La venta ambulante de productos alimenticios es una práctica que en la ciudad parece ir en aumento en los últimos tiempos. En uno de los sectores donde más se está haciendo notar este fenómeno es en el de la fruta y la verdura. Generalmente, esta venta se realiza desde el interior de vehículos (generalmente furgonetas), que a plena luz del día anuncian su actividad y sus ofertas mediante un altavoz por calles y barriadas de la ciudad, ante el perjuicio que ello supone para las fruterías que puedan existir en el entorno donde se produzca este hecho y el rechazo mostrado en reiteradas ocasiones por las asociaciones de comerciantes.

A raíz de un suceso ocurrido el pasado sábado, el Ayuntamiento ha anunciado la intención de la Policía Local de poner fin a esta práctica ilegal mediante la inmovilización de los vehículos que se utilizan. Es decir, se subiría un peldaño más en la lucha por esta venta ambulante, pasando de la posibilidad de incautar la mercancía (como ocurre actualmente) a intervenir el vehículo que se utiliza para ello.

Según han anunciado fuentes municipales, la Policía está estudiando "la viabilidad de la intervención e inmovilización cautelar de los vehículos empleados" para la venta ambulante itinerante, "al tratarse de una actividad nociva para el comercio local y cada vez más extendida", refrendan también desde San Juan de Dios.

Ciertamente, en los últimos tiempos el comercio viene denunciando esta venta ambulante itinerante de fruta y verdura, principalmente. Una de las zonas de la ciudad donde esta práctica está más extendida y es más habitual es la Barriada de la Paz y Astilleros, donde los comerciantes se quejan de la impunidad de este tipo acciones. Además, hace tan solo unos días la Unión de Comerciantes de Cádiz pedía el regreso de la Patrulla de Barrio de la Policía a extramuros, exponiendo como uno de los motivos principales de esta reivindicación un mayor control sobre la venta ambulante. "Los sábados y los domingos en el sector de la Barriada de la Paz hay como diez o doce coches con pasteles, fruta, verdura o pescado. Las tiendas de ultramarinos están muy preocupadas y lo hemos manifestado", decía al respecto el presidente de este colectivo, Salvador Muñoz.

El Ayuntamiento concluye que la inmovilización temporal del vehículo desde el que se desarrolle la venta ambulante "tiene como finalidad proteger al comercio local y evitar posibles riesgos para la salud por el consumo de alimentos no controlados".