La grieta se sigue abriendo en el muro levantado tras las últimas elecciones entre Izquierda Unida, Podemos y distintas mareas o partidos minoritarios entre los que se encuentra la Izquierda Anticapitalista que tiene a Teresa Rodríguez y a José María González como principales referentes en Andalucía y Cádiz, respectivamente. Tanto, que actualmente la sociedad entre ambas fuerzas solo se mantiene en el Ayuntamiento gaditano, con Martín Vila como único asidero de Kichi a Izquierda Unida.

Después de lo ocurrido en el Parlamento andaluz con Teresa Rodríguez, el alcalde de la ciudad y el propio Martín Vila salieron al paso para garantizar que esa fricción autonómica no empañaría el buen resultado que hasta el momento está dando el Ayuntamiento de Cádiz. Pero las diferencias políticas entre el partido (o pensamiento político) de Rodríguez, rotundamente apoyadas por José María González, e Izquierda Unida han cobrado fuerza desde que el viernes pasado se escenificara la ruptura en Diputación que el lunes confirmaba la dirección provincial de IU.

Pese a ello, en San Juan de Dios siguen hablando de normalidad en las relaciones y de disposición en mantener el actual escenario de apoyo y trabajo conjunto; aunque las partes trasladan cierto recelo, cierta inseguridad o cierta desconfianza. “Mientras la otra parte no cambie”, suele ser la coletilla empleada en ambos lados de este matrimonio de izquierdas que tiene en Cádiz su último cantón.

El propio Martín Vila seguía apostando por “proteger un gobierno local de izquierdas y social que pensamos que sigue siendo muy útil y necesario”. “Desde IU seguimos trabajando duro, codo con codo con los compañeros de Ganar Cádiz en un proyecto de unidad con la base del diálogo, el respeto a todos los integrantes y el cumplimiento de los acuerdos”, añadía el concejal de Urbanismo, Movilidad y Memoria Democrática y uno de los hombres fuertes del gobierno de José María González.

En la misma línea se manifestaba el entorno del alcalde, que mantenía la apuesta del escenario actual de “entendimiento del pensamiento plural desde la izquierda”, por lo que aseguraban que por parte de Kichi “no va a haber ningún tipo de alteración” en las relaciones con el hombre de Izquierda Unida en Cádiz capital.

Es más, tanto Kichi como el propio Martín Vila hablan incluso de reconducir la ruptura que se ha producido en el grupo de Diputación. “Aún hay posibilidades de retomar el entendimiento”, trasladaban fuentes próximas al alcalde de Cádiz; para lo cual Vila recomendaba a González que “como actual portavoz del grupo se reúna cuanto antes con la dirección provincial de IU”. “El diálogo es indispensable para no seguir empeorando las cosas, y desde las formaciones políticas de izquierda, ahora más si cabe en plena crisis social y sanitaria, hemos de dejar la confrontación y trabajar por la unidad”, reclamaba Vila, que ante lo ocurrido en Diputación trasladaba su apoyo al parlamentario Hugo Palomares, que el viernes se convirtió en la voz discordante de un grupo provincial que, al igual que ocurrió en Andalucía hace unas semanas, saltó por los aires.