Coches de caballo: El debate de Málaga y Sevilla que zanjó Cádiz hace más de 20 años
En Málaga han dejado de circular este lunes por decisión del Ayuntamiento y partidos de la oposición en Sevilla piden un referéndum
En Cádiz dejaron de circular estos vehículos de tracción animal en el año 2003
Es un medio de transporte del pasado, pero estos últimos días se ha hecho muy presente en varias ciudades andaluzas. Los coches de caballos centran el debate municipal en Málaga o Sevilla, donde se ejecutan acciones o se plantean debates que en Cádiz tuvieron fin hace más de 20 años.
Málaga ha dado un paso al frente respecto a la circulación de caballos tirando de calesas por sus calles prohibiendo este medio de transporte desde este lunes pasado. Para ello, el Ayuntamiento que preside Francisco de la Torre (del Partido Popular) ha revocado las 25 licencias que aún estaban operativas abonando una indemnización de más de 3 millones de euros, "pensando en el bienestar y la seguridad de los animales", según ha defendido el alcalde.
Argumenta el Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol la medida adoptada (que lleva años en la planificación municipal, habiéndose reducido las licencias de 55 que había en 2018 a las 25 ahora rescatadas) por la "incompatibilidad de la actividad del servicio de paseo en coches de caballos con el desarrollo de la ciudad en condiciones de seguridad y salubridad, tanto para los usuarios de la vía pública como para los propios animales".
Esta decisión tomada en Málaga ha tenido un efecto rebote inmediato en otra capital andaluza, Sevilla, donde la oposición municipal quiere abrir un debate sobre la convivencia ciudadana con este transporte de coches de caballo. En concreto, ha sido el partido Podemos quien ha abierto el debate, solicitando la convocatoria de un referéndum para que los sevillanos decidan si deben seguir o no operando estos medios animales en la ciudad.
"Sevilla no puede permanecer anclada en un modelo turístico del pasado, mientras otras ciudades como Málaga han dado pasos valientes hacia la protección del bienestar animal y la modernización del espacio público", ha defendido la concejala de Podemos en el Ayuntamiento hispalense, Susana Hornillo, que vincula los coches de caballo a "problemas de bienestar animal, seguridad vial, salubridad y orden urbano". "En pleno siglo XXI, el mantenimiento de vehículos de tracción animal bajo altas temperaturas y entre el tráfico motorizado plantea riesgos evidentes tanto para los animales como para las personas", añade en su argumentario.
El caso de Cádiz
Mientras este escenario centra estos días la atención en Málaga o Sevilla, Cádiz zanjó cualquier debate a este respecto hace más de 20 años. Y es que desde el año 2003 no operan en la ciudad coches de caballos.
Sí hay que reseñar que el caso gaditano no respondía a ninguna defensa animal ni se debió entonces a problemas de salubridad o de convivencia. Mucho menos a cuestiones vinculadas al tráfico o la movilidad, que por aquel entonces no tenían los enfoques que hoy le han dado las ciudades. En Cádiz el servicio de circulación de vehículos con tracción animal cayó en desuso por la progresiva pérdida de profesionales que derivó en la falta total de calesas.
Cierto es que en esos últimos años, los propietarios de coches de caballos venían sufriendo una cierta peregrinación por diversos espacios de la ciudad donde la actividad y la presencia animal no terminaba de encajar con el bienestar de los vecinos. Así, pasaron del antiguo Hospital Militar, en El Balón, a la calle González Tablas, en el Mentidero; y de ahí al antiguo matadero municipal.
Sería en este enclave, que ya entonces no tenía unas mínimas condiciones de salubridad y seguridad para albergar animales, donde un domingo de junio del año 2003 falleció el último caballo que operaba en la ciudad. Y desde entonces, la presencia de calesas se ha debido a muy contadas ocasiones vinculadas a celebraciones particulares, pero no como un servicio que ofrece la ciudad a sus vecinos y, sobre todo, a los turistas que la visitan.
Así las cosas, Cádiz cobra amplia ventaja temporal con respecto a otras capitales andaluzas en lo que a coches de caballo se refiere. Sin debates, sin inversión municipal en revocación de licencias y sin referéndum ciudadano, en Cádiz hace más de veinte años que se perdieron los coches de caballos que esta semana han dejado de circular en Málaga y que un sector de Sevilla se plantea eliminar.
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