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Cádiz

125 años llenando la hucha

  • En 1884 se inauguraban las oficinas del Monte de Piedad y Cajas de Ahorros de Cádiz, abierta entonces en el número 11 de la calle Isabel La Católica

El 15 de agosto de 1884, día de la Asunción, se inauguraban las oficinas del Monte de Piedad y Cajas de Ahorros de Cádiz, abierta entonces en el número 11 de la calle Isabel La Católica.

Había amanecido aquel día presagiando el calor que luego confirmarían los 30 grados que hizo en Cádiz esa jornada. A las dos de la tarde se procedió a la solemne inauguración. Ese año se termina de urbanizar la plaza de Candelaria.

Diario de Cádiz destacó hace 125 años la plantilla del personal que iba a prestar servicio compuesta por el subdirector Juan García de los Ríos; tasador de joyas, Sibello; tasador de ropa, Ayora, además de dos auxiliares y el portero del edificio.

La nueva caja, por la generosidad y desprendimiento de Diego Fernández Montañés, ilustre gaditano que demostró un gran cariño a su tierra natal, afrontaba una dura tarea para atender muchas necesidades.

Superados los complicados trámites burocráticos de su puesta en marcha, comenzó a funcionar con el impulso de los fondos de Montañés.

Según publicó este periódico, la inyección que mantuvo la esperanza fue la que aportó Joaquín María Bremón, testamentario de Montañés, que allanó dificultades y facilitó una primera cantidad efectiva de 200.000 pesetas, aunque con un gravamen: "el dos por ciento que de él ha de distribuirse todos los años en dotes, cuando menos, de cinco mil pesetas cada una, para doncellas pobres que tomen estado", según la Memoria de la creación.

Los primeros pasos fueron un éxito, porque apenas diez meses después, la caja había atendido 13.574 empeños, por un total de 346.320,25 pesetas, de los que 5.633 era de alhajas y los 7.941 restantes de ropa. Los desempeños fueron 4.291, por 112.176 pesetas. Además hubo 120 subastas de efectos empeñados, que representaron un total de 856,25 pesetas.

El número de impositores -los primeros ahorradores, que en la terminología de la época de denominaban "imponentes"- fue de 229. A la fecha del cierre del primer ejercicio, el 30 de junio de 1885, los depósitos alcanzaron las 87.773,55 pesetas y los intereses que entraron a formar parte del capital fueron de 1.288,85 pesetas, el saldo a favor de los "imponentes" fue de 76.594,78 pesetas.

Montañés también crea, para los hombre de la mar, la caseta de salvamentos de náufrago en la calle Sacramento y contribuyó con su fortuna a la construcción de diques, dársenas, los muelles de San Carlos, del 'Martillo' y de Puntales.

El consejo de administración acordó colocar en la oficina en lugar preferente, el retrato del insigne benefactor, a fin de perpetuar su memoria.

El reglamento del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Cádiz se aprobó por Real Orden de 23 de septiembre de 1883.

En su artículo cuarto se señala: el Monte de Piedad no empezará a funcionar hasta que cuente con un capital efectivo y disponible de ciento veinticinco mil pesetas, en conformidad a las bases aprobadas en Real Orden de 22 de agosto de 1882", mientras que el artículo siguiente indicaba que "La Caja de Ahorros empezará sus operaciones el mismo día que se señale para la inauguración del Monte de Piedad".

El capítulo segundo se dedicaba al Monte de Piedad, regulando su funcionamiento. Los préstamos los haría a un interés del 6 por ciento anual, medio punto mensual, con la garantía de alhajas, ropas de seda, hilo, algodón y lana sin usar y usadas, siempre que se conserven en buen estado y sean de fácil salida o enajenación.

Los plazos de empeños de alhajas y efectos eran de un año; y los de ropa, solamente duraban seis meses. Si el empeñista, en ese plazo, no desempeñaba la joya o vestuario empeñado, se subastaba la prenda.

Las imposiciones de los ahorradores no podían ser menores de una peseta ni mayores de 250.

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