IX CONGRESO INTERNACIONAL DE LA LENGUA ESPAÑOLA

La supervivencia de las hablas fronterizas, una cuestión de futuro

El Peñón de Gibraltar, con La Línea en primer término y África al fondo.

El Peñón de Gibraltar, con La Línea en primer término y África al fondo. / Erasmo Fenoy (Gibraltar)

¿Qué podemos esperar en el futuro de la relación híbrida entre la lengua española y otros idiomas vecinos? ¿Pervivirá el uso del portugués, el llanito o el árabe en las fronteras más allá de su carácter histórico? Varios expertos en materia lingüística apuntan algunas claves para vislumbrar el porvenir de este rico patrimonio idiomático que continúa conformando parte de la idiosincrasia comunicativa de nuestro entorno.

Norte de África

"Cada vez que España y Marruecos se van de luna de miel, crece de manera notable el interés de los marroquíes por la lengua española", explica el experto en Cultura y Religión Islámica José Ángel Cadelo. Algo que sucede en la actual etapa de relaciones bilaterales entre ambos países. 

El investigador afirma que "hablar español en Marruecos es también un signo de prestigio. Tenemos muchísimas empresas allí, de muchos segmentos", sobre todo "en el textil y en las comunicaciones establecidas en Marruecos que requieren que sus empleados hablen español para poder comunicarse con ellos". Ejemplifica el asunto relatando que "hay muchos centros de atención al cliente de empresas que te contestan desde Rabat y quienes lo hacen son marroquíes que hablan perfectamente español. Atienden a clientes de varias empresas a la vez, son -añade- mano de obra barata y a la vez culta, porque han estudiado en un colegio privado". 

Al referirse en concreto a la situación idiomática en el Sáhara Occidental, Cadelo cuenta que aunque "el español es la lengua oficial de los campamentos, la usan los mayores, y cuando llegan los jóvenes a España con los campamentos de verano, no hablan español. Eso se está perdiendo". A esta situación se suma el hecho de que "Argelia tampoco tiene ningún interés en promover el español en una región tan remota como la de Tinduf, ni en el Sáhara marroquí se promueve el español porque lo que quiere Mohamed VI es que esa parte sur, con grado especial de autonomía, sea marroquí".

El llanito en Gibraltar

Tras la ruptura de Reino Unido con la Unión Europea (Brexit) se abre un nuevo escenario de incertidumbres en Gibraltar que, de alguna manera, afecta también a la supervivencia de su habla. Francisco Oda, exdirector del Instituto Cervantes de Gibraltar, señala que "el llanito surge por los avatares históricos y por la situación geográfica, una realidad que con el Brexit no va a cambiar. Si la negociación que está en curso finaliza de forma satisfactoria, está previsto eliminar la Verja y eso reforzaría quizá la alternancia de ambos idiomas". Añade el actual director del Instituto Cervantes de Tetuán, además, que "por razones prácticas sería el momento adecuado para implementar una educación bilingüe en el sistema educativo, competencia directa del Gobierno de Gibraltar". Así, para Oda "el bilingüismo sería un instrumento muy beneficioso para los gibraltareños y decisivo para el desarrollo futuro de la ciudad y sus nuevas generaciones".

Según los datos que aporta Francisco Oda, "en la actualidad, en Gibraltar, pueden distinguirse tres grupos de edades con un perfil lingüístico bien definido. Por una parte, un grupo extenso de personas de más de 60 años que son, en general, monolingües en español. Otro de entre 30 a 60 años que muestran un perfil con habilidades en inglés y español y, finalmente, el grupo de niños o jóvenes que son, en su mayoría, monolingües en inglés y que presentan alguna o escasa destreza para comunicarse en español". El elevado número de matriculados en el ya desaparecido Instituto Cervantes de La Roca "en este segmento de edad -explica- evidenciaba la gran fractura lingüística que se vive en Gibraltar respecto a épocas pasadas".

Durante sus cuatro años de vida, en la entidad -recuerda Oda- "se impartieron más de 500 cursos de español y se celebraron más de 200 actividades culturales. El Cervantes fue muy bien acogido en la ciudad e identificado por los gibraltareños como un lugar para reforzar el conocimiento de la lengua española y un escaparate de las culturas hispánicas del mundo".

Para el periodista, escritor y filólogo Jerónimo Andreu, por el contrario, "es complicado hacer predicciones, pero estas evoluciones desde luego no lo benefician, no lo impulsan como lengua universal y no parece que el Brexit vaya a favorecer la persistencia del llanito". El autor gaditano explica que "cuantas más barreras pongas, más se restringe su uso" y propone "fijarse en lo que ha ocurrido en otros momentos de aislamiento histórico y ver cuáles han sido las repercusiones sobre el llanito". Como muestra, recuerda que "del 69 al 82, el cierre de la Verja fue un golpe muy grande para el llanito, porque su supervivencia se basa en el contacto, en la confluencia mutua entre los dos idiomas. En esos años la gente se nutría solo de fuentes en inglés. Al no haber contaminación del español, eso era negativo para el llanito. También las perspectivas sociopolíticas son importantes para la adquisición de un idioma", asegura.

A nivel popular, "no te sabría decir cuál es la posición oficial de los gibraltareños sobre el llanito -confiesa Andreu-, pero hasta ahora sus instituciones tampoco han fomentado su uso. Para que persista -prosigue-, hay que alimentar, fomentar, enseñarle a la gente que su forma de hablar es interesante, rica, hay que promover estudios que sistematicen estas cosas... hace falta una inversión y una compresión de la riqueza cultural que te da ese elemento, que es tan particular".A propósito del llanito como rasgo distintivo de la identidad gibraltareña, Jerónimo Andreu señala que ésta es "mucho más compleja que la visión que tenemos nosotros. Ellos tienden a reclamarla más en oposición a lo español. Sufren, por ejemplo, cuando van a Reino Unido y hablan con su acento, que no es el estándar de la BBC, y se ríen de ellos. Es más importante poder reclamarse como hablantes de inglés con pleno derecho que lo del llanito, ya que no se lo plantean como un problema; simplemente es la forma en la que hablan y les parece fantástica, pero no tienen la idea de que eso hay que preservarlo porque tiene un valor en sí mismo".

El portugués

Sobre el porvenir de la hibridación de la lengua lusa con el español, la historiadora de la lengua y catedrática de la Universidad de Sevilla Lola Pons quiere pensar "que lo que se conoce se valora más". Explica en esta línea que "si bien la libre circulación de individuos y mercancías entre España y Portugal, así como la unión monetaria, han matizado el carácter separador de la vieja frontera, no se ha hecho una total unificación de los territorios".

Añade sobre la cuestión que "institucionalmente, se ha reutilizado el concepto de frontera para favorecer el cultivo de una identidad europea y transnacional de los pueblos mediante el apoyo a los proyectos transfronterizos. En ese sentido, diversas iniciativas han construido planes de interactuación entre organismos de localidades portuguesas y españolas próximas. En esa interacción, se han incluido algunos planes de promoción de las hablas de frontera".

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