El apagón de luz en Cádiz, la preocupación supera a la broma: "Mientras la cerveza esté fría..."
Hosteleros, comerciantes y ciudadanos de la capital gaditana explican cómo han vivido las primeras horas del corte de suministro eléctrico
Apagón eléctrico en Cádiz y en toda España: vuelve la luz en varios puntos de la provincia
Imágenes del apagón general en Cádiz

"Mientras que la cerveza esté fría...” Clara Domínguez intentaba esbozar una sonrisa. Lo logra, pero la preocupación es visible. La encargada de La Barra, en la céntrica plaza de San Juan de Dios, tenía una nutrida clientela en su terraza a la que seguía atendiendo a pesar del apagón generalizado en la península ibérica. “Mientras la cerveza esté fría...” No hace falta decir más. La preocupación supera a la broma en la ciudad de la carga, incluso en las primeras horas del corte de suministro de electricidad que ha sufrido buena parte del país (excepto las islas) este lunes. Porque Clara y su equipo de La Barra seguían trabajando –pagos en efectivo, por supuesto– y los turistas –bastantes en la mañana en el entorno de la plaza del Ayuntamiento– seguían consumiendo. Pero la inquietud iba en aumento, a la par que crecía la incertidumbre sobre la causa del corte de luz y, en esos primeros momentos, de telefonía, y sobre su posible solución.
José, de la carnicería José de la Plaza de las Canastas, no dejaba de mirar su género y se pregunta: “¿Qué hago yo con esto como esto se alargue?”. Afortunadamente, al menos, podía despachar puesto que su peso “es de aguja, de toda la vida, no es eléctrico”. Y, claro, cobrando también en metálico. “Hombre a mí me está entrando un poquito de ansiedad porque mi producto no lo puedo tener yo sin nevera, y lo congelado no te digo”, confesaba. Eso sí, el cliente entraba y, máxime, cuando los dos supermercados que tiene la zona habían cerrado sus puertas ante la inédita situación. Carrefour lo hizo antes, El Jamón de esta plaza de Santa María, estaba justo cerrando sus puertas en ese momento. Mari Carmen Fopiani, la encargada, así lo decidía ante la imposibilidad de comunicarse con sus superiores. “A ver, tengo a gente dentro esperando a que les cobre, pero visto que esto no vuelve, les voy a tener que decir que se vayan”, adelantaba.
En la puerta de ese supermercado, varios son los vecinos del barrio que elucubraban causas y culpables. Trump ganaba enteros frente a Putin en esta improvisada porfía y el ciberataque se daba por hecho incluso antes de que el presidente de la Junta de Andalucía verbalizara la hipótesis horas después. “Ese es el hijo de p... del americano, seguro vamos”, una de las señoras de la reunión aseveraba la afirmación, como si acabara de salir del Consejo de Seguridad del Estado, mientras era secundada por el foro improvisado que iban cargadas de pan y productos necesarios para ir tirando. En Chemari, por cierto, en la calle Sopranis, se ha acabado. “Mira que tenía pan hoy, pues en cuanto ha cerrado el Carrefour, todo el mundo para acá y me han dejado sin ni una barra”, confirmaba en su puerta el comerciante que se estaba decidiendo también a cerrar.
Esta medida también fue tomada por algunos comerciantes y hosteleros a lo largo de la tarde. En la calle compañía, por ejemplo, sobre las cinco de la tarde, no había comercio que tuviera sus puertas abiertas. También se dio la circunstancia de pequeños supermercados que optaron por mantener su barajas subidas pero atendiendo a la clientela en la puerta. Medidas quizás, para evitar el pillaje, como la tomada por El Corte Inglés, abierto, sí, pero con un buen destacamento de policías nacionales en sus puertas.
Otro Cuerpo, el de los agentes locales, se encargaron durante toda la jornada de regular el tráfico rodado. Especialmente, intensa fue su labor en los cruces más complicados de la Tacita, algunos de ellos, incluso, clausurados, como el que desde la Puerta de Tierra se dirige al Campo del Sur.
Además, debido a que el Ayuntamiento de Cádiz decidió activar el Plan Municipal de Emergencias, se redobló la presencia de la Policía Local manteniendo el turno de mañana y adelantando la entrada de los agentes asignados al turno de tarde.
En cuanto a los transportes públicos, los autobuses urbanos funcionaron con normalidad, mientras que la estación de tren de Cádiz sí dejó imágenes e historias más peculiares. Así, los invitados a una boda en la ciudad procedentes de Navarra y Zaragoza no pudieron tomar el Alvia de las 13.30 a Madrid y soportaban, como podían, fuera de la estación el castigo del lorenzo, especialmente implacable durante el mediodía de ayer.
Esta misma situación, quizás más complicada, la vivieron algunos gaditanos que tomaron el tren con dirección Jaén que salió de la capital gaditana a las 10.50. El convoy encontró el corte de luz justo antes de llegar a la estación de Santa Justa de Sevilla, que no pudieron alcanzar hasta una hora y algo después, tiempo que estuvieron encerrados en el tren y, prácticamente, incomunicados al estar caído el servicio de telefonía.
De vuelta a la geografía gaditana, este corte de la red eléctrica, telefónica y de internet, se soportaba como se podía. En las terrazas y bares, como decimos, la extraña situación se soportaba con estoicismo, siempre que la cerveza estuviera fría...
En el Café Salón Bahía, Juan Carlos de La Luz –“¿De la luz?, vaya apellido el tuyo par aún día como hoy, quillo”, acertaba un parroquiano– era de los que aguantaba el tirón con su establecimiento abierto. “La cerveza está fría, tenemos cositas para sacar, de momento, seguimos, con pago en efectivo, claro, pero hasta que tengamos cosas, seguimos”, explicaba el hostelero, con la misma filosofía que en el vecino El Chicuco o en los bares de la calle Palma, en el barrio de la Viña.
Sin embargo, en El Pópulo muchos fueron los establecimientos que optaron por cerrar o por servir solo las tapas en frío. En esta situación, mandaron las cocinas con fogones. “Es que muchos tienen vitro y microondas, con lo que nada”, apuntaba Antonio Gallardo, buen conocedor de la realidad de este barrio.
De manos más atadas se encontraban en el mostrador de información del centro sanitario de La Merced donde, eso sí, nos tranquilizaban asegurando que “aunque no se pueden hacer tramites administrativos, la plantilla de médicos está al completo y atendiendo y, por supuesto, se atenderán las urgencias”.
La preocupación también se extendía por las puertas de los colegios. No fueron pocos, ni muy tranquilos, los padres y madres que acudieron a las puertas de los centros educativos antes de la hora de la salida. Con todo, en los momentos que se fue restableciendo el servicio de telefonía e internet en los los móviles, los ánimos se iban calmando. La ecuación es fácil de seguir, a más información circulando, más tranquilidad para todos.
De hecho, en cuanto se supo durante la tarde que todos los servicios regresaban a la vida en algunas zonas del país, el ambiente se fue relajando. Sobre las 21.00 horas, Cádiz comenzó a respirar y, aunque desde el restablecimiento del suministro de luz se produjeron cortes momentáneos e intermitentes, a las 21.15 horas el alcalde de la ciudad, Bruno García, enviaba un comunicado donde confirmaba que, efectivamente, ya había “electricidad en toda la ciudad”. “Estaremos atentos a restablecer el tráfico, los semáforos, los sistemas de telefonía y demás situaciones que hay sociales para intentar que el regreso a la normalidad sea lo antes posible”, daba tranquilidad el primer edil que también confirmó que “afortunadamente no ha habido accidentes”.
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