Atención primaria

Coronavirus Cádiz| Sanitarios y pacientes desbordados y hartos en los centros de salud

  • “¿Pero cómo llego a mi médico de cabecera?”, se preguntan no pocos usuarios con síntomas covid que tienen que esperar una cita que no llega para que le autoricen una PCR

Colas en un centro de salud de Puerto Real.

Colas en un centro de salud de Puerto Real. / Julio González

Los centros de asistencia primaria de la provincia está soportando la dureza de la nueva ola de coronavirus, y el crecimiento desmesurado en el número de contagios, especialmente por la incidencia de la variante ómicron. La situación ha acercado a niveles de colapso a muchos de estos equipamientos sanitarios que, una vez más, se convierten en la primera línea de fuego en la lucha contra la pandemia. Un panorama que deja sanitarios desbordados y pacientes hartos de esperar para conseguir una cita con su médico de cabecera.

Y es que aunque esta situación ya se ha vivido en las olas más duras, como la tercera, hay un cambio que complica el normal funcionamiento de los centros de salud, pues se mantienen abiertas las agendas médicas generales, más allá de los casos de covid, lo que ha provocado el desbordamiento de toda la asistencia sanitaria, según reconocen los facultativos con los que ha contactado este Diario.

La variante ómicron está provocando un incremento espectacular de los casos, pero “con sintomatología muy leves”. “Ahora con cualquier catarro los enfermos quieren descartar que sufren Covid y reclaman la elaboración de pruebas”. Además, como comenta otro doctor de atención primaria, “se suma la celebración de la Navidad y ante estos síntomas se quiere descartar el virus antes de acudir a una reunión familiar”.

Todo ello llena de gente los centros de salud. Algunos, como el Olivillo, casi han triplicado las urgencias, pasando de 25 enfermos antes de esta ola a cerca de 80 en una sola jornada. Las demoras para tener una cita, por supuesto, también aumentan. Si antes de esta ola no se superaban los 5 días para poder atender una consulta, ahora se están dando casos de espera de entre 10 y 13 días. De hecho, como corrobora una usuaria de este mismo centro de salud, “para recoger un simple resultado de una analítica” tuvo que esperar “hasta 15 días después” de haberse realizado la prueba ya que su médica de cabecera “no tenía fecha antes, ni presencial, ni telefónica, agenda cerrada decían”, se queja.

Lo mismo está ocurriendo con las pruebas PCR. Se están llegando a dar citas hasta el 3 de enero para el centro de salud de La Paz que, como se sabe, es el único punto de la capital al que se derivan todos los casos prescritos por los médicos de los centros de salud.

Un poco antes, para el 28 de diciembre tiene su test de antígenos por el sistema público una ciudadana italiana que lleva viviendo en nuestra ciudad unos meses. “Lo que me ha sorprendido muchísimo es lo que hoy me ha dicho la persona que me ha atendido en Salud Responde que, básicamente, no están haciendo PCR, que se harán ya en muy pocas ocasiones, que lo que se están haciendo es test de antígenos, que es el que me van a hacer a mí el día 28 en la Paz”, explica la joven –asmática– con 38 de fiebre desde principios de semana cuando se puso en contacto por primera vez con Salud Responde (tras insistir en varias ocasiones) donde le dijeron que tenía “que acudir al centro de salud más cercano para rellenar unos papeles ya que soy ciudadana europea”. “Muy apurada” y extrañada “por ese protocolo de mandarme a un centro de salud en mi estado” la italiana se dirigió a la Merced para cumplimentar el documento “y allí me dijeron que tenía que volver a casa que ya me llamaría por teléfono un médico”. Un facultativo que le recetó unos medicamentos que no puede retirar “porque por lo visto me tenía que dar un número AN que no me dio, y no me puedo poner en contacto con él porque no atienden por teléfono en el centro de salud porque ya sólo se ha dejado para urgencias, según me decía la chica de Salud Responde”.

