Vaya por delante que defiendo la vida sana como la que más y que me gusta hacer deporte. Pero ya está llegando todo a un punto en el que una se siente culpable, porque es verano y está en el sofá o en la toalla, o con las tapas y la cerveza, y entra en Instagram (adicta que es una) y ve unas cuantas publicaciones de amigos en el gimnasio, o después de salir a correr, o con la ropa colorida de deporte tan mona que lucen las modelos de Victoria´s Secret. Y no está bien que nos sintamos culpables en verano.

Con el 'caló' que hace, y la gente corriendo a las 12 de la mañana. Dignos de admiración, por supuesto, pero no menos locos por ello. Desde la perspectiva de alguien que perdió muchas fiestas de cumpleaños y excursiones del colegio por dar clases y entrenar, da rabia esta fiebre repentina por el deporte y que nos la restrieguen por la cara. A eso se añaden además las harinas de avena sabor chocolate o cacahuete, los batidos de proteína y los pancakes hechos con claras de huevo. En fin.

El crossfit es la punta del iceberg. Este tipo de deporte se define como un sistema de entrenamiento de fuerza y acondicionamiento que se basa en la combinación de ejercicios en distintos grados e intensidades. Suena a chino, pero básicamente s un tipo de entrenamiento en el que se combinan varios ejercicios a diferentes intensidades y tiempos. Dicen los que lo han probado que es adictivo porque compites contigo mismo y porque se logran unos objetivos que nunca antes hubieras pensado alcanzar. Uno de los máximos exponentes en redes sociales de esta disciplina es el vasco Gotzon Mantuliz, que se ha hecho famoso, junto a su perra Noa, por las hazañas en las que es fotografiado.

Por lo que sea, el hecho es que cada vez son más los adeptos a esta disciplina, muchos de los cuales dan un 'caló' tremendo en las redes. Además, curiosamente los más persistentes en practicar crossfit o cualquier variedad de fitness en general son los que menos tiempo llevan haciéndolo, o los que sufren de una fiebre pasajera. Ésos siempre son los más 'jartibles', los que se hacen más fotos que sentadillas por sesión.

A mí lo que más me gusta de todo ese mundillo, por supuesto, es Noa, esa braco de Weimar resignada que acompaña a su dueño en posturas imposibles por el mundo y que es más atleta que todos los 'crossfiteros' juntos. Y las zapatillas de deporte, que quedan muy bien.