La caída de ramas de seis árboles en la ciudad de Cádiz en poco más de una semana ha elevado la preocupación sobre el estado del arbolado de la capital gaditana. Que se produzcan estos desprendimientos en tan poco tiempo resulta llamativo, afectando todos a ejemplares comunes. 

Más allá de este suceso, en las últimas décadas se han perdido algunos de los árboles más históricos de Cádiz. Todos ellos están en el imaginario colectivo al formar parte del paisaje, además de ser muy importantes dentro del patrimonio verde gaditano. 

Uno de los árboles más vistosos de la ciudad que desapareció hace unos años fue el drago del callejón del Tinte, situado en el patio de la antigua Escuela de Artes Aplicadas. Fue un 30 de marzo de 2013 cuando este ejemplar de unos 12 metros de altura y unos 250 años de vida cayó desplomado al suelo. 

A pesar de la aparatosidad de la caída, no hubo heridos en este suceso gracias a que este patio se encontraba cerrado. Este drago formaba parte del catálogo del 'Legado patrimonial de los lugares de las Cortes y de la Constitución de 1812", contando con la protección de Bien de Interés Cultural (BIC). 

Sin embargo, esto no sirvió para que este ejemplar recibiera un tratamiento adecuado. En un principio, se llegó a valorar la posibilidad de replantarlo o trasplantarlo en la cercana plaza de Mina, idea que finalmente se desechó por parte de la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía tras comprobar las malas condiciones en las que habían quedado el tronco y las ramas a causa de la caída. En su lugar, se plantó un acebuche centenario. 

Otro drago que corrió una suerte parecida fue el que se encontraba coronando la plaza de la Constitución de 1978, frente a las Puertas de Tierra. Fue en verano de 2009 cuando el Ayuntamiento de Cádiz declaró la muerte de este ejemplar de más de medio siglo de vida a causa de un ataque masivo de hongos. 

El drago de las Puertas de Tierra, poco antes de certificarse su muerte en 2009

Durante varios meses, técnicos de Parques y Jardines trataron este ejemplar con el objetivo de salvarlo tras detectarse que había perdido el 15% de las hojas. Los trabajos que se hicieron no permitieron recuperarlo, comprobándose en el momento en el que se certificó su defunción que había muerto el 90% de su parte aérea, además de mostrar otros síntomas.

Ante esto, el Ayuntamiento de Cádiz decidió sustituir este drago por otro procedente de El Puerto que en aquel momento tenía unos 30 años de vida, por lo que su aspecto no llegó a reemplazar al completo al que se encontraba en este lugar para dar la vivienda al casco histórico.

El tercero de los árboles históricos que se ha perdido en Cádiz es el drago centenario que se encontraba en el patio de la Facultad de Medicina. Fue el 8 de marzo de 1991 cuando el fuerte viento que hacía en aquella jornada derribó este ejemplar. Solo se pudieron salvar tres brotes verdes de la copa, certificándose su defunción en 1993. 

Dentro de los árboles emblemáticos que aún se mantienen con vida en la ciudad son los dos enormes ficus que se encuentran frente al antiguo Hospital de Mora, actual Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. En la actual glorieta Carlos Cano, estos dos ejemplares fueron plantados a principios del siglo XX, momento en el que también se estaba construyendo el desaparecido centro sanitario. 

La rama caída en uno de los ficus del Mora en 2018.

En los últimos años, se han caído dos enormes ramas de estos ejemplares por diferentes causas. La primera de ellas, con un peso de unas cinco toneladas, fue en julio de 2018. En este caso, el suceso se produjo a causa de una fisura provocada por el paso de los camiones en la avenida Duque de Nájera, lo que unido a cómo azotan los temporales en la zona de la playa de La Caleta hicieron que el ficus no pudiera soportar su peso. En este caso, tras una inspección municipal se dictaminó que el árbol estaba sano. 

La segunda se produjo en junio de 2022, cuando una rama se rompió a causa del viento de levante y su enorme peso, aunque no llegó a caer al suelo. Además, han sido varios los incidentes provocados por camiones que han quedado encajados entre las ramas. 

Ante esto, la intención del Ayuntamiento de Cádiz es proceder próximamente a la peatonalización completa de la glorieta Carlos Cano, al igual que se hizo con la entrada a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. 

En los últimos años también han surgido dudas sobre el estado de salud de los ficus, tal y como denunciaron en mayo de 2021 los ecologistas de Agaden y la Plataforma El Árbol a causa de una poda de estabilización que consideraron que no fue adecuada debido a las heridas que detectaron en sus ramas. Al no cicatrizar debidamente, estas podrían ocasionar su pudrición y el ataque de hongos, con las consecuencias que esto podría derivar en su estado de salud.