Avanzan con buena pinta las obras en el Muelle de Cádiz para integrar puerto y ciudad

El proyecto transforma ya el Muelle Ciudad y marca un antes y un después en la relación entre Cádiz y su frente portuario

Los trabajos obligan a reorganizar temporalmente las operativas de Armas Trasmediterránea, algo ya meditado por la Autoridad Portuaria, pero no afectarán a los cruceristas que lleguen ni este año ni el que viene

Bruno García ve en la integración puerto-ciudad más aparcamiento y más zonas verdes para Cádiz

Imagen que presentaba esta fría mañana de miércoles el Muelle Ciudad del puerto de Cádiz / J. Benítez

Las obras del Muelle Ciudad de Cádiz avanzan con una rapidez y una coordinación que están sorprendiendo a la ciudadanía que, cada mañana, pasea junto a la reja. La presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), Teófila Martínez, y el alcalde de la ciudad, Bruno García, visitaron recientemente la zona para comprobar de primera mano cómo va tomando forma el que será uno de los espacios más transformadores de la ciudad en décadas. Y lo hicieron con un mensaje claro: la integración entre puerto y ciudad es ya una realidad en marcha.

Martínez destacó que este proyecto “simboliza también una evolución en la manera en que la ciudadanía se va a relacionar con su puerto”. El objetivo es abrir el recinto portuario, tradicionalmente delimitado por barreras físicas y visuales, para crear “nuevos espacios de convivencia, actividad económica y disfrute, desde la sostenibilidad, la accesibilidad y el respeto a la actividad marítima”.

Por su parte, el alcalde subrayó que la actuación “representa mucho más que una intervención urbanística”, pues permitirá abrir la ciudad al mar, convertir un espacio portuario en un lugar amable, ordenado y útil también para los gaditanos y no solo para las actividades portuarias.

Un gran corredor peatonal con vistas privilegiadas

La primera fase del proyecto, ya en ejecución, comprende una superficie aproximada de 14.000 metros cuadrados, dentro de un total de 22.500 m² que se completarán en etapas posteriores. Ese corredor se extenderá en paralelo al muelle, integrando zonas ajardinadas, áreas de descanso, juegos infantiles, una franja verde que actuará como pantalla acústica y espacios expositivos que permitirán conocer mejor la historia del puerto.

La actuación incluye también la creación de una zona peatonal elevada que regalará vistas directas a los atraques de grandes cruceros. Se reservará además una franja para la futura plataforma del tranvía, junto al carril bici y separada por alineaciones de vegetación que suavizarán la diferencia de cotas entre ambos niveles.

A lo largo del recorrido se instalarán módulos de restauración, uno de ellos junto a la nueva plaza en la entrada del Muelle Ciudad, que contribuirán a dinamizar un área que hasta ahora ha estado marcada por el carácter puramente operativo del puerto.

La Puerta del Mar será el nuevo gran acceso simbólico al paseo, acompañada de dos fuentes transitables y espacios culturales al aire libre

La Puerta del Mar, preservada como elemento histórico, se convertirá en un punto emblemático del proyecto, actuando como nexo entre la ciudad y el paseo portuario. Frente a ella se dispondrán bancos bajo las sombras de ombúes, laureles de Indias o jacarandas, configurando un entorno pensado para disfrutar del tránsito lento y del paisaje marítimo.

Un impacto inevitable: Armas Trasmediterránea deberá reorganizar sus operativas

Uno de los efectos colaterales de esta gran transformación será la limitación del uso del Muelle Ciudad para operaciones logísticas, algo que venían utilizando en ocasiones las navieras de carga, especialmente Armas Trasmediterránea.

Hasta ahora, cuando se celebraba algún evento en el espacio habitual que emplea la compañía para depositar remolques o mercancías en tránsito hacia Canarias (o para las cargas recién llegadas del archipiélago), el Muelle Ciudad actuaba como zona de apoyo.

Durante el prolongado periodo de obras, este uso alternativo no será posible. La APBC ya ha previsto soluciones para que la naviera mantenga sus operativas semanales sin incidencias mayores, aunque lo cierto es que la reordenación implicará ajustes internos. En cualquier caso, la planificación prioriza que la actividad marítima siga funcionando con normalidad, incluso en el contexto de una obra de tanta envergadura, tal y como dejó entrever el alcalde de Cádiz, Bruno García.

Los cruceristas, sin molestias ni restricciones de paso

Aunque el entorno del Muelle Ciudad será durante meses una gran obra abierta, se sobreentiende que no habrá afecciones para los cruceristas, que se encontrarán con los accesos habituales disponibles y correctamente señalizados.

La zona reservada para el tránsito de pasajeros, de 25 metros de ancho, continuará operativa en todo momento. Eso sí, la propia APBC reconoce que quienes desembarquen verán un área “menos estética de lo habitual”, algo completamente justificado por la magnitud de la transformación que se está desarrollando.

La seguridad PBIP obligará a mantener un cerramiento acristalado, que permitirá ver los atraques sin comprometer la operativa del muelle

El cerramiento transparente garantizará la visibilidad de los barcos atracados incluso cuando la normativa internacional exija restringir el paso. Y cuando no haya cruceros atracados, ese límite podrá abrirse para celebrar eventos o actividades ciudadanas, algo impensable en la configuración anterior del espacio.

Un nuevo frente marítimo para la ciudad

La visión final del proyecto es la creación de un gran paseo portuario, único en la Bahía de Cádiz: zonas verdes, terrazas frente al mar, áreas infantiles, plataformas amplias para caminar o correr, sombra abundante y un contacto directo con la actividad marítima más conocida por los visitantes: la llegada de cruceros.

Cuando concluya la fase actual y se ejecute la segunda —que integrará el viario existente y enlazará con el Muelle Reina Victoria—, Cádiz habrá ganado un espacio que hoy simplemente no existe. Una franja nueva, moderna, viva y útil que aumentará el espacio para el ocio, favorecerá el tránsito peatonal, abrirá nuevas oportunidades a los negocios de restauración y completará la anhelada integración puerto-ciudad que tanto la APBC como el Ayuntamiento consideran estratégica para el futuro de la capital.

Tal como resumió Teófila Martínez durante la visita: "El puerto de la Bahía de Cádiz seguirá siendo puerto y será también ciudad”. Y parece que, por primera vez en mucho tiempo, ese horizonte empieza a verse más cerca.

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