Con este servicio telefónico y telemático ha tenido mucha menos suerte Pepa, una gaditana que estuvo “53 minutos colgada al teléfono” para obtener una cita médica (que no consiguió) y con la inquietud de que “al día siguiente tenía que trabajar”. La solución fue acudir a urgencias de su centro donde le trataron “fatal”, “como si a mí me apeteciera estar un domingo allí y con lo mal que me encontraba”. “Finalmente me vio un médico y me dijo que convenía que me hiciera una PCR pero que sólo me la podía mandar mi médico de cabera”. “¿Pero cómo se llega a mi médico de cabecera?”, es la pregunta de Pepa (y de muchos gaditanos) a la que ni le contestaban en Salud Responde, la cita en Click Salud superaba la semana y no le cogían el teléfono en su centro. “Ya con los nervios a flor de piel y mucha angustia por esta situación como de bucle, se me ocurrió buscar el correo electrónico para que quedara constancia de mi petición, y con ese sistema conseguí que me llamaran y me dijeran que mi médico me atendería de dos a cuatro. Nadie me llamó a esa hora pero bien entrada la tarde mi médico me llamó, me dedicó todo el tiempo del mundo y me mandó de urgencia una PCR para el día siguiente por mi perfil concreto que soy madre de familia numerosa, los niños se relacionan mucho con los abuelos y tengo también problemas respiratorio. Mi médico es un encanto, supongo que de su propio tiempo libre, fuera de horas, nos atiende a sus pacientes con toda la profesionalidad del mundo, pero el problema es el sistema. No puede ser que sea casi imposible ponerme en contacto con él”, comenta Pepa dando testimonio sobre la saturación del paciente y de los propios sanitarios.

Sanitarios, no pocos, con días libres restringidos, soportando el peso también del propio periodo vacacional y con casos de contagio “en aumento” lo que está impidiendo “que se cubran todas las bajas, incluso allí donde se cuente con un refuerzo covid”, explican las fuentes consultadas.

Junto a ello, se resalta el esfuerzo que supone “la necesidad de rastrear a posibles contactos cuando se ha localizado a un positivo”, mientras que la atención médica telefónica también se está utilizando para personas con catarros “cuando antes casi se limitaba a la renovación de recetas”.

“Bueno, la atención telefónica.... Otra misión imposible. En general es que es una misión imposible que te cojan el teléfono y que te den una cita. Y te lo digo yo que incluso siendo positivo covid no me cogían el teléfono cuando lo fui a notificar”, explica David, un gaditano que viendo que había sido contacto estrecho de varios positivos (“nadie se puso en contacto conmigo y por lo que se ve éramos un brote”) decidió hacerse un test de antígeno “por privado”. “Como di positivo me confiné e intenté ponerme en contacto con mi centro a través de Salud Responde y llamando a mi centro y nada, en todo el día nada. Así que mi pareja se tuvo que acercar ella al centro y le dijeron que me llamarían, cosa que no ocurrió hasta cuatro días después”, nos atiende el gaditano al teléfono a un día de terminar su cuarentena que sólo cerrará “después de hacerme un PCR por privado para asegurarme que ya estoy bien porque yo vivo con personas mayores y necesito saber que estoy bien para volver a casa tranquilo aunque estén vacunados”.

Las vacunas. Otra labor más que soportan los centro de salud incrementando así el colapso especialmente en los servicios de enfermería y de atención al usuario, creando, incluso conflictos en las colas que, como en el Olivillo durante el lluvioso y ventoso día de este jueves, se forma en la puerta tensando aun más las situaciones con usuarios empapados y disgustados.

Colas que se repiten en diferentes centros de la provincia como en el Centro de Salud Ribera del Muelle de Puerto Real que, además, debido a las fiestas, sólo se atiende en horario de mañana, de 8:00 a 15:00 horas, dejando las tardes solo para el servicio de urgencias. Por lo tanto, durante la mañana se concentran todas las citas médicas, consultas de enfermería, la atención administrativa para la solicitud de citas y otras gestiones, y, sobre todo, para solicitar el certificado de vacunación que parece que también es el culpable de parte del colapso. Al menos dicho centro de salud, quienes acuden a por el Certificado de Vacunación ni tan siquiera entran al centro, aunque si aguarda la cola, porque el personal del ambulatorio va recogiendo los datos de los solicitantes en la puerta, en grupos de cinco o seis, para volver al rato con los certificados impresos y repartirlos.

Estas mismas situaciones han provocado también en Chiclana una masificación generalizada en los centros de salud, algunos de los cuales, como el de Los Gallos, en torno también a la realización de pruebas PCR o de atenciones relacionadas con la vacunación; en los tres centros de salud de San Fernando –Cayetano Roldán, Rodríguez Arias y Joaquín Pece– donde en estos días se han replicado las mismas largas colas y las consiguientes quejas ciudadanas; y en El Puerto donde, además de que en los centros de salud las citas previas se están demorando más 14 de días, el punto autocovid , en la Avenida de la Bajamar, no se encuentra a pleno funcionamiento y tampoco está atendiendo en festivos.

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