El crucero The World se lleva de Cádiz un bulbo de proa que le hará ser aún más sostenible

El crucero residencial de lujo se dejó en Cádiz más de 30 millones de dólares en reformas

Navantia ha tenido que luchar contra la meteorología y el apagón para no fallar en la fecha de entrega

Le han instalado un nuevo simulador de golf, otro de béisbol y otro de fútbol americano

El buque ‘The World’ con su bulbo nuevo, recién instalado en el astillero de Cádiz. / D.C

En su día ya se anunciaba con una bienvenida por todo lo alto la llegada del crucero The World, más conocido a nivel sectorial como el crucero de los millonarios, ya que no se trata de un buque turístico al uso sino que sus usuarios no tuvieron que comprar los billetes en ninguna agencia, ni en El Corte Inglés, ni en ninguna web especializada en la venta de viajes en crucero.

Nada más lejos. La totalidad de las personas que viajan en su interior son los propios dueños del barco o al menos a cada uno les corresponde una cabina, más o menos grande, según sea el poder adquisitivo del cliente, una zonas comunes del barco y un coeficiente por el que debe pagar unas tasas como si del IBI se tratara.

El caso es que son todos un conjunto de personas con un poder adquisitivo bastante alto que participan de manera directa en la organización interna como las rutas y trayectos del buque siempre a votación y buscando un acuerdo lo más unánime para tocar puertos que habitualmente no son los habituales entre las líneas convencionales de cruceros. Van un poco al capricho de sus alojados. De ahí la peculiaridad de este buque que este año eligió la factoría de reparaciones de Navantia en Cádiz para llevar a cabo una obra que llevaban tiempo planificando.

Han sido más de 30 millones de dólares los que se han dejado en Cádiz para conseguir lo que finalmente han conseguido: llevarse su crucerito puesto a punto y sobre todo más amigable con el medio ambiente. Más sostenible.

Fueron varios los trabajos que se han llevado a cabo a bordo, según indican desde la propia Navantia, algunos más importantes que otros. Por ejemplo, el Pool Bar & Grill de la Cubierta 11 se ha transformado por completo con una nueva fachada ampliada y una cocina y parrilla restauradas; el World Spa & Wellness Center Refresh ha sumado un nuevo baño de inmersión fría y se han renovado con pisos nuevos, una nueva estación de manicura y calefacción por suelo radiante.

Por otra parte, las renovaciones del putting green de la cubierta 12 han incluido nuevo césped y una superficie más realistas así como un nuevo simulador no sólo de golf, sino también béisbol, fútbol americano, fútbol, hockey y más.

Todo esto se ha llevado ya un buen pico del presupuesto, pero fundamentalmente The World tenía claro que de Cádiz quería salir siendo uno de los buques turísticos más verdes del mundo. Para ello, por ejemplo, aquí se les ha aplicado una pintura subacuática, tipo silicona, que no solo reducirá la resistencia hidrodinámica, sino que también evitará la proliferación de vegetación marina, mejorando la eficiencia y minimizando la limpieza. Además, se instalarán nuevos enfriadores de aire acondicionado y unidades fan coil (FCU) para mejorar la eficiencia de refrigeración y reducir el consumo de energía.

De todo un poco con el objetivo de demostrar que los ricos también se preocupan por el medio ambiente y que buena parte de sus posesiones las quieren invertir en intentar dejar a sus herederos un planeta algo más sano o al menos capaz de perdurar en el tiempo.

Pero, sin duda alguna, el protagonista de todo este proceso de hacer más sostenible al crucero The World ha sido la colocación de un nuevo bulbo de proa en cuya instalación han dedicado buena parte de la ingeniería puntera. No es una obra fácil, según indica el presidente del comité de empresa de la factoría gaditana, José Antonio Bolaños. “Es una obra que es muy meritoria y su construcción e instalación ha corrido a cargo de la subcontrata Culmar”. Se considera algo realmente complicado por su complejidad técnica, su desarrollo, el corte, curvado y montaje.

“Se considera de los trabajos más delicados de acero. No es lo mismo un bloque cuadrado y recto del centro del buque. Porque, además, soporta grandes esfuerzos y cuenta con unos requisitos de calidad especiales”, destaca Bolaños.

Cierto es que el barco de los millonarios se ha llevado 40 días en el dique 1 de la factoría gaditana, pero más de uno ha temblado y ha perdido el sueño cuando el mal tiempo y los grandes temporales vividos en el mes de abril se hicieron fuertes y llegaron a impedir la realización de buena parte de los trabajos que había que llevar a cabo al aire libre. Bajo techo no se paró e incluso en el interior se colocaron carpas para intentar no perder ni un minuto ni siquiera por la meteorología pero, es cierto, que a veces se hace del todo imposible.

