La vivienda que hoy se refleja en estas páginas es una vivienda muy singular tanto por su construcción, su ubicación y su decoración. Su propietario, el actor americano y productor de música electrónica Marco Dollenz, después de vivir varios años en la provincia de Cádiz, eligió la localidad de Conil para afincarse. La casa se encuentra ubicada en el barrio de pescadores. Tras adquirir la propiedad, reformó todo su interior, convirtiéndola en una acogedora casa con dos plantas. Ocupa una superficie de 75 metros cuadrados que se encuentran repartidos en un distribuidor, un salón, una cocina, un dormitorio, un baño y, aprovechando las alturas, dos altillos que se utilizan como zona de invitados.

Toda la vivienda la protagoniza la piedra ostionera de sus paredes que el propietarios ha ido buscando en diferentes lugares de derribos, junto con el suelo hidráulico, y las puertas, creando un lugar mágico.Para el suelo del distribuidor se utilizó la losa de Tarifa, que adquirió en un derribo, junto a ladrillos por tablas que se utilizan a modo de sobrepuerta. Este distribuidor conduce mediante diferentes puertas antiguas de pino, al dormitorio, al baño y al salón. Para sus techos también se han utilizado vigas de pino antiguas que se han adaptado junto a ladrillos antiguos.

El salón, junto con la cocina, es la estancia de la casa más utilizada, diseñada para grandes reuniones. La originalidad de sus paredes con sus pequeñas hornacinas, sus techos y sus escaleras crean una atmósfera muy especial. El propietario se ha inspirado en un estudio de música, para la decoración de este espacio. En la parte central se coloca una pequeña mesa marroquí de madera y metal, junto a un sofá de piel y otro de madera y rejilla, creando un espacio para tertulias . Un antiguo trillo de madera cubierto por un cristal se utiliza como mesa junto a cuatro banquetas creando un pequeño comedor que delimita con la cocina.

La cocina combina el mobiliario de madera con la encimera de mármol de Carrara. Para sus paredes se utiliza la piedra ostionera y el hidráulico para el friso de la parte superior de la encimera. Un antigua pieza de mármol de dos senos se utiliza como fregadero, tras adaptarlo al hueco. En todo este espacio descrito, aprovechando la altura de sus techos, se ubica unas escaleras de madera que conduce a una parte superior, donde se ha diseñado una pequeña zona para invitados. La iluminación que utiliza en los diferentes espacios son apliques realizados en hierro por su propietario con mensajes escritos en lengua árabe.

El dormitorio principal, al igual que las demás estancias de la casa, lo protagoniza la piedra ostionera junto con su suelo hidráulico. Una gran cama se ubica en su parte central utilizando una mesa vintage como mesa de noche. En una de sus paredes cuelga una pintura realizada por el propietario de la casa que representa la imagen de una diva.

El cuarto de baño también es obra de su propietario, destacando entre sus muebles un original lavabo de mármol apoyado sobre un mueble de hierro oxidado. Los materiales de hierro y mármol adquieren protagonismo, utilizándolos para diseñar en las diferentes estanterías elementos sanitarios y para delimitar la zona del retrete. Toda sus paredes se hallan recubiertas de azulejos hidráulicos con una cenefa con diseño grecorromano.

Una escalera de madera conduce a la parte superior, con una original puerta de hierro y cristal, la cual permite la entrada de la luz solar. Una mesa diseñada con hierro y una puerta antigua, junto con un conjunto de sillas, se ubica en la parte central de la terraza. Todo este espacio está protegido con una baranda de hierro con diseños geométricos fabricada con piezas de barco.

En toda la vivienda su propietario ha puesto en su diseño sus conocimientos de arte e historia, su creatividad e imaginación, logrando un lugar diferente en pleno Conil.