Vivir en el palacio del Virrey Laserna

La casa que hoy mostramos es el Palacio del Virrey Laserna, conocida también como la casa del conde los Andes, ubicada en Jerez de la Frontera. Esta casa de estilo neoclásico con reminiscencias de épocas anteriores es un reflejo del antiguo estilo de vida de la aristocracia andaluza. El edificio es actualmente la casa de la familia Moreno y Landahl. La casa, con una superficie de 3.000 metros, se encuentra repartida en una planta baja con los jardines y otras dos superiores. En la baja, entre las principales estancias, se sitúa el patio de vidriera, galerías y salón de los tapices, en la primera se encuentra entre sus dependencias el comedor, la biblioteca y diferentes salones y los dormitorios con sus baños y zona dedicada al servicio.

En la planta baja un patio cubierto con una vidriera que representa el escudo familiar da la bienvenida, junto con un conjunto de columnas italianas del siglo XVI y unos zócalos en colores azules y blancos de Triana. Entre el mobiliario que lo ocupa se encuentra un bargueño del siglo XVII junto a un reloj inglés de la época de Jorge III. Entre los cuadros de esta estancia se encuentran pinturas de Valdés Leal, Cabral Bejarano y Barrón, así como una escultura de Pérez Comendador. Una galería con el suelo de Triana comunica con el jardín de la casa. En esta galería se ubican diferentes cómodas de madera nobles, mesas de San Antonio y Bargueños, junto con cuadros de escuela sevillana. Entre sus objetos decorativos destaca en el interior de una vitrina un bonito misterio de procedencia familiar de final del siglo XVIII.

Otra de las estancias de la planta baja de la casa, es el salón de los tapices, que lo preside una pareja de tapices flamencos del siglo XVII. Entre los muebles que ocupan esta estancia se halla una mesa francesa sobre la que se apoya un reloj francés de principios del siglo XIX. En uno de sus laterales se expone una vitrina y en su interior una original escultura en madera que representa a dos gallos de pelea, fechada en 1862 y firmada por Gueret.

El jardín es otro de los lugares más vividos de la casa. Un brocal de mármol del siglo XVIII ocupa la parte central del jardín con diferentes bancos con azulejos de la época. Todo ello, junto con sus herrajes y balcones, conserva el ambiente decimonónico de su época.

Una escalera de mármol con unas barandas en madera noble comunica con la planta principal de la casa. En los laterales de las escaleras cuelgan una pareja de cornucopias del siglo XVIII, junto con reposteros con escudos de armas de la familia. Y en sus esquinas, una pareja de ángeles torcheros italianos de madera.

En la planta principal se ubica el comedor, otras de las estancias más frecuentadas de la casa. Todas sus paredes conserva el tapizado de damasco del siglo XIX. Una mesa inglesa de caoba para 26 comensales, junto con una sillería de estilo Chippendale protagoniza la parte central del comedor. Un grupo de trincheros junto a una gran chimenea ornamenta parte del espacio junto con numerosas piezas y objetos de plata de diferentes épocas. De su techo cuelga una lámpara de cristal de la Granja que ilumina el espacio descrito. Pinturas de Snyders, Esteve, Iriarte, Gutiérrez e l Vega y Arellanos cuelgan de sus paredes.

El salón de invierno lo protagoniza una alfombra de la cartuja de Miraflores. En uno de sus laterales se ubica una chimenea de madera de finales del siglo XIX, sobre la que se apoya una pareja de tibores de Delft.

También en estas plantas se encuentra el fumoir, salón de música y salón amarillo, todos ellos decorados con retratos de personajes históricos de las diferentes generaciones de la familia. También en esta planta se encuentra la biblioteca con una gran variedad de libros con una temática muy diversa.

El cariño de las diferentes generaciones de la familia a la casa y a la historia queda reflejada en los diferentes espacios y estancias del edificio.