Relata el portavoz de la plantilla del astillero gaditano que “la verdad es que el proyecto contaba con la ventaja de contar con 40 días de plazo. Estamos acostumbrados siempre a trabajar contrarreloj, pero esta vez hemos tenido más margen y hemos sido capaces de recuperar el tiempo perdido tanto por el apagón como por el mal tiempo”.

Bolaños no quiere pasar ni un segundo más de la entrevista sin destacar el “compromiso, la profesionalidad y el esfuerzo mostrado por la industria auxiliar, ya que sin ellos esto no sale. Son ellos los verdaderos protagonistas”.

Para colmo, The World ha tenido que convivir en la factoría gaditana con el Carnival Valor, y, además, con el Carnival Liberty en el último tramo de su estancia en el astillero de Cádiz. “Esto ha significado mucho tránsito de gente entrando y saliendo, también de la industria auxiliar, un buen número de autobuses cada día, con caravanas en la entrada y salida de la factoría... Lógicamente es complicado gestionar un crucero de estas características con los dos de la Carnival. Pero bien. Todo ha salido bien finalmente”.

Control horario

Eso sí, un sólo un borrón en toda esta historia de las idas y venidas, de la entrada y salida día a día de cientos y cientos de trabajadores. Gracias al control en el que todos han puesto algo de carne en el asador se detectó que una empresa auxiliar de andamieros había sometido durante unos días a un grupo de trabajadores a 16 horas seguidas de “peoná”, con lo que eso lleva no sólo para la calidad de sus trabajos sino para la seguridad de los propios trabajadores que, no hay que olvidar, se llevan buena parte de esas horas a muchos metros de altura del suelo, con el peligro que esto conlleva.

De ahí que hay que insistir y destacar que tanto los comités de empresa como la propia Navantia se están tomando muy en serio el tema de los descansos y se propusieron estar muy pendientes de este tipo de abusos por parte de algunos, ya pocos, empresarios que siguen funcionando con el látigo en la mano.

Por suerte, un responsable de Navantia observó que había unos cuantos chavales trabajando a las siete de la mañana y que a las once de la noche tenían todos las mismas caras, algo más demacrada y con un visible cansancio, pero que eran las mismas personas las que se habían llevado trabajando en sus andamios más de 16 horas.

Y es que el que hace la ley hace la trampa, ya que el control de este tipo de abusos se intenta llevar a cabo en los propios accesos a Navantia pero si se da la circunstancia de que estos chavales entraron temprano pero no volvieron a salir del astillero ni siquiera para comer pues no tuvieron que pasar por la entrada del personal, por lo que podría haber pasado desapercibido si no hubiera sido por el control por parte de Navantia así como de su comité de empresa.

Una grúa acerca el bulbo hasta el navío.. / D.C

Al parecer, lo ocurrido provocó un gran revuelo a nivel interno y se está estudiando la posibilidad de multar o abrir expediente a los responsables de esta empresa que ha incumplido estos límites de horario y que han puesto en peligro la vida de buena parte de sus trabajadores. Y no sólo eso sino que con ello Navantia se juega también su prestigio ante las navieras de todo el mundo, ya que tienen a la factoría gaditana como un lugar seguro y de prestigio. De ahí su overbooking.

¿Para qué sirve un bulbo de proa?

El bulbo de un barco, que se encuentra en la parte delantera (proa), sirve para reducir la resistencia del agua, mejorando así la eficiencia y velocidad de la embarcación.

El bulbo modifica la forma en que el agua fluye alrededor del casco, creando una interacción entre dos trenes de olas que se superponen para reducir la resistencia. Esto conlleva a una mayor eficiencia en el consumo de combustible y un aumento de la velocidad de la embarcación. Además, el bulbo contribuye a una mayor estabilidad y maniobrabilidad.

Su función principalmente es la de crear un segundo tren de olas que interactúe con el creado por la proa tratando de hacer coincidir la cresta de uno con el seno del otro, y viceversa, y así, siguiendo la ley de superposición de efectos, reducir la resistencia al avance del buque por formación de olas.

La vida sigue a tope en el astillero de Cádiz

Y a la vez que salía de Cádiz el The World, entraba en el dique 4 el Carnival Liberty, que sería el tercero de los Carnival que la citada naviera norteamericana tenía programado, de momento, reparar o reformar en el astillero gaditano, afianzando así y fortaleciendo su confianza y su compromiso con la industria naval y con el sector de la industria auxiliar de la Bahía de Cádiz.

