La hostelería gaditana ha sufrido un duro golpe este jueves con el fallecimiento inesperado del empresario Pablo Grosso Goenechea a los 55 años de edad. Grosso, propietario del conocido grupo de restauración que lleva su apellido, se encontraba en Tailandia camino de la isla de Bali, en Indonesia, con su hija Carla cuando sufrió un infarto fulminante del que no pudo recuperarse.

Con él, la ciudad pierde a uno de sus referentes en el inicio de la modernización de la hostelería gaditana, tanto en su estructura empresarial como por la apuesta por la fusión de la cocina gaditana con las de otros lugares del mundo. Un proceso de introducción de la nueva cocina que aún se está produciendo, abriéndose a nuevos públicos y ofreciendo una experiencia diferente, aunque sin olvidarse de la tierra.

El Grupo de Restauración Grosso, creado en el año 1987, tuvo una especial fuerza en la ciudad a finales del siglo XX y principios del siglo XXI. Aunque también contaba con restaurantes, su principal potencial fue el servicio de catering, ya que no había evento destacado en la ciudad que no lo sirviera Grosso.

De hecho, este fue el punto de inicio de su trayectoria. Su amor y su afición por la cocina le llevaron a comenzar su formación gastronómica en los restaurantes El Brocal y Cabo Mayor en Madrid.

Ya en 1991, se forma en la Escuela de Hostelería de Madrid, entrando como alumno aventajado en la Cocina Central de la Red de Paradores Nacionales.

Su primer restaurante lo abrió en 1992. Este fue La Cabaña, situado en la calle Hijuela del Tío Gilito, en la urbanización portuense de Vistahermosa. Durante muchos años fue la principal enseña de este grupo de restauración, apostando por una cocina de autor con la que supo diferenciarse, sobre todo en una zona en la que aún no proliferaban demasiado este tipo de propuestas.

El siguiente paso empresarial lo dio en el año 1994 con la creación de la firma Catering Pablo Grosso, que fue la que dio le mayor notoriedad por estar presente en multitud de eventos sociales.

Si actualmente la capital gaditana cuenta con una calle Plocia totalmente dedicada a la hostelería y con una imagen totalmente diferente es, en gran medida, gracias a la apuesta que Pablo Grosso realizó por ella. El traslado de la fábrica de tabaco a la Zona Franca y su transformación en el actual Palacio de Congresos se convirtieron en una oportunidad que Grosso supo verlo al abrir el restaurante El Aljibe en el año 1997. Este fue el inicio de su transformación. De hecho, actualmente también cuenta en esta vía con la hamburguesería The Cabin Beer, especializada en cervezas artesanas, y el restaurante Antípoda.

Este fue el punto de inflexión para el auge de este grupo hostelero, ya que posteriormente fue sumando otros nuevos restaurantes. Así, en 2004 pasó a gestionar la cafetería Hospedería Las Cortes de Cádiz.

Otro paso adelante fue la apertura en ese mismo año del restaurante italiano Casanova en el antiguo chalé de Antonio Accame, en la esquina entre las calles Poeta Nieto y Adriano, en el barrio de San José. De esta forma, comenzaba a explorar nuevos caminos. Asimismo, en esta misma ubicación también regentó Villa Clara, un espacio reservado para los servicios que ofrecía su propia empresa de catering, al igual que hizo por las mismas fechas con Los Jardines de la Cabaña, en El Puerto. En ese momento, también cambia de registro al abrir la cafetería DePablo en la avenida de Andalucía. Además, contó en 2007 con la escuela de cocina El Taller de Grosso, en Puerto Real.

En este mismo año, dio forma a una de sus apuestas más diferenciadas y arriesgadas por el momento en el que la hizo con la apertura del restaurante Nippon, que fue el primer establecimiento de comida japonesa –ahora tan de moda– de Cádiz capital, aunque fusionada con productos gaditanos.

Este fue un punto de inflexión que marcó el devenir del Grupo Grosso, ya que este restaurante se situó en los bajos de la Casa Palacio de Veedor, un edificio del siglo XVII que fue propiedad de la familia Lallemand. Esta finca la adquirió el hostelero con el objetivo de abrir un hotel con encanto con 16 habitaciones. Actualmente, este edificio lleva funcionando desde 2021 como apartamentos turísticos gestionados por la firma Tandem.

Sin embargo, la crisis económica y la alta inversión que suponía la apertura de este proyecto arrastraron a este grupo a sus peores momentos. De hecho, buena parte de sus restaurantes cerraron. Una vez superada esta etapa, el Grupo Grosso ha conseguido reinventarse. En la actualidad, cuenta con los establecimientos El Aljibe, Antípoda y The Cabin Beer Bar en Cádiz, The Cabin Beer Garden en El Puerto y La Tapería Fundador en Jerez, además de la empresa de catering. Entre otros reconocimientos recibidos, Pablo Grosso fue nombrado en 2008 Rey Melchor por la Asociación Reyes Magos de Cádiz. Descanse en paz.