Vuelve la obligación de ir a misa los domingos en la Diócesis de Cádiz y Ceuta. Una vez finalizado el estado de alarma, el obispo Rafael Zornoza ha decidido levantar el precepto dominical, animando a los fieles "a la participación en la celebración de la eucaristía y de la confesión sacramental", según ha trasladado el nuevo vicario general, Óscar González, en su primer escrito público.

Para facilitar este regreso de todos los fieles a las iglesias, Zornoza ha indicado a los párrocos y sacerdotes que "faciliten el acceso a los templos y el restablecimiento de las actividades pastorales propias, cumpliendo con las medidas de seguridad sanitarias vigentes".

Y en relación a esas medidas establecidas, recuerda lo publicado en el BOJA el pasado 19 de junio, que establece que debe respetarse las distancias interpersonales en el interior de los templos, colocando en lugar visible el aforo máximo permitido; que hay que organizar los accesos y salidas para evitar aglomeraciones; que deben disponerse geles hidroalcohólicos para los asistentes; o que tiene que eliminarse el agua bendita o las abluciones. Además, en relación al culto público, la norma establece que serán las autoridades municipales las que decidan su autorización, señalando que deben establecerse "las medidas necesarias para procurar mantener la distancia de seguridad interpersonal o, en su defecto, la utilización de medidas alternativas de protección física con uso de mascarilla".

La decisión del obispo de Cádiz contrasta con lo adoptado en otras diócesis, donde se ha mantenido la dispensa dominical durante todo lo que resta de este año 2020.