Objetivo: integración social e inserción laboral
Aniversario
La Asociación Síndrome de Down de Cádiz y Bahía cumple 25 años
En este tiempo, han evolucionado sus instalaciones y la forma de trabajar con los usuarios
La Asociación Síndrome de Down de Cádiz y Bahía Lejeune, conocida como Down Cádiz, cumple hoy 25 años. Un cuarto de siglo atendiendo a chicos con síndrome de Down, pero también a personas con otras discapacidades intelectuales.
Patricia Piñeiro, coordinadora de programas, cuenta que la asociación fue fundada por un grupo de padres de chicos con síndrome de Down el 14 de febrero de 1992, y que en estos 25 años ha evolucionado mucho, tanto las instalaciones como la forma de tratar y trabajar con sus usuarios.
La entidad ha tenido siete sedes diferentes y desde 2003, ocupa parte del antiguo Colegio Eduardo Benot, en la barriada de La Paz. "Las instalaciones se han ido adaptando a los programas que ofrecemos, que a su vez, se han ido adaptando a las necesidades de la asociación y a la forma de trabajar con los chicos", explica Patricia Piñeiro.
Inmaculada Camacho, maestra de Educación Especial y técnico de Formación y Empleo de la asociación, y Jesús Vega, psicólogo y también técnico de Formación y Empleo, argumentan que el trabajo que realizan con sus usuarios "cada vez está más enfocado a la integración social y a la inserción laboral. Antes se daba más formación académica, era como un apoyo al colegio, y ahora nos centramos en su formación completa y en su preparación para la vida laboral", detalla Inmaculada Camacho.
En Down Cádiz hay cinco trabajadores, entre psicólogos, maestros, logopedas y administrativos. La coordinadora de programas apunta que en los últimos años, este equipo de profesionales ha apostado por mejorar las instalaciones "para mejorar así la calidad de la atención del usuario y poder seguir formándose en condiciones".
Las instalaciones cuentan actualmente con una cocina "que nos ha dado mucha vida y sirve para trabajar varios aspectos: desde la autonomía básica en el hogar hasta impartir cursos", afirma Inmaculada Camacho. También hay un aula de informática con 15 ordenadores nuevos -conseguidos gracias a subvenciones de proyectos-, un gimnasio, aula de atención temprana y otras de logopedia, de informática, de talleres ocupacionales y de transición a la vida adulta.
En esta asociación, atienden desde recién nacidos hasta personas adultas. El usuario de mayor edad tiene actualmente 53 años. También asesoran a padres cuando reciben la noticia de que su hijo ha nacido con síndrome de Down.
Down Cádiz tiene a día de hoy 76 socios. Atiende directamente a unos 30 chicos en los programas de mañana y otros 15 en los de tarde. Entre los de tarde, están los programas de Atención Temprana y Postemprana, Apoyo escolar, Logopedia, De vida Independiente -para adquirir habilidades sociales, dirigido a adultos-, Informática, Deporte y Autonomía en la cocina. Jesús Vega apunta que estas tres últimas materias se trabajan transversalmente en todos los programas, igual que otros aspectos básicos como lectoescritura, matemáticas, la interpretación de la hora, el manejo de monedas, cultura general, nociones de actualidad y las redes sociales. Asimismo, trabajan hábitos de vida saludable. En este sentido, los viernes hacen un desayuno andaluz que preparan entre todos, ejercitando así la autonomía y sus nociones de pinche de cocina.
Los programas que desarrollan por las mañanas son Transición a la vida adulta e Inserción laboral. El primero está destinado a chicos que han terminado la escolarización. "Vimos que en esta y otras asociaciones, cuando acababan el periodo escolar, pasaban directamente a programas de inserción laboral, pero muchos carecían de autonomía. Entonces, aquí se les ayuda a ser independientes y se les aportan nociones prelaborales sin dejar la formación", explica Patricia Piñeiro.
En el programa de Inserción laboral, se trabajan a diario distintos perfiles profesionales, como pinche de cocina, ordenanza, camarero, reponedor o dependiente de comercio. También realizan prácticas en empresas con el objetivo de conseguir un contrato laboral. Actualmente, hay dos usuarios de Down Cádiz haciendo prácticas en la cafetería de la Facultad de Ciencias del Trabajo. Isa, de 31 años, es uno de ellos. Cuenta que va con su compañero Jesús los martes y los jueves por la mañana. "Me encantan las prácticas con mi jefe Juancho. Me gustaría conseguir un contrato allí", señala esta chica, quien ya había hecho prácticas anteriormente de ordenanzas, de dependienta, doblando ropa en un comercio y de administrativa. Afirma que está muy contenta en la asociación porque allí tiene a su mejor amiga, Fátima, con la que está en Down Cádiz desde pequeña.
Álvaro tiene 25 años y acude a la asociación también "desde chico". Antes iba por las tardes, pero desde que acabó el instituto acude a los programas de mañana. Actualmente está en el de Transición a la vida adulta. Dice que echa de menos a sus amigos del instituto Fernando Aguilar Quignon. "Yo quería seguir allí y no quería venir aquí. Pero ahora estoy muy contento porque estoy aprendiendo informática", afirma Álvaro, quien cuenta que lo que más le gusta es hacer PowerPoint. "También me gusta la cocina, pero las matemáticas no. Me gustaría trabajar en algo de cocina o en una tienda de ropa de hombre", comenta, y se ríe cuando sus monitores dicen que siempre intenta ir a la moda. Asegura que de la asociación, lo que más le gusta son los monitores, "que son muy buenos conmigo. Pero también me exigen", y las excursiones de fin de curso "porque me voy solo y soy independiente unos días". Dice que tiene muchas ganas de empezar a hacer prácticas laborales.
Cada año, Down Cádiz realiza un calendario solidario. El del 25 aniversario es especial porque los chicos son los protagonistas absolutos. "Y es el primer año que se han agotado tan pronto", comenta Patricia Piñeiro. Hoy habrá actividades con los usuarios en la entidad para celebrar la efeméride y están preparando una cena benéfica para conmemorar el 25 aniversario y recaudar fondos.
Y es que los actos benéficos es una de las fuentes de financiación de Down Cádiz, junto con las cuotas de los programas a los que acuden los socios y subvenciones públicas y privadas que solicitan. Patricia asegura que "lo que más nos salva gran parte del año" es la venta de los calendarios, que ya va por su sexta edición.
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