Turismo | Los futuros hoteles de la ciudad

Un desarrollo hotelero a fuego lento

  • El diseño del hotel de la estación de tren debe confirmar que no contamina visualmente al entorno de la muralla

  • La Casa del Almirante cuenta con el visto bueno a su proyecto básico

El módulo del vestíbulo de la estación de tren sobre el que se proyecta el nuevo hotel de Barceló, que deberá demostrar que no afecta visualmente al entrono de la muralla.

El módulo del vestíbulo de la estación de tren sobre el que se proyecta el nuevo hotel de Barceló, que deberá demostrar que no afecta visualmente al entrono de la muralla. / Julio González

A Cádiz le cuesta avanzar. A pesar de que desde hace años ha puesto todos los huevos en la cesta del desarrollo turístico, los proyectos de los futuros hoteles se siguen cociendo a fuego lento. Por ello, las perspectivas de mejora en el sector se siguen viendo más a medio plazo. Aun así, varias de las propuestas futuras siguen dando pasos poco a poco para pasar ir más allá de la maqueta. El listado es largo. Puerto América, Valcárcel, estación de tren, Tiempo Libre, el Estadio, el palacete de Sagasta o la Casa del Almirante son algunos de los lugares en donde se está trabajando para la apertura de un nuevo establecimiento hotelero.

Uno de los hoteles más esperados es el que Barceló va a construir sobre el vestíbulo de la estación de tren, que contará con siete plantas, 180 habitaciones y una calificación de cuatro estrellas. Tras hacerse con la explotación de este edificio en diciembre de 2016, se inició una farragoso camino que aún debe culminar. Varios son los problemas que han surgido. Entre ellos, uno de los principales es la necesidad de que se hagan las acometidas para la conexión con las redes de abastecimiento de agua y las conducciones con la red eléctrica, unas obras que dependen del Ayuntamiento gaditano y que también afectan al Mercado Gastronómico. Este aspecto se ha desatascado tras la firma del convenio con Adif para el Plan Plaza de Sevilla, por lo que ya se está trabajando en ambos proyectos.

La idea de Barceló no debe encontrarse con problemas si se somete a lo que dicta el PGOU

En el apartado de la tramitación para la construcción del hotel, que sí depende directamente de Barceló, la empresa ya ha presentado el estudio de detalle sobre su futuro establecimiento. A partir de este trabajo, el Ayuntamiento de Cádiz solicitó a la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, dependiente de la Junta de Andalucía, un informe sobre las posibles afecciones que podría tener este proyecto. Fuentes de la Administración autonómica explicaron a este medio que en la respuesta se señala que no existen afecciones por la obra en sí, aunque sí puede haberlas por contaminación visual ya que un pequeño tramo de la construcción se situaría en el entorno de las murallas.

Éste es el punto de la discordia ya que han salido voces en la ciudad en contra de la construcción de este hotel por este motivo. Sin embargo, estas mismas fuentes de la Junta destacaron que el impacto visual es “mínimo”, teniendo en cuenta que ya se ha construido la estación de tren en este lugar. Por ello, y quedando claro que es el PGOU el documento que marca las directrices urbanísticas de la ciudad, la viabilidad del hotel es posible, aunque se tiene que constatar en el proyecto definitivo de la futura construcción.

Las obras avanzan en el palacete de la calle Sagasta, que contará con cuatro estrellas

Uno de los proyectos más interesantes es el que plantea el Grupo Hotusa en la Casa del Almirante, lo que supondrá la recuperación de un edificio emblemático del barrio de El Pópulo tras años de abandono. Esta finca fue vendida por el BBVA en la primavera de 2017 por una cantidad cercana a los dos millones de euros.

Este proyecto aún se encuentra en fase de tramitación, por lo que no existe aún una fecha en el horizonte para su apertura. Tras un primer informe desfavorable emitido el pasado mes de junio por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, esta firma se vio obligada a hacer una serie de ajustes en el proyecto básico. Finalmente, el pasado 18 de enero ya recibió el visto bueno por parte de este ente de la Administración autonómica. Así, el siguiente paso burocrático será la presentación del proyecto de ejecución de las obras en este inmueble, que también debe contar con la aprobación de Patrimonio Histórico para poder seguir con toda la tramitación necesaria antes de la solicitud de la licencia de obras para el inicio de la rehabilitación.

Con todo, la idea de Hotusa es abrir un establecimiento de alta gama en un edificio con la máxima protección urbanística, lo que da un valor añadido a una propuesta que pretende que sea de tipo boutique. Esto se une a un entorno en donde, precisamente, no existen negocios con estas características.

Un inmueble en donde ya no va a haber vuelta atrás es en el palacete situado en el número 1 de la calle Sagasta. En este lugar también va a ser el Grupo Hotusa, a través de su filial Eurostars Hotels, quien abra un nuevo hotel de tipo boutique con una calificación de cuatro estrellas. En este caso, las obras ya están en marcha desde principios de este año para la rehabilitación de una casa palacio del siglo XIX y estilo isabelino para convertirla en un establecimiento de lujo con encanto.

Tiempo Libre, Estadio o Valcárcel están a la espera de nuevos pasos en su tramitación

Para llegar hasta aquí, han tenido que pasar más de dos años desde que el Grupo Hotusa se hiciera con la propiedad de un edificio que fue comercializado por Solvia y que se ha llevado cerrado durante muchos años tras varios proyectos fallidos. La empresa sevillana Demópolis Arquitectura e Ingeniera es la encargada de este complejo proyecto de rehabilitación por tener este edificio un grado 0 de protección urbanística, el máximo existente, lo que obliga a realizar una importante inversión para poder recuperar y respetar los diversos elementos que forman la finca. Al estar en un estado inicial, aún no son visibles los avances en los trabajos. Con todo, la intervención tiene un plazo de ejecución de 24 meses, por lo que la apertura del nuevo hotel –que es el más próximo de todos los proyectados– no se producirá hasta principios de 2021.

La apuesta del Grupo Hotusa por Cádiz no se queda solo en estos dos hoteles, ya que hace unos meses adquirió la casa palacio de Veedor, 3, que fuera la residencia de la familia Delgado Lallemand-Cigüela y perteneciera en última instancia al empresario Pablo Grosso. En este inmueble se repite una premisa de los dos anteriores también adquiridos por Hotusa: un edificio con un alto grado de protección que se recupera para dedicarlo al turismo. En esta ocasión, aunque la propuesta sólo está empezando a andar, la intención de la empresa es transformar las estancias en 16 apartamentos turísticos, siguiendo una línea de negocio diferente a la que plantea en los otros dos inmuebles.

En el resto de proyectos existen varias incógnitas. Zaragoza Urbana aún sigue trabajando en los pasos preliminares para la construcción de su hotel en Valcárcel junto a la futura Facultad de Ciencias de la Educación. La Junta de Andalucía, por su parte, debe sacar a concurso la venta de Tiempo Libre para la construcción de un hotel. En el Estadio, sin embargo, sigue estancada la venta del módulo situado en la Tribuna para este fin. Por su parte, en Puerto América es mucho más decidida la apuesta para la construcción de un hotel de cinco estrellas en el edificio de la Ciudad del Mar que albergará unas 250 habitaciones. Tras haber sido presentado el pasado mes de noviembre, este deseo se debe materializar en próximas fechas.

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