Cádiz

Vendedores ambulantes de Santiago acusan al gobierno local de no escucharles

  • Reclaman seis licencias para comerciar y el Ayuntamiento les responde que la concesión de las mismas pende de un concurso público

Los vendedores ambulantes de Compañía y Santiago prometen dar guerra al Ayuntamiento de Cádiz. El objetivo perseguido no es otro que hacerse con seis permisos para comerciar en dichas vías. El problema está, según el Ayuntamiento, en que habría que crear un mercadillo, dado que la zona de Compañía no dispone de tal catalogación, y convocar un concurso público. Una opción que por ahora no se contempla.

Durante la mañana de ayer, varios miembros de este grupo se manifestaron a las puertas del Consistorio con la mira puesta en la concejala de Fomento, Laura Jiménez, a quien acusan de no atenderles. Según relatan desde el colectivo a este diario, la interacción con el gobierno local es escasa y resaltan que seis meses después de reunirse con el alcalde apenas ha habido avances en sus demandas. "Han aprendido a mentir, se están metamorfoseando en aquello que decían combatir", comentan.

No obstante, fuentes municipales afirman que Laura Jiménez se ha visto hasta tres veces con los denunciantes y que en dos de ellas estuvo presente el alcalde de Cádiz, José María González. "Queremos la licencia para trabajar como personas normales, queremos salir de la economía sumergida", esgrimen.

Asimismo, se quejan de un mayor control policial en las calles. Una circunstancia que desde el Ayuntamiento explican que depende del número de denuncias interpuestas por los particulares. En un momento en el cual el distanciamiento entre vendedores y gobierno local es más acuciante, los miembros de este colectivo se escudan en un informe de Protección Civil que les es favorable para situarse en Compañía y en las firmas de apoyo de los negocios de alrededor.

Sin embargo, desde el Ayuntamiento responden que no pueden otorgar a dedo los permisos y ofrecen como alternativa que estos comerciantes se acojan a una licencia artesanal y se asienten en los puestos de San Juan de Dios. Una solución que por el momento rechazan estos vendedores, quienes descartan pasar a ser considerados artesanos y seguirán luchando por establecerse entre Compañía y Santiago.

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