Cádiz

Preparados ante las adversidades

  • 70 efectivos del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz han participado durante esta semana en Sevilla en un simulacro de terremoto

A las 7.17 horas del pasado lunes, un terremoto de 6,1 grados en la escala Richter asoló a la ciudad de Sevilla. Una catástrofe sin precedentes que se vio agravada por dos réplicas, una en Ceuta y otra en la propia capital andaluza, lo que ha obligado a activar el nivel 3 del Plan Estatal de Protección Civil, algo que sucedía por primera vez en Andalucía, por lo que el suceso ha pasado a tener interés nacional y el mando de las operaciones lo ha tenido que asumir la Unidad Militar de Emergencias (UME). Las cifras dan miedo: unos 150 muertos, más de 800 heridos y más de 12.500 personas desplazadas.

Sevilla ha sido escenario desde el pasado lunes 4 hasta el jueves 7 del Ejercicio Sur 16, el mayor simulacro de emergencia sísmica que se ha desarrollado hasta la fecha en España. Una actividad creada a partir de una situación verosímil en la que han participado en su desarrollo la Unidad Militar de Emergencias (UME), la Junta de Andalucía, el Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno de Andalucía. Más de 5.000 profesionales entre militares, sanitarios o bomberos han participado en esta práctica.

Entre ellos, 70 efectivos del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz, 19 de ellos del parque de la capital gaditana, han formado parte de este simulacro desde el pasado martes, una vez que se tuvo que reclamar la presencia de cuerpos de emergencia de toda Andalucía por la magnitud del seísmo, siendo declarado en ese momento de nivel autonómico.

Un ejercicio en el que, tal y como reconoció el jefe de la zona de la Bahía de Cádiz del CBPC, Ignacio Pérez Prado, se ha llevado a los bomberos "al límite" al planteárseles desde la UME multitud de situaciones extremas para participar en el rescate de heridos en los edificios. Incluso, han tenido que socorrer a personas tras caer un vehículo al río, en este caso simulado en una piscina. Para ello, los bomberos gaditanos han trabajado en dos localizaciones diferentes: el martes y el miércoles en el antiguo hospital militar San Pablo, en el barrio de Parque Alcosa, y el jueves en el antiguo cuartel Alfonso XIII.

Por los medios y las situaciones en las que han trabajado los 70 bomberos que se han desplazado a Sevilla divididos en tres turnos de unas 12 horas, la experiencia formativa ha sido importante, ya que se han planteado problemas que en las prácticas diarias no pueden realizar. "Era un seísmo devastador que había provocado daños muy importantes en los edificios y multitud de víctimas. Desde el primer momento pensamos que iba a ser un ejercicio muy interesante y, de hecho, se apuntaron 90 personas para participar", resaltó Pérez Prado.

Para la intervención en este simulacro, uno de los puntos importantes era la autosuficiencia de medios de los diferentes cuerpos de seguridad que han formado parte de él. Por ello, desde los distintos parques de la provincia de Cádiz enviaron cada día una dotación de 10 vehículos formada por un vehículo de rescate pesado, uno de rescate ligero, una bomba urbana pesada, dos de transporte de material, dos de transporte del Grupo Canino, dos de transporte de personas y uno de mandos.

En cuanto a las acciones desplegadas, el jefe de la zona de la Bahía de Cádiz, que estuvo al frente de las operaciones del grupo de 30 personas que se desplazó a Sevilla el pasado martes, relató que "la UME nos puso ejercicios en los que el escenario estaba formado por edificios colapsados en los que teníamos que salvar personas, que eran figurantes. Hemos tenido que localizar personas con los perros, apuntalar techos ante el riesgo de derrumbe o partir muros y forjados para poder acceder los sanitarios".

Junto a la acción pura y dura, también se han tenido en cuenta algunos factores humanos para hacer más creíbles las situaciones que se proponían. "Los militares han querido desbordarnos para que nos viéramos al límite. Hemos tenido ejercicios en los que hemos tenido que trabajar con familiares que querían entrar en los edificios o tener que prestar atención psicológica", aseguró Pérez Prado. Incluso, también han tenido que hacer las acciones de primeros auxilios a los heridos mientras que no llegaban los servicios sanitarios.

De hecho, resaltó el jefe de la zona de la Bahía de Cádiz que han sido unas labores "físicamente muy duras", pero que los trabajadores se han visto "muy satisfechos por el trabajo que han realizado. No querían relevarse porque estaban disfrutando de su trabajo. De hecho, casi ni comieron y eso dice mucho de los bomberos".

Todos los ejercicios han sido evaluados por trabajadores de la UME. Según Pérez Prado, "nos han felicitado por nuestro trabajo" en aspectos como la capacidad de resolución ante situaciones inesperadas.

Ahora, todo lo aprendido se debe aplicar al día a día de los bomberos en Cádiz, ya que estas prácticas van a servir, por ejemplo, para actuaciones en derrumbes en edificios. Aida Romero y José Manuel Guerrero, dos bomberos que participaron en este simulacro, recalcaron la importancia de esta actividad para su día a día, sobre todo a la hora de trabajar coordinados con otros servicios de emergencias. "No es lo mismo hacer las prácticas en el parque que en un terreno así y poniéndonos obstáculos nuevos y diferentes", dijo José Manuel.

De hecho, uno de los asuntos que más les han valorado ha sido la rapidez en las actuaciones. "Nos comentaron que tenían el pensamiento de ejercicios para unas tres o cuatro horas y que nosotros los hacíamos en hora y cuarto, hora y media o una hora. Incluso, hasta en tres cuartos de hora", señaló José Manuel.

Con todo, la experiencia ha sido muy gratificante para estos trabajadores al poder desarrollar sus capacidades en un escenario diferente al habitual, demostrando que están preparados ante cualquier adversidad.

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