30º ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCIÓN

"Ha dignificado nuestras vidas"

  • Alumnos de segundo de Bachillerato del Instituto gaditano Drago opinan sobre la Constitución, que están descubriendo este curso en la asignatura de Historia · Lamentan que no todos sus artículos se cumplan

Son hijos de la Democracia. Los alumnos de segundo de Bachillerato C del Instituto Drago nacieron entre 1989 y 1991. En esos años, la Constitución ya había cumplido su primera década, y ahora que ya suma tres es cuando estos 29 estudiantes la están descubriendo con ayuda de su profesor de Historia.

El pasado jueves, tras el recreo, hojearon su ejemplar de la Constitución y también revisaron los apuntes. Sabían que iban a ser preguntados por la Carta Magna de 1978. Se lo había ‘filtrado’ su profesor de Filosofía, Máximo Manso Zamorano, con quien en ese momento tenían clase.

Alejandro fue el primer alumno que se atrevió a extraer de su propia cosecha una definición de Constitución: "Es un conjunto de leyes, normas y derechos para que los ciudadanos podamos convivir en libertad". Laura también la etiquetó: "Es el texto que aglutina los derechos y deberes de los ciudadanos y cómo se organiza el Estado". "Es un texto que recoge la división de poder", añadió Isabel. Ana alzó la voz para decir que la Constitución "favorece la convivencia y el bienestar social". "Ha dignificado nuestras vidas", simplificó Juan. Y la última exposición la realizó el vicedirector del centro, Salvador Hernández, presente en el aula: "Es una oportunidad que los españoles hemos aprovechado durante 30 años y que espero que no se estropee".

Los 29 están de acuerdo con que la Democracia Constitucional es mejor que cualquier dictadura. "Se vive mejor ahora que hace 30 años". Algunos lo saben por la serie ‘Cuéntame’. No obstante, tras su incursión en la Carta Magna de 1978 lamentan que no todos los artículos se cumplan.

"Esta misma semana hemos sabido que el paro ha subido. No todo el mundo tiene un empleo, y el artículo 35 dice que todos los españoles tienen derecho al trabajo", expuso Christian. Su compañera Isabel señaló el artículo 14 y dijo: "Mientras que el varón siga teniendo preferencia en la sucesión a la Corona no tendrá sentido ese artículo. Es una contradicción". Laura recordó que muchas personas "viven en chabolas a pesar de que el artículo 47 señala que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada".

Los ejemplos se sucedieron hasta que alguien concluyó que es necesario reformar la Constitución. "Y cuanto antes se haga, mejor. Si esperan otros 30 años puede que haya que cambiarla entera", advirtió Laura. Nadie discrepó de su opinión, aunque Hernández les hizo reflexionar: "En muchos casos, lo que habría que reformar no es la Carta Magna sino la realidad. ¿Hay que modificar el artículo que hace referencia a la vivienda o cambiar la realidad?". "Hay que buscar una solución a ese problema", cedió Laura.

Irene, demostrando gran seguridad en sí misma, quiso opinar sobre el artículo 143, el primero del capítulo tercero. De las Comunidades Autónomas: " Sería más beneficioso un proyecto común entre las comunidades que diese unidad al país. No debería haber tanta competitividad entre las comunidades. El país saldría ganando, sería más rico".

Sin duda, conocen a la criatura pero, ¿qué saben sobre su gestación y nacimiento? Les costó dar el nombre de la persona que en ese momento gobernaba el país. Unos aportaron "Adolfo" y tras unos segundos alguien se acordó del apellido: "¡Suárez!". También se resistieron las siglas de los partidos políticos que consensuaron la Constitución. Sólo señalaron dos: PSOE y UCD. Y el silencio fue la respuesta a la pregunta de quiénes fueron los padres de la Carta Magna.

La Constitución nunca ha sido tema de conversación en sus hogares, al menos eso es lo que aseguran. Y tampoco han oído a sus padres o abuelos hablar sobre la Dictadura o la Guerra Civil. Sólo Christian tiene algo que decir: "Mi abuelo fue franquista".

De su afirmación surge una nueva pregunta: ¿Qué opináis sobre la recuperación de la memoria histórica? Sólo dos contestan. Christian no considera necesario remover el pasado. Y Laura mantiene que desenterrar cadáveres "supone un gasto muy grande, y más ahora con la crisis". Su profesor de Filosofía interviene: "En términos económicos no se puede medir. Estamos hablando de dar sepultura a seres humanos. Otra cosa es la politización de este asunto. Ha habido mucho sufrimiento y hay familias que quieren recuperar los cuerpo de sus seres queridos. Ahorrar, en otras cosas".

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