Altadis pasa a la historia en Cádiz al ocupar ya la Zona Franca el 71% de su suelo

La llegada de Dreexo Energy utiliza un tercio del terreno industrial de la antigua fábrica de tabacos

Fran González: “Ha funcionado nuestra activa política comercial”

Altadis desmantela su fábrica gaditana

El día de cierre de Altadis en Cádiz, en 2013.
El día de cierre de Altadis en Cádiz, en 2013. / Román Ríos

La Zona Franca de Cádiz ha acelerado en los últimos cinco años la reordenación del inmenso suelo que en su día ocupó Altadis, la última fábrica de tabacos de la ciudad.

Lo que en su momento se planteó como un polo de desarrolló para el Consorcio, teniendo en cuenta que el suelo del recinto fiscal ya estaba casi agotado, se convirtió en una carga económica para una institución pública que ya soportaba una elevada deuda, por fracasos de gestión en el pasado. Reurbanizar todo este suelo, con más de 150.000 metros cuadrados de superficie, ha supuesto una inversión extra que se ha contado por millones, pues ha sido necesario mejorar las instalaciones de servicio en todo este extenso terreno.

Todo ello ha supuesto un largo proceso al que se ha unido la búsqueda de empresas interesadas en ubicarse en Cádiz. Interesada y con garantías, porque desde un principio el delegado de la Zona Franca, Fran González, dio órdenes de controlar al extremo las negociaciones con futuros clientes. Se ha tenido en cuenta fracasos de anteriores etapas, cuando se anunciaba la llegada de grandes empresas cuyas expectativas pronto se desinflaban.

Estos controles extras han permitido cerrar con garantías el desarrollo de este último suelo industrial que queda en el término municipal de la capital.

Con la anunciada llegada de Dreexo Energy, con una inversión prevista de 27 millones de euros para la instalación de una planta de producción de biocombustible, el Consorcio alcanza ya una ocupación del 71% del suelo de la antigua fábrica de tabacos de Altadis. El nuevo complejo ocupa una inmensa pastilla en la trasera de estos terrenos.

“La activa política comercial que se está llevando a cabo está ofreciendo resultados muy positivos con la incorporación de empresas altamente cualificadas e innovadoras, que ejercerán de motor y revulsivo para toda esta área. Hay que tener en cuenta como hecho significativo que en menos de tres años hemos sido capaces de alcanzar una ocupación del 71%”, destaca a este diario Fran González.

Resalta que en este tiempo, el área comercial del Consorcio ha atraído hasta el suelo de Altadis a diversas empresas e instituciones.

Así, aquí trabaja ya el Grupo Marítimo del Estrecho y Centro de Perfeccionamiento del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que ocupa el conocido como Edificio en Cruz (2.517 metros cuadrados de superficie); Dragados Offshore (con 13.500 metros cuadrados de suelo ocupado); Raspa (2.120 metros cuadrados) y Elecam (3.688 metros).

La nueva firma que ahora se anuncia se instalará en los terrenos que quedaron vacíos tras el desmantelamiento de los almacenes mecanizados, en un trabajo también costoso para la Zona Franca que se ejecutaron hace unos años. La previsión es que cuando esté operativa a finales de 2026 se creen 50 empleos, que se unirán a los que ya trabajan en las restantes empresas ubicadas en este suelo.

La planta de Altadis cerró sus puertas en 2013. Más de una década que resalta el complicado proceso de su urbanización que ha ido acumulando todo este inmenso suelo.

Lleno el recinto fiscal histórico

El éxito del plan de desarrollo de los terrenos de Altadis, donde ya apenas queda un 29% del suelo por ocupar, pone casi a cero el espacio que le queda libre al Consorcio de la Zona Franca en la ciudad donde nació hace casi un siglo.

El histórico recinto fiscal, al que en su día se le unió el terreno adquirido a Altadis, tiene puesto el cartel de completo. No hay ningún metro libre, todo a plena actividad, con lo que ello supone de creación de empleo y expansión económica de la ciudad y su entorno. Además, si se produce una salida de alguna de las firmas ya ubicadas en el recinto, rápidamente es ocupado pues hay una “lista de espera” de empresas interesadas en situarse en el Consorcio o de otras, ya existentes, con posibilidades de expansión.

Junto a ello, la Zona Franca dispone de un porcentaje muy limitado de suelo en el polígono exterior. Aquí ya se trabaja en el desarrollo de la economía azul, con Incubazul. Un complejo con una gran proyección de futuro que se une, también en suelo del Consorcio, proyectos para una residencia de estudiantes y de un nuevo hotel, equipamientos que abren la posibilidad de la necesaria reconfiguración de este polígono. Zona Franca también hace una apuesta clara por el proyecto de Lógica en Puerto Real.

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