La compraventa de viviendas, al ritmo que marca el banco

A partir del 1 de enero, comprar una casa no será lo mismo. Desde ese día desaparecen las deducciones hipotecarias por compra de vivienda, tal y como se conocían hasta el día de hoy. Será así por la entrada en vigor de la nueva Ley de Economía Sostenible, que dicta nuevas normas.

En primer lugar, no podrán desgravar (y, por tanto, no tendrán posterior devolución por parte de Hacienda) quienes compren una vivienda a partir de esa fecha y su base salarial imponible sea superior a 24.107,20 euros. Sin embargo, mantendrán la deducción quienes tengan una base salarial imponible inferior a 17.707 euros. Para ellos, comprar una vivienda supondrá seguir manteniendo la desgravación actual: el 15% de hasta 9.040 euros pagados al año. Quienes estén entre ambas cantidades, tendrán desgravación, pero inferior a la que se mantenía vigente.

Esta situación hace que, al menos en la provincia, se den dos circunstancias. La primera, que son los propios bancos los que tienen la llave para poder comprar una vivienda en mejores condiciones. La segunda, que en los últimos días de diciembre se han incrementado, aunque de forma leve, las operaciones de compraventa de viviendas, en su gran mayoría, de segunda mano.

En cuanto al primer punto, según los datos publicados en sus respectivas páginas web, las inmobiliarias creadas por los principales bancos y cajas tienen a la venta en la provincia de Cádiz un total de 740 viviendas. De ellas, la inmensa mayoría, a precios más bajos.

Según esas web, la inmobiliaria Servihabitat, de La Caixa, tiene a la venta en la provincia de Cádiz un total de 96 inmuebles. El más barato, no llega a 60.000 euros, tiene 66 metros cuadrados, y está en Arcos. El más caro, de 299.000 euros, con 138 metros cuadrados, en Conil. Casaktúa, de Banesto, cuenta en Cádiz con 182 viviendas a la venta, la inmensa mayoría de ellas de segunda mano.

Procam, del Grupo Caixa Cataluña, cuenta con otras 144 viviendas en venta. Altamira, del Banco Santander, oferta 56 inmuebles. La misma cantidad, 56, de Anida, del BBVA. Asimismo, Urban, de Cajasol, tiene 64 viviendas a la venta en la provincia de Cádiz. Unicaja Inmuebles, tiene 82; y Hogares Caja Madrid, otras 60 viviendas. En total, una oferta que llega a los 740 inmuebles.

Este periódico ha podido conocer la opinión de un registrador de la propiedad que realiza su labor en la provincia, inmerso en las distintas operaciones de compraventa de vivienda. Él asegura que el mayor número de este tipo de operaciones realizadas en los municipios gaditanos a lo largo de los meses de septiembre, octubre y noviembre han sido gestadas en las inmobiliarias de los bancos. Y lo es por dos motivos: uno, porque están siendo más agresivos con los precios y, en segundo lugar, porque los bancos están asumiendo pérdidas en las inversiones que suponen esos inmuebles.

Por poner un ejemplo. En uno de los municipios gaditanos en los que este registrador realiza su labor, se han vendido pisos en manos de los bancos a un precio de 80.000 euros cuya hipoteca ascendía a 120.000.

Estas "prisas" obedecen, en su opinión, a que los bancos y cajas tienen que asumir a partir de enero un gasto extra por cada vivienda en su poder. Tienen que aumentar su provisión de gastos un 10% por cada inmueble en su poder desde hace un año; de un 20% por cada vivienda de más de dos años; y un 30% por cada casa con más de tres años en poder del banco. Y eso, para las cuentas anuales de la entidad bancaria, es una losa.

El segundo punto que afecta a la compraventa de viviendas es la entrada en vigor de la nueva Ley, lo que hace, según este profesional, que en la provincia se haya incrementado alrededor de un 15% las adquisiciones de vivienda. Este aumento se ha dado, además, en los últimos 15 días del mes de diciembre.

No obstante, las ventas de inmuebles en la provincia no han experimentado un crecimiento desmesurado como esperaban muchos en el sector con la entrada de la nueva Ley. El motivo sigue siendo el mismo: para poder adquirir una vivienda hay que tener unos ingresos mínimos y, aun así, todo depende del banco.