Raúl y Fernando son, además de valientes, andaluces. Fernando Martín es de Granada, pero Raúl de Frutos es de "cadi, cadi, cadi". No le basta con los dos "cadi" de rigor sino que necesita de un tercero para dejar claro que habrá estudiado en Madrid, completado su carrera y trabajado en Estados Unidos,  pero sigue soñando con volverse, en cuanto pueda, a su plaza de España de su alma.

Su vida sana les llevó a probar durante su estancia en tierras americanas una bebida allí de moda, aunque casi desconocida en España. Es la kombucha, una bebida que se hace con té, que es su ingrediente principal, pero que no sabe a té, según aclara este gaditano de 32 años. 

Y dicho y hecho, después de unos meses de pruebas, ensayos y un rápido aprendizaje, Raúl y Fernando, tuvieron la idea de volverse a España, más concretamente a Granada para, desde allí, fabricar y distribuir esta bebida de moda, con la que pretenden cambiar la industria nacional de las bebidas sin alcohol, donde hay pocas opciones al margen de los azucarados.

Raúl y Fernando comercializan su invento bajo tres sabores distintos

La base de su idea era esa. Estos dos ingenieros salían de sus trabajos, Raúl más dedicado a la industria tecnológica de la impresión 3D y Fernando, más orientado al sector aeronáutico, y se encontraban con ganas de tomar algo. Pero por su espíritu deportivo y sus gustos les atraía más tomar algo sin alcohol, rehuyendo de la coca cola. Ahí fue donde encontraron la kambucha.

En España, ese hueco en el mercado de las bebidas sigue existiendo, de manera que tuvieron la feliz idea de traerse su proyecto hasta Andalucía. Según cuentan, la kambucha, que ellos la están comercializando bajo la marca Víver, apenas tiene alcohol y azúcar (varían durante la fermentación), tiene burbujas naturales muy finas y no está pasteurizada.

"Vimos la necesidad de cambiar un poco los hábitos de consumo de bebidas en España. Se bebe mucho alcohol y cuando no nos apetece beber alcohol hay pocas alternativas", cuenta Raúl de Frutos.

Y desde Atafe, en Granada, fabrican y distribuyen esta nueva bebida, con la que "aún tardaremos en hacernos ricos". Optaron por invertir todos sus ahorros y lo que van ganando lo van reinvirtiendo, soñando con convertir esta bebida en una de las preferidas en territorio español.

Comenta Raúl que ahora el covid se lo está poniendo algo más complicado. "Al principio íbamos nosotros mismos representando el producto por los establecimientos, pero ahora lo hacemos por teléfono y vamos enviando pruebas a los potenciales clientes".

"Siempre cabe la posibilidad de expandirnos por Cádiz", deja entrever Raúl. De hecho lo decidieron poner en Granada porque la kombucha es un té fermentado y necesita mucha agua para hacerlo. Granada, a nivel logístico, está muy bien ubicada, y "hay mucha cultura del té aquí y el agua es de mucha calidad". 

En Cádiz tienen a una persona que se llama Cristina que lleva el tema del del marketing y después tenemos a otra persona, también de Cádiz, dedicada a ventas.

El gaditano Raúl, en la planta de fabricación de Atarfe, en Granada.

"Mi idea es llevar la producción desde Granada pero en Cádiz siempre intentamos tener al menos una pata de la empresa". Tanto es así, que en Cádiz cuentan con Cristina, que se dedica más al marketing y a otro chaval que se deica más a la venta.

"De todas formas, siempre hemos creído mucho en el trabajo remoto. Ahora se está viendo su funcionalidad en España con la pandemia pero en Estados unidos estábamos muy acostumbrados. Para nosotros, todo el trabajo que no obligue a estar físicamente en la fábrica, nos dan total libertad", señala Raúl de Frutos.

 En el proceso experimentado por estos empresarios andaluces, éstos agregan una serie de ingredientes (jengibre, cúrcuma, fresa, espirulina, hibisco...) que producen acabados diferentes a los productos que salen de la nave ubicada en el municipio de Atarfe. Su marca, Víver, se puede encontrar en el mercado con tres sabores diferentes: Original, exótica y Oceánica.

Ya había otros fabricantes en España, pero Víver ha nacido como un producto cuya proyección va más allá del sector bio o gourmet. Su idea, a través de la experiencia de marketing adquirida en el extranjero, es contribuir a que la kombucha se asiente en España como una opción para cualquier tipo de público que cuando piensa en tomar algo sin alcohol pueda elegir algo "rico y sano" a la vez.

Los beneficios de la kombucha que se predican son muchos, desde la buena digestión a la prevención de enfermedades importantes. El secreto está en la fermentación, lo que convierte el contenido de estas botellas en un producto "vivo". De ahí el nombre de la marca. 

Raúl y Fernando han asentado el negocio en una nave industrial junto a Mercagranada, desde donde ya sirven 6.000 botellas al mes a 300 puntos de venta de todo el país. En Cádiz, algunos de los establecimientos en los que ya se puede comprar Víver son La Sostenible, La Ventana Natural o Bendito Alimento. Además, se puede hacer pedidos desde su web.

"Es una historia de superación", explica Raúl, y no sólo por el difícil proceso de emprender, sino además por el momento escogido. En cuanto sacaron su primera bebida al mercado llegó la pandemia de coronavirus y el confinamiento, en marzo de este año. Esto les obligó a cambiar su estrategia y servirse del teléfono y los medios digitales para difundir su producto. Ambos esperan que, a la larga, su Víver se extienda y permanezca entre entre la gente mucho más que el innombrable virus.