Un grupo de personas sin hogar de las que llevaban años viviendo en las Bóvedas de Santa Elena han vuelto a acampar a en uno de los fosos de las Puertas de Tierra, el más emblemático de los monumentos de la ciudad de Cádiz, que tiene declaración de Bien de Interés Cultural (BIC).

El regreso a los jardines que antiguamente ocupaba la guardería El Pelícano se ha producido tan solo días después de que el Ayuntamiento de Cádiz vallase el espacio existente entre las Bóvedas de Santa Elena y la Audiencia Provincial, precisamente con el fin de que las personas sin hogar no siguiesen acampando allí.

En el documento técnico que acompaña el proyecto solicitado desde la Delegación de Patrimonio Histórico e impulsado por la de Urbanismo se indica que el objetivo de esta actuación es “acotar el acceso a este espacio para evitar la situación existente, eliminando problemas de salubridad y de posibles incendios”.

Sin embargo, lo único que se ha conseguido, al menos hasta este momento, es que algunas de las personas que allí estaban viviendo, se trasladen al otro lado del emblemático monumento.

Otra de las tiendas de campaña montadas junto al muro de las Puertas de Tierra.

Ayer había cinco tiendas de campaña instaladas en una especie de improvisadas parcelitas que dan al lugar un aspecto de precario camping urbano justo a la entrada del casco histórico de la ciudad.

Parece evidente que los esfuerzos de la Delegación de Asuntos Sociales y de la Fundación Atenea por encontrar soluciones a la situación de calle que padecen estas personas no han dado los resultados esperados, aunque se encontrase alojamiento para algunos de los sin hogar que ocupaban hasta hace poco las Bóvedas de Santa Elena.