Reabrir la Torre de Poniente requiere de una fuerte inversión

Lo que parecía que iba a ser un simple cambio de manos gestoras, un relevo al frente de la Torre de Poniente, parece que será una operación algo más complicada. El cierre del monumento que descubrió la ciudad en el año 2003 ante la marcha -por imperativo legal tras un largo proceso judicial- de la empresa Monumentos Alavista va a ser más largo que lo esperado en un principio. El estado en que ha quedado esta torre, según denuncia el propio Cabildo Catedral, hace ahora necesario realizar una importante inversión para poder abrir de nuevo sus puertas. Y en estos momentos eso no es viable para los canónigos, según ha señalado a este periódico el ecónomo, Balbino Reguera.

"Está en bastante mal estado", asegura Reguera, que indica que la solución que se le de a esta situación está todavía estudiándose por parte de los capitulares, quienes no contaban con este mal estado de una torre que ha sido desprovista de todos los elementos que posiblemente se han ido instalando en esta última década. "Hasta los cables de la luz se han llevado", sentencia Reguera para dar muestras de la situación.

Ante estos hechos, que se han conocido tras acceder los canónigos a la torre una vez que Alavista la desalojó en cumplimiento de la sentencia judicial, el Cabildo está sopesando una opción alternativa, que sería abrir al público la Torre de Levante (la del lado opuesto). Sobre esta propuesta, Balbino Reguera explica que actualmente y dadas las circunstancias ocurridas en el monumento que estuvo abierto al público hasta principios de este mes, la Torre de Levante "está en mejores condiciones que la otra". Esto es así porque aprovechando la restauración de las campanas que se efectuó en el año 2009 sirvió también para que el Cabildo realizara una pequeña inversión en el acceso a la torre para adecentar el recorrido que llevaba hasta el campanario. Por tanto, sería factible que esta torre, la más cercana al barrio de El Pópulo, pueda abrir al público en lugar de la que hasta ahora prestaba este servicio, la colindante con la calle Arquitecto Acero.

Esta torre, además, contaría con el atractivo de tener en su interior las campanas que actualmente están en activo, lo que pudiera ser un valor añadido. No obstante, esta opción también requeriría la realización de una serie de obras de adaptación, aunque de menor calado (según las previsiones de los canónigos) que las de la Torre de Poniente.

Por lo tanto, el Cabildo estudiará ahora la situación en ambos edificios y tomará la decisión que entienda más adecuada. Aunque eso puede demorarse en exceso dadas las circunstancias actuales y el revés que ha supuesto el mal estado en que ha quedado la Torre de Poniente, por la que los canónigos no descartan recurrir nuevamente a los tribunales.