Navidad

Los ancianos de la Residencia Fragela representan un Belén Viviente

Las pastoras tocando la pandereta.

Las pastoras tocando la pandereta. / Lourdes de Vicente

La Virgen y San José. La Estrella de Oriente. Los Reyes Magos. Los pastores. El ángel anunciador. César Augusto y hasta la mula y el buey. Todos ellos estaban presentes en la piel de los residentes y usuarios de la Residencia y Unidad de Estancia Diurna Fragela, que en la mañana de este viernes 23 de diciembre han representado un Belén Viviente entre sus familiares y amigos.

Una bonita y emocionante iniciativa para vivir estas fechas tan entrañables de una forma muy distinta a la que están acostumbrados: siendo los protagonistas de la Navidad. El patio de la residencia y dos salas acogían las distintas escenas: desde la anunciación del arcángel San Gabriel a María a la visita a la prima Isabel, el edicto de César Augusto, la búsqueda de posada, el anuncio a los pastores, el nacimiento del Niño Jesús en el pesebre y la llegada de los Reyes Magos. Todas ellas estaban interpretadas por los residentes y usuarios del centro, quienes encarnaban a los personajes con el apoyo de los trabajadores del mismo.

Pablo Otero, director de la residencia Fragela, explica que “hemos querido escenificar un Belén Viviente que llevamos bastante tiempo preparando. Ellos han memorizado un poco los textos, los familiares se han involucrado mucho trayendo los disfraces y lo hemos ambientado en el recorrido que hicieron María y José, para lo que hemos utilizado el patio central, una salita de estar y el salón de actos, que es donde se encuentra el Nacimiento”.

De 11.00 a 12.30 horas no paraban de llegar familiares y amigos de los ancianos, quienes contemplaban sonrientes las escenas. Entre 30 y 40 personas han formado parte de esta iniciativa, “que llevan preparando varios meses. Están muy emocionados, sobre todo por la visita de sus familiares, y por ser Navidad, ya que ellos tiene mucha fe y querían vivir en primera persona el nacimiento de Jesús”, señala Pablo.

Una residente observa el portal. Una residente observa el portal.

Una residente observa el portal. / Lourdes de Vicente

En cuanto a quien pondría cara a cada personaje, tanto la Virgen María como José estaban claros desde el minuto uno. “Ha habido voluntarios para encarnar a algunos personajes y otros sabíamos perfectamente quienes iban a ser. Es la primera vez que llevamos a cabo el Belén Viviente, pero es una idea que ya teníamos en mente. Se nos ocurrió al equipo técnico, la terapeuta, la educadora social, la fisioterapeuta y a la coordinación y dirección, pero no es solo trabajo nuestro ya que los familiares también tienen que implicarse”, cuenta el director del centro.

Las caras de los residentes y usuarios mientras cantaban villancicos y tocaban la pandereta creaba una magia especial en el ambiente y contagiaba a todos los que se acercaban. Unos momentos únicos, que, además, revierten en salud para los ancianos. “En esta hora y media entran en juego la actividad, el dinamismo y mucha emoción, por lo que se estimulan y participan en un acto en el que son protagonistas y que les hace muchísimo bien”, resume Pablo.

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