"No estamos sobrados, pero de alguna manera está todo cubierto. No hay pueblo sin sacerdote". Este es el resumen que hace el delegado episcopal del Clero en el Obispado, Balbino Reguera, sobre el ejército secular del que dispone actualmente la Iglesia diocesana (al que hay que sumar los religiosos y religiosas de las diferentes órdenes establecidas en Cádiz y Ceuta).

Los datos actualizados del clero diocesano eleva el número de sacerdotes incardinados a 143. De ellos, 33 están ya jubilados, once se encuentran fuera de la diócesis (tres estudiando en Roma, dos estudiando en Madrid y otros seis cumpliendo diversos cometidos, como el Defensor del Pueblo Andaluz, por ejemplo) y cinco están enfermos actualmente. Por ello, la cifra final de sacerdotes en activo es de 94. A se suman otros 14 sacerdotes que aunque provienen de otras diócesis están realizando en la actualidad su labor pastoral en Cádiz y 16 diáconos permanentes "que prestan un servicio muy importante a la Iglesia".

Junto a estas cifras, el responsable del Clero diocesano destaca también la juventud del clero. Y es que los sacerdotes en activo tienen una media de edad de 50,72 años. Y si se contabiliza a todo el clero (incluido enfermos y jubilados) la edad media es de 58,84 años. "Podemos estar muy dichosos. Es un clero joven", comenta Balbino Reguera.

Y a todo esto se suma también la labor del seminario, que cada año incorpora a dos o tres nuevos sacerdotes y que suele rozar la veintena de estudiantes cada curso. "Es una información muy positiva", concluye Reguera.