El conserje les toma cada mañana la temperatura antes de entrar. Es el protocolo por el Covid-19 que se aplica a un grupo de niños que sigue dando clases en verano. En el CEIP Profesor Juan Carlos Aragón son 40 los alumnos que desde el 1 de julio participan en el Programa de Refuerzo Estival organizado por la Consejería de Educación, al que también se han acogido en la capital los centros Celestino Mutis y Carlos III. Los últimos meses de curso, con el confinamiento, afectaron académicamente a muchos niños y niñas que pueden ahora recuperar enseñanzas. A la vez, sus padres pueden conciliar trabajo y familia.

“Tenemos alumnos no solo de este centro, también de otros, incluso concertados, y hasta uno de San Fernando”, indica Miguel Ángel Guillén, director del Profesor Juan Carlos Aragón. La jornada, de lunes a viernes, es de 9.00 a 14.00 horas. “Son 40 niños en cuatro grupos: uno de 1º, otro de 3º, otro mixto de 2º, 3º y 4º y otro de 5º y 6º. No hay más de 10 niños por grupo”, explica.

Profesor Juan Carlos Aragón, Celestino Mutis y Carlos III, los centros que se han acogido al programa

Sin aglomeraciones. Las aulas son “muy amplias”, de cuando la ratio era una palabra del futuro. “Con más de un metro y medio entre pupitres no hacen falta mascarillas, aunque sí se las ponen cuando trabajan en grupo”, indica Guillén. La limpieza la contrata el colegio y luego le abonará el dinero la Junta. “Tenemos dos limpiadoras de siete de la mañana a dos de la tarde. Cuando entran los niños ya está todo desinfectado. Los baños se desinfectan cada vez que son usados por algún alumno”, cuenta el director.

El colegio ha comprado también alfombras desinfectantes. Educación ha facilitado mascarillas y geles hidroalcohólicos, con un dispensador en cada aula. “El profesorado y yo nos hemos hecho las pruebas del Covid-19. Toda precaución es poca”, apunta Guillén.

En lo puramente académico la Delegación Territorial de Educación aporta material didáctico adaptado a todos los niveles educativos. El Refuerzo Estival se realiza con tres profesores del Juan Carlos Aragón y otro venido de fuera.

El Programa ha venido acompañado de un fuerte calor, pero las clases de este colegio, el antiguo Andalucía, están climatizadas. “Cambiamos los horarios en función de la temperatura, para que en educación física los niños no lo pasen mal en el patio”, advierte el director.

El CEIP Profesor Juan Carlos Aragón es uno de los 29 centros participantes del Programa de Refuerzo Estival en la provincia de Cádiz. Esta iniciativa, puesta en marcha por la Consejería de Educación y Deporte el pasado curso, tiene como objetivo combatir el fracaso escolar, además de ser una medida paliativa para el alumnado que haya podido tener dificultad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, como consecuencia del cierre de los centros educativos por el decreto del Estado de Alarma por el COVID-19. La finalidad del programa, según la Consejería, es “la mejora de las habilidades y actitudes asociadas a la lectura, al razonamiento matemático y lógica matemática y a la adquisición de destrezas lingüísticas y lengua extranjera inglesa, combinado todo ello con la práctica deportiva, los hábitos saludables y las actividades de ocio”. Se trata además de que “el alumnado adquiera hábitos de organización y trabajo así como técnicas de estudio”.

En la provincia son casi 200 los docentes que atienden a los 1.138 alumnos todo el mes de julio. El programa es impartido por los docentes de los cuerpos de Maestro y de Secundaria, tanto profesores funcionarios de carrera, en prácticas como interinos, que cuentan con las habilitaciones necesarias para las materias incluidas en el programa. Los maestros y profesores seleccionados reciben una gratificación que asciende a 30 euros por cada hora de docencia directa con el alumnado.