Extraordinaria corrida la celebrada el domingo en la plaza de El Puerto y que servía para la retirada de Rafael el Gallo de la afición gaditana. Algunos dudaron de la presencia de su hermano Joselito, el Pitágoras del arte taurino, pero llegó poco antes de la corrida conduciendo un automóvil de Pablo Romero. Con los hermanos Gallo compartió cartel Isidoro Martí Flores. El ganado, de Carmen de Federico, con más bravura que poder mataron ocho caballos.

Rafael estuvo colosal. Se retira y se lleva la llave de la gracia ante los toros. Toreó bien en todos los tercios y hasta mató de manera colosal. Serpentinas y revoleras con gracia única; pases de pecho, por alto, por la espalda, molinetes y se llevó cuatro orejas y un rabo.

Flores cumplió y se llevó una oreja. Joselito, maestro como siempre, pero tal vez no quiso apretar en la despedida de Rafael.

Una tarde colosal. ¡No se vaya usted, insigne calvo!