El Carnival Valor está ya el último tramo de su obra que lo ha tenido en Cádiz durante 28 días, casi un mes, y que empezó en el dique 4 pero que tuvo que pasarse al de Armamento para allí terminar los trabajos que aún les queda pendientes, antes de su marcha el próximo lunes, 9 de junio, fecha en la que saldrá de Navantia y se dirigirá a la dársena comercial del puerto de Cádiz donde llevará a cabo su primera visita a Cádiz fuera del astillero. Este atraque circunstancial está programo para el sábado 14 de junio. Pero su estancia promete ser corta, ya que se supone que deberá entrar por la bocana del puerto que regenta Teófila Martínez sobre las ocho de la mañana, con el compromiso de salir de nuevo sobre las cinco de la tarde para ponerse en marcha y empezar ya mismo a recoger sus primeros cruceristas que se ocuparán de estrenar buena parte de los servicios e instalaciones con las que contará el barco tras su paso por el astillero gaditano. Desde Cádiz partirá rumbo a Lisboa.

Así, por poner una fecha, un día como el 9 de junio concidirá en el astillero de Cádiz el Carnival Liberty, el Carnival Valor y de invitado especial el Ciudad de Valencia que entró en Cádiz para reparar el pasado 20 de mayo y que tiene pensado permanecer en Cádiz precisamente hasta ese 9 de junio.

La colocación es una operación delicada sólo válida para especistas. / d.c.

A partir de esa fecha está programada la entrada en el astillero de la fragata Numancia que hará su aparición el 11 de junio y ahí permanecera varado e inmerso en tareas de mantenimiento hasta ekl 26 de julio.

En ese tiempo coincidirá, a partir del 24 de junio con el Global Mercy, uno de los buques hospitales más grandes del mundo. Este solidario buque empezará su estancia en el dique número 2, pero que el día 24 de junio será trasladado, por necesidades del guión hasta el 1de julio.

De esta manera, el Global Mercy permanecerá en la factoría gaditana de reparaciones durante cerca de 40 días, un espacio de tiempo bastante mayor de lo habitual, lo que hace pensar que las reparaciones y reformas que trae en mente irán más allá de la mera varada de mantenimiento.

El buque cuenta con instalaciones hospitalarias avanzadas para ofrecer servicios de salud gratuitos a personas de países en vías de desarrollo que no tienen acceso a estos servicios sanitarios. En los últimos 46 años, Naves de Esperanza ha realizado 117.000 cirugías transformadoras a bordo, ha tratado a más de 201.400 pacientes y realizado más de 541.000 procedimientos dentales; formado a más de 54.300 profesionales de la salud y llevado a cabo 1.115 proyectos de desarrollo, infraestructura hospitalaria y agricultura.

El siguiente en la cola lleva muchos galones. Se trata del Juan Carlos I, que llegará al astillero de Puerto Real (en Cádiz no había espacio suficiente) el 15 de julio con una estancia programada para un total de tres meses, ya que su estancia perdurará, si todo sale bien, hasta el 13 de octubre, convirtiéndose en la mayor escala en factoría gaditana de reparaciones de Navantia en los últimos meses, así como una gran inversión económica. Al parecer, a esta estancia habrá que sumarle dos meses más para llevar a cabo un conjunto de obras que hará que el buque insignia de la Armada española permanezca en Cádiz hasta el 15 de diciembre.

Y mientras que el buque militar con nombre de rey emérito permanezca en Cádiz otros dos barcos pasarán por la factoría de la capital;: el Vivit Américas LNG, encargado de transportar habitualmente Gas Natural Licuado, y el Le Bellot.

Pues con Le Bellot, de nuevo entrará el lujo por las puertas del astillero gaditano, ya que se trata de un barco de crucero de lujo de la compañía Ponant, lanzado en 2020. Este barco de expedición navega por diversos destinos como el Mediterráneo, el Océano Índico, el Atlántico Norte y el Golfo de México. Se caracteriza por su diseño moderno, confort y ambiente íntimo, con capacidad para 184 pasajeros. Este último buque llegará a Cádiz el 16 de octubre y aquí permanecerá hasta el 7 de noviembre que, en principìo, será el último barco controlado hasta hoy por el comité de empresa del astillero de la capital, ya que en el planning que obra en su poder no aparece ya ningúna embarcación a partir del 11 de noviembre, fecha en la que Le Bellot abandonará Cádiz.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último