“Salimos a cuatro declaraciones institucionales y otras tantas adhesiones a redes, asociaciones y ciudades de todo tipo por pleno”. Así se expresaba un miembro de la Corporación Municipal en relación al orden del día de la sesión plenaria ordinaria de noviembre que se ha celebrado este viernes. Esa queja que hacía en los pasillos de San Juan de Dios refleja un problema del que viene adoleciendo el Pleno del Ayuntamiento y que puede resumirse en un verbo: divagar. El Pleno del Ayuntamiento de Cádiz viene empleando demasiado tiempo en debatir exigencias y reclamaciones a terceros que exceden de las capacidades de la administración local –con una evidente finalidad política detrás– y en abordar cuestiones de relativa importancia para el día a día de una ciudad tan necesitada de proyectos, actuaciones y decisiones corporativas como Cádiz.

En concreto, de un orden del día que alcanzaba en esta ocasión la treintena de puntos, menos de la mitad se centraban directamente en cuestiones que afectan a la ciudad y cuya solución está en la cámara municipal. Trece, en concreto. El resto se diluía entre exigencias a la Junta de Andalucía del PSOE y de Adelante Cádiz, ahora que gobierna el PP y Ciudadanos en la comunidad; y exigencias del PP al Gobierno, ahora que previsiblemente va a gobernar Pedro Sánchez de la mano de Pablo Iglesias; en la adhesión a la Vía Querinissima (de la que los propios concejales reconocían no saber nada hasta ayer) o al pacto antigitanismo; o en declaraciones institucionales varias, que se leyeron en un tramo final en el que el Pleno estaba completamente descompuesto y falto de concejales mientras el alcalde y otros ediles inauguraban el alumbrado de Navidad en la Plaza de San Antonio. O también en plantear debates y aprobar mociones como la de trasladar el apoyo a las mujeres futbolistas en sus reivindicaciones laborales.

Pero lo cierto es que de las más de diez horas que ha durado la sesión plenaria de noviembre, el tiempo en que Cádiz ha estado en el centro del debate y en el que se plantearon propuestas de actuaciones que el Ayuntamiento pueda acometer en la ciudad ha sido inferior al resto de divagaciones.

Así, se han abordado las nuevas ordenanzas y propuestas fiscales, la elaboración del nuevo PGOU, la posibilidad de que el IMD obtenga ingresos mediante el patrocinio de instalaciones deportivas o la publicidad en el interior de las mismas, la prohibición del uso de plástico en el Piojito, o la posibilidad –descartada por el Pleno– de que el Ayuntamiento pida a el Ministerio de Defensa ceda a la ciudad unos terrenos del Instituto Hidrográfico para convertirlos en un gran espacio verde para la ciudad.

El pleno ha sido tan light en términos generales, que el ambiente entre los concejales se ha tornado extremadamente relajado y distendido en ocasiones. Y en medio de esto, el alcalde y el portavoz del PP han protagonizado un episodio constructivo cuando González ha pedido a Ortiz que apoyaran una enmienda de adición (a la propuesta popular de exigir al Gobierno que mantenga la apuesta por Navantia, también en el apartado militar) y éste ha decidido cambiar la abstención de su grupo a un voto favorable. Detalles constructivos de un Pleno que sigue empleando demasiado tiempo en divagar.

Páez vuelve a incorporarse a las tres de la tarde

Segundo pleno ordinario desde que José Ramón Páez anunció su renuncia a la dedicación exclusiva como concejal del equipo de gobierno para dedicarse a la Universidad de Sevilla como profesor. Y segunda sesión en la que Páez se incorpora al debate pasadas las tres de la tarde. Esta situación, que parece que se va a dar en cada uno de los plenos ordinarios (al celebrarse siempre el último viernes de mes) ha sido objeto de algunas críticas por parte de la oposición, que no aprueban que un concejal de la Corporación, y además con cargo de gobierno, se ausente durante las primeras seis horas de sesión, dejando en manos de otros ediles posibles defensas de propuestas (como ha ocurrido, por ejemplo, con las ordenanzas fiscales).

Eso sí, al igual que ocurrió en el pleno de octubre, Páez llegó a tiempo para defender la propuesta relacionada con las instalaciones deportivas, que en este caso presentaba el PSOE.

El baile de sillones de Villero

La salida de Domingo Villero del grupo de Ciudadanos y su condición como no adscrito ha provocado un baile de sillones en las sesiones plenarias. En la convocatoria de octubre, Villero pasó –a propuesta de Cs– a la bancada derecha del Salón, compartiendo sitio con los concejales de Adelante Cádiz. Pero la toma de posesión de Paco Cano como concejal ha provocado que Villero vuelva a su sitio. Hubo una propuesta para situarse entre los concejales del PP y del PSOE, pero este último grupo lo rechazó.