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La crisis del coronavirus

“Nos dejan salir una hora a la calle para pasear o hacer ejercicio”

  • El gaditano Félix Sánchez del Río cuenta cómo se vive esta crisis en Inglaterra, donde reside desde 2003

  • “Me enorgullece el comportamiento de mis paisanos los gaditanos en esta situación”, destaca

Félix Sánchez junto a su hija en uno de los paseos diarios que le permite el gobierno británico.

Félix Sánchez junto a su hija en uno de los paseos diarios que le permite el gobierno británico. / D. C.

En condiciones normales Félix Sánchez del Río debía estar preparando ya su viaje a Cádiz para pasar aquí la Semana Santa y salir como cada año el Jueves Santo con su cofradía, la de Afligidos. Pero el coronavirus ha cancelado sus planes y esta vez, muy a su pesar, se tendrá que quedar en Inglaterra. Allí vive desde 2003. Este gaditano, cadista y vinculado desde pequeño al coro de La Salle Viña, donde formó parte como componente, está casado con una británica y tiene tres hijos. Viven en Felsted, un pueblo del condado de Essex. Trabaja en el Felsted School, donde enseña español a alumnos de entre 14 y 18 años. Desde la distancia nos cuenta cómo se está viviendo en aquel país la crisis del COVID-19.

Cuenta Félix que el confinamiento allí “es un poco más liviano”. “Nos dejan salir a la calle una hora para hacer ejercicio, un paseo, correr, bicicleta, siempre que sea solo o con gente que viva en tu casa, de la familia. No se puede dar un paseo con amigos. Si la policía te ve en la calle, que esté claro que has salido para tomar el aire o estirar las piernas. De hecho la policía, incluso en un pueblo pequeño como en el que vivo, patrulla para dispersar a grupos de personas que se han reunido para pasar el rato”, explica. Por eso, “sobre las cuatro de la tarde después de descansar un poco salimos a estirar las piernas, a dar un paseo, a tomar el aire”.

En cuanto a la pandemia en sí apunta que la evolución de la enfermedad “es más lenta que en España porque aunque empezaron a tomarse medidas más tarde, el primer ministro, que empezó siendo de la cofradía de los negacionistas, de los de ‘no pasa nada’, se ha dado cuenta tarde de la gravedad y ha empezado a introducir medidas un poco más efectivas que en España, en mi opinión, pero de modo más gradual”. Según este gaditano “eso ha servido para que la enfermedad vaya entrando de forma más lenta”. Primero confinaron a los mayores de 70 años, que llevan más tiempo encerrados que los demás, con lo cual se ha ido despejando poco a poco la calle. “Luego vino el cierre de los colegios. Como digo, todo de forma gradual”, añade.

Para hacer la compra no hay normas estrictas, “pero aconsejan que vayas lo menos posible”. En los supermercados, como en España, hay que hacer cola fuera para respetar las distancias y ya se han dibujado líneas en el suelo. “Al principio hubo un poco de pánico y la gente arrasó como si esto fuese la Tercera Guerra Mundial, y lo primero que se acababa era el papel higiénico, como si el coronavirus fuese una cuestión de diarrea. Ya parece que la gente ha entrado en razón, sin locuras. En algunos casos no se puede uno llevar una cantidad excesiva de determinados artículos”, afirma.

Dice que la economía británica se está resintiendo y, como aquí, las empresas que no tienen una actividad esencial están cerradas. “Se están empezando a notar los efectos. Yo trabajo en un colegio privado y ya está introduciendo bajas temporales hasta que pase esto y el Gobierno te paga el 80 por ciento del sueldo. El colegio añade un 10 por ciento. Dentro de lo que cabe, el 90 por ciento no está mal”, reconoce. Hay muchas empresas que lo están haciendo “y esa ha sido una de las medidas estrella del Gobierno británico para disuadir a los empresarios para que no hagan despidos. Y los autónomos aquí pagan muchísimo menos que en España, así que no están en una situación tan precaria”.

“En España se podía haber hecho más y antes. Esto se sabía y se podría haber contenido mejor"

En el momento de mantener con Félix Sánchez esta conversación telefónica en el Reino Unido hay 25.000 casos confirmados y casi 1.800 muertes. En su zona, Essex, 380 casos contagios para una población de 1,5 millones de personas. Nada que ver, desgraciadamente, con lo que ocurre en España. Sobre la situación de su país, Félix mantiene que “se podía haber hecho más y antes. Esto se sabía y se podría haber contenido mejor. Es muy triste ver lo que está ocurriendo en España desde la lejanía. Y frustrante”. Lógicamente está preocupado por sus padres, que son mayores. “Llevan más de dos semanas encerrados, pero emocionalmente es difícil. Son personas muy sociables, de mucha calle. Gracias a Dios tenemos el skype y el Wathssap para hablar con ellos”, apunta.

De todo esto, y dentro de lo que cabe, saca Félix una conclusión muy positiva. “Me ha sorprendido muy gratamente la reacción de mis paisanos los gaditanos. Con lo anárquicos que somos para tantas cosas, con lo que nos cuesta hacer caso, eso me resulta reconfortante. Ese sentimiento de comunidad, de todos a una, me hace sentirme orgulloso. Por lo que leo desde aquí está siendo ejemplar”, expresa con satisfacción.

Esta semana en Reino Unido habría sido de vacaciones, las de Pascua, antes de la Semana Santa. Y Félix mata el gusanillo cofrade visitando páginas especializadas o escuchando marchas procesionales. Por primera vez desde los 8 años no estará el Jueves Santo con su hermandad, Afligidos. “Eso es lo peor que llevo como gaditano militante, pero bueno, es por una situación extrema y hay que entenderlo”, concluye.

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