El derribo, o no, de la Aduana de Cádiz, el último escollo para terminar el Plan Plaza de Sevilla
La nave posterior del edificio, que no está protegida, sigue en pie ocultando parte de la fachada de la estación histórica de 1905
La Junta aceptó, en 2014, sacar adelante esta operación
La Aduana, ¿se tira o no se tira?
El cambio de modelo en la recuperación de la histórica estación ferroviaria de Cádiz, con una apuesta por un gran espacio para eventos y la llegada de una oferta gastronómica de calidad, activa de forma definitiva una de las últimas operaciones pendientes del Plan Plaza de Sevilla.
El proyecto de urbanización de todo el entorno de la estación ferroviaria acumula ya décadas en ejecución, con parones que se han contado también por años y con varias modificaciones en el diseño de un espacio urbano vital para Cádiz, pues supone la conexión del casco histórico con Puerta Tierra y con el puente de la Constitución de 1812.
Aclarado el futuro de la terminal de 1905, aunque habrá que esperar cerca de dos años hasta que esté ya en funcionamiento con su nuevo uso, la situación del resto de los proyectos incluidos en el Plan de Sevilla avanzan, lentamente muchos pero de forma decidida.
Por lo pronto, el Ayuntamiento tiene pendiente de sacar el pliego de condiciones para el aparcamiento subterráneo que se construirá entre la estación y la muralla de la Cuesta de las Calesas. Una operación que incluirá en su superficie una gran zona verde.
En manos municipales está también la de dar uso a un terreno de su propiedad ubicado entre la nueva estación y la avenida de Astilleros. Aquí tiene que definir sus usos. Pueden ir desde la venta del terreno para financiar obras en la ciudad, su permuta con Zona Franca para obtener el suelo para el nuevo Hospital General, hasta la promoción de viviendas (recuperando una idea ya prevista hace más de quince años).
En manos privadas, además de la puesta en uso de la estación de 1905, se encuentra la construcción de un hotel sobre el edificio del vestíbulo de la terminal de Adif. Este proyecto está en manos del Grupo Barceló. Al igual que pasó con el mercado gastronómico, este equipamiento se ha topado con numerosos problemas técnicos (redes de abastecimiento de agua y electricidad) y administrativos (con imposiciones varias desde algún departamento del Ayuntamiento). Aunque en algún momento se ha temido la salida de la empresa hotelera de este plan, parece que todo puede activarse, y más cuando ya sale adelante la operación en la terminal histórica.
De la mano de Adif está la culminación del nuevo aparcamiento en superficie que está construyendo en el acceso por la avenida de Astilleros. Este estacionamiento conectará con la puerta de entrada al vestíbulo de la estación. Aquí también ejecuta la empresa pública obras de mantenimiento para poner ponerlo en uso, aunque el edificio está terminado desde hace veinte años.
Una nave que sobra ya
Adif también tiene pendiente urbanizar el frente de la fachada principal de la estación histórica, y urbanizar igualmente una vía de acceso lateral a la estación hoy en servicio.
En el primero de estos trabajos se choca con el que es el último escollo para poder terminar a medio plazo con todo lo previsto por el Plan Plaza de Sevilla: el futuro del edificio de la Aduana.
La historia reciente de este inmueble ya es conocida. Su derribo ya estaba previsto en convenio del Plan de 2008, pero se paró por la protesta de un amplio colectivo ciudadano que logró que la Junta protegiese este edificio de los años 50 del pasado siglo (en plena guerra de la administración regional con el gobierno local de Teófila Martínez).
De esta forma, este inmueble siguió y sigue tapando la fachada principal de la estación histórica de 1905, que cumple ahora 120 años de presencia en Cádiz.
La Junta del propio PSOE reconoció años después el error de esta medida de protección, pero desde entonces ni con ellos en el poder ni con el PP desde hace seis años se ha sido capaz de revertir esta protección.
El proceso no debería de ser tan complicado como para acumular ya años desde que en 2014 la Junta asumió que sí se podía derribar. Más de diez años ya.
La eliminación de este edificio para recuperar la imagen histórica del entorno no será tan fácil ni rápida, cuando la Junta logre descatalogar la Aduana del registro de protección.
Por lo pronto, será necesario construir una nueva sede para este departamento, perteneciente a la administración central, para lo que en un principio se planteaba una de las parcelas de la Autoridad Portuaria en la avenida de Astilleros. Y después hay que derribar el inmueble. Todo ello supone una importante inversión económica.
Pero mientras que se desatasca esta actuación, no parece que avance otro proyecto vinculado a la Aduana que no está afectado por la protección de la Junta.
La Aduana cuenta con una nave que se levanta en la trasera del edificio, a escasos metros de la portada de la estación histórica. En su momento, todas las partes implicadas en el debate sobre la Aduana, incluidos quienes defendían la permanencia del inmueble, reconocieron que este añadido podía derribarse sin problema alguno.
Sin embargo, hasta ahora no hay noticia sobre esta operación. La misma permitiría, mientras no se elimine el resto de la Aduana, ensanchar el acceso a la terminal de 1905, recuperando aunque sea en parte la visión del frontal de la estación y creando un espacio público peatonal más amplio del estrecho pasillo actual (que será urbanizado por Adif en su momento).
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