Los vendedores ambulantes no lo tendrán tan fácil -a priori- el próximo Carnaval como lo tuvieron el pasado domingo durante la celebración de la Ostionada en la plaza de San Antonio y la Erizada en la calle de La Palma. La proliferación de puestos ambulantes ilegales en los alrededores de ambos eventos gastronómicos que anteceden al inicio del concurso de agrupaciones carnavalescas del Falla ha hecho saltar las alarmas ante esta práctica que además de peligrosa para la salud por la ausencia de todo tipo de controles sanitarios o higiénicos supone un ataque frontal a los establecimientos de hostelería y alimentación.

El Ayuntamiento reconocía ayer que efectivamente se había detectado un aumento en el número de vendedores ambulantes ilegales durante la jornada del pasado domingo. Y a pesar de que desde Policía Local se asegura que había varios agentes destinados a controlar esta práctica, apuntan de que se trata de actuaciones "complejas porque se producen en un contexto de celebración que concentra a mucho público". Por ello, anuncia la Policía Local que de cara al Carnaval "está previsto duplicar el servicio policial de control de esta actividad ilegal nociva para la salud".

La asociación de comerciantes Acecadiz fue la que hace unos días alzó la voz duramente contra el aumento de esta práctica, quejándose también de la nula actuación policial para evitarlo. Lo que más llamaba la atención de los comerciantes y hosteleros que se vieron afectados por la venta ambulante fue la diversificación de productos más allá de los ostiones y erizos que siempre se han vendido en esas celebraciones -aunque también de manera ilegal y sin control alguno-; así, se denunciaba la existencia de puestos vendiendo raciones de patatas aliñadas, de salpicón de marisco, bocadillos de tortilla o hasta un puesto que vendía tortillas de camarones que se freían al momento con un fuego y una bombona de butano.

A este respecto, fuentes municipales indican que el control de venta ambulante realizado por la Policía Local el domingo arrojó, entre otras actuaciones, la incautación de cuatro puestos ilegales de venta de alimentos y uno más de ropa falsificada en distintos puntos de la ciudad. En el caso de la ropa, se denunció un delito contra la propiedad intelectual; y sobre la venta de alimentos recayeron denuncias por infracción administrativa contra la ordenanza de comercio o venta ambulante.

Además de la venta ambulante, también se ocupó la Policía Local el domingo de controlar las barras o mostradores instaladas en la ciudad, que debían contar con autorización expresa del Ayuntamiento -como también denunciaba Acecadiz, que lamentaba el control sobre estas instalaciones y la permisividad con los puestos improvisados sobre mesas de playa en cualquier lugar de la vía pública-. En este sentido, informan desde la Policía que a primera hora del domingo se clausuraron un buen número de estas barras que no contaban con autorización previa.

Por tanto, se desprende que tras la inesperada proliferación de este tipo de venta ilegal de productos alimenticios coincidiendo con las fiestas carnavalescas del pasado domingo, la Policía Local incrementará la vigilancia de cara a las fiestas que arrancarán el 15 de febrero; algo que considera "necesario" dada la gravedad de esta práctica no controlada. No obstante, desde el cuerpo municipal de seguridad se advierte a la ciudadanía "de los riesgos para la salud de consumir productos alimenticios procedentes de la venta ambulante ilegal que no están sujetos a ningún tipo de control sanitario".

Y además, se recuerda que todos los años esta venta ilegal ocasiona varios casos de intoxicación alimentaria durante las fiestas de Carnaval, por lo que se insiste en pedir al público que no adquiera ni consuma este tipo de productos.