Cádiz

Salvamento caletero en una fosa de cuatro metros

  • Agentes de la Policía Nacional, aprovechando el material personal de rescate de uno de ellos, sacaron de la oquedad a un joven de Jaén que había caído por accidente

Agentes de la Policía Nacional recrean el rescate de un hombre que había caído a una fosa inundable / Fito Carreto

En La Caleta, de noche, y si uno no conoce sus recovecos o no está familiarizado con sus rocas, hay que andarse con cuidado. Que se lo digan al joven de Jaén que en la madrugada del pasado domingo, alrededor de las 5.30 horas paseando junto a su pareja, cayó a una estrecha fosa inundable en la trasera del Puente Canal, junto al Castillo de San Sebastián. Suerte que cerca patrullaba un vehículo de la Policía Nacional, que llegó al lugar de los hechos poco después de que la acompañante del accidentado llamara al 091. Y más suerte si cabe que uno de los agentes, el gaditano Leo Leal, lleve siempre en el coche policial material de su propiedad para este tipo de situaciones. Bastaron un arné y una cuerda. Le acompañaba Miguel Ángel Sánchez, jerezano. Aunque están destinados en la Comisaría de Jerez patrullaban por Cádiz por distribución de efectivos.

“Bajamos y con la ayuda de mi compañero y de otros que llegaron pudimos sacar al joven.”, contaba en la mañana de este sábado Leo Leal recreando el rescate en el mismo lugar donde se produjo. “El agua le llegaba a la cintura y gracias a Dios cayó de pie y no sufrió heridas graves. Lo pudimos sacar en buenas condiciones. La profundidad le impedía escalar, porque a una cierta altura, de unos dos metros, la fosa está hueca y no hay paredes en los laterales. La marea estaba bajando, y eso también ayudó. Estuvo unos diez minutos en la fosa”, explicaba Miguel Ángel Sánchez. Dos indicativos policiales, uno de El Puerto y otro de Cádiz, acudieron para echar una mano. Porque como destacaba Sánchez “entre dos personas es complicado levantar a una persona en esas circunstancias”.

Los agentes que efectuaron el rescate señalan la zona en la que cayó el joven. Los agentes que efectuaron el rescate señalan la zona en la que cayó el joven.

Los agentes que efectuaron el rescate señalan la zona en la que cayó el joven. / Fito Carreto

Señalaba Leal que el joven presentaba “laceraciones en los codos por la caída en vertical. Le curamos las heridas y lo cubrimos con una manta térmica. El mayor riesgo era la hipotermia y lo acompañamos a su coche a cambiarse de ropa”. Este agente, hombre precavido, exponía que lleva siempre en el coche policial “una mochila personal con equipos de rescate, tanto sanitarios como de escalada, por eso actuamos rápidamente. Llevo ese material siempre por circunstancias que han ocurrido a otros compañeros, por servicios que vas escuchando, y también la experiencia de haber trabajado en Cádiz con Cruz Roja en Salvamento Marítimo o rescatar a personas atrapadas en inundaciones en Jerez”. Añadía Leo Leal que “simplemente con llevar ese arné con una cuerda ya es útil. A la Policía hoy por hoy hay que entenderla como un servicio de primer actuante. Llegamos casi siempre los primeros y en la mayoría de los casos no podemos actuar. Y yo me digo, ¿por qué esperar? Es material propio, pero no me importa utilizarlo y llevarlo siempre que estoy de servicio”.

El rescate fue un éxito. “Te vas a casa con la satisfacción del deber cumplido y sabiendo que hay una persona que está bien gracias a que uno ha hecho bien su trabajo”, concluía Miguel Ángel Sánchez.

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