25 de agosto de 1879. Telegramas recibidos desde Arcachon (Francia) indican que S.M. el Rey don Alfonso XII ha conocido a su futura esposa, la archiduquesa Cristina de Austria, y ha quedado sumamente complacido de la elección. Don Alfonso llegó a Arcachon en tren, acompañado del duque de Sexto, el conde de Murphy y Alonso Martínez, que subió al tren real en San Sebastián.

Una multitud imponente saludó al Rey de España al descender del vagón. Don Alfonso, muy sonriente y con el brazo en cabestrillo por un reciente accidente, saludó cordialmente a todos y partió hacia Villa Mónaco, su domicilio temporal en Francia.

Cientos de periodistas, españoles, franceses y austríacos, cubren el acontecimiento. A las siete y media de la tarde, don Alfonso y el duque de Sexto partieron en carruaje hacia Villa Belle Garde, la residencia de la archiduquesa Cristina. Una multitud de curiosos aguardaban a la puerta la llegada del Rey, que permaneció dos horas en el interior de la residencia de la familia real de Austria. A la salida de la entrevista no hubo declaraciones oficiales, pero se sabe que don Alfonso ha quedado muy satisfecho. La vida de la futura Reina de España en Arcachon es muy tranquila, pues apenas sale a la calle.

Desde París se ha enviado un piano, ya que doña Cristina es muy aficionada a la música.