta tanto en el complejo del estadio Carranza como en el resto de la ciudad.

Aunque no se aportan cifras, sí se constata desde el Consorcio que una vez estén en marcha tanto el estadio Carranza como el Centro Metropolitano, tal y como están planteados en este momento, el impacto que se puede tener sobre la economía de la ciudad será de gran importancia. A ello se le unirá, además, la reordenación de todo el polígono exterior de la Zona Franca que, aunque con un plazo de ejecución más largo en el tiempo, pone sobre la mesa más de 700.000 metros cuadrados de oficinas, comercios e industrias limpias que se quieren convertir como uno de los polos de desarrollo económico de toda la provincia.

En cuanto al Carranza, se gestionará como una marca única. Ahora se está trabajando en el boceto del logotipo y el nombre que llevará el complejo. Incluso, aún cuando todavía no se ha cerrado el acuerdo con el Ayuntamiento, la Zona Franca ha iniciado ya la comercialización de la tribuna a fin de agilizar todo el proceso y evitar que la recuperación de la inversión que se pueda realizar no se demore.

Mientras, en el recinto interior, esta apuesta por la modernización ya reflejada en nuevas plantas industriales (Caladero, Harinera, Procosur...) tiene ahora su reflejo en las naves y oficinas que para realojar a las firmas que se vean afectadas por la reforma integral del polígono exterior se está construyendo en un extremo de la Zona Franca. Son más de 10 millones de inversión, con apoyo de los FEDER, que incluyen la nueva verja, más diáfana, para mejorar la imagen con Puntales, y la ampliación de los viarios y servicios. Se quiere con ello convertirlo en una fachada moderna que no choque con el día a día de los vecinos.

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