Personal de ambulancias lamenta la disminución de la protección ante el ébola
Los sanitarios recibieron ayer formación sobre el virus y el protocolo de actuación que les ha parecido "bastante insuficiente"
El personal de los Dispositivos de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU) de Atención Primaria tuvo ayer una sesión formativa sobre el ébola. Consistía en una charla teórica y una parte práctica en la que se mostró cómo se pone y se quita el equipo de protección individual. Esta formación ha resultado "bastante insuficiente" para los profesionales que trabajan en estas ambulancias.
Pero lo que más molestó e incluso indignó a algunos sanitarios fue que ayer les anunciaron que van a proporcionarles unos equipos de menor protección que los que poseen actualmente. "Pensábamos que con la modificación del protocolo se iba a incluir en los equipos el mono estándar de protección a la exposición al ébola que utilizan Médicos Sin Fronteras en África, el hospital Carlos III y que han proporcionado a los profesionales de Urgencias y de Infecciosos del Puerta del Mar. Pero nos hemos sorprendido cuando nos han dicho que el equipo de protección que vamos a tener son unas batas desechables con el cuello descubierto que llegan hasta la rodilla y sólo son impermeables en antebrazos y torso, y un gorro de tela no tejida que no ofrece ninguna protección. Han cambiado la mascarilla con válvula de respiración por una mascarilla quirúrgica. Esta no es la protección que se requiere para una infección tan grave que no tiene tratamiento efectivo", se quejaba uno de los sanitarios que trabajan en los DCCU, quien consideraba "pavoroso que hayan reducido los elementos de protección".
Afirmaba que los responsables del SAS les habían indicado que no necesitaban más protección porque ellos no tienen que tratar ningún enfermo de ébola. "Nos han dicho algo muy grave y es que cuando veamos un caso sospechoso demos un paso atrás, que confinemos al paciente en una estancia y lo evacue el 061. Pero hay veces que no podemos dar un paso atrás, depende del estado clínico del paciente, porque si tiene una descompensación respiratoria o es asmático y sufre una crisis hay que atenderlo. No podemos abandonar a un paciente a su suerte, pero necesitamos los medios de protección adecuados, ya por propio sentido de salud pública, para que no haya posibilidad de extender un brote ".
Este profesional señalaba que habían salido del curso con la convicción de que los propios responsables del SAS "no saben el trabajo que hacemos", y explicaba que en muchas localidades, los DCCU son los únicos dispositivos que hay para tratar urgencias y emergencias extrahospitalarias, por lo que son siempre los primeros en acudir.
Otro argumento que dieron para disminuir la protección fue la improbabilidad de que se dé un caso de ébola aquí, algo con lo que no están de acuerdo los profesionales, ya que "el riesgo es mínimo pero existe. En Madrid hay cuatro vuelos semanales con Nigeria y de Madrid a Cádiz hay sólo unas horas".
Uno de los sanitarios declaraba no entender la actitud del SAS porque "no estamos hablando de un gasto descomunal. Un mono impermeable vale 18 euros y hay que estar preparados para lo que pueda venir", concluía.
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