El Matagorda estuvo ayer a punto de naufragar en la bahía con más de 500 obreros a bordo.

Como era sábado, en la factoría de Matagorda terminaron los trabajos a la una y media. A esa hora salió para Cádiz el Matagorda con el primer turno de trabajadores. Cuando se aproximaba a Cádiz se rompieron los guardines del timón y el vapor quedó a merced del temporal, que comenzaba a soplar con fuerza. El barco, poco a poco, se dirigía hacia los malecones exteriores del muelle, mientras hacía sonar la sirena en busca de auxilio. Gracias a la pericia del patrón y sus tripulantes el barco pudo mantenerse a flote. Debido a los bandazos, los bancos de cubierta del Matagorda fueron arrancados de cuajo. Afortunadamente, el pesquero Juanita pudo acercarse y largar un cabo. El vapor Angela Comes y el de los prácticos colaboraron en el rescate. Los familiares de los obreros esperaron angustiados en el muelle la llegada del Matagorda.