Por cambiar ha cambiado hasta de nombre. La calle Periodista Emilio López, antes Corneta Soto Guerrero, vive en estos meses una transformación en su paisaje comercial con varios cierres, aperturas y mudanzas de negocios en la misma vía. La que siempre ha sido una calle clave de acceso a la Milla de Oro, al centro comercial del casco histórico, ha sufrido este verano con la disminución de viandantes debido a las obras de peatonalización de la plaza de España. Los comerciantes se debaten entre las quejas y la esperanza de una nueva reinvención.

Uno de los negocios históricos de la calle ha cerrado: la confitería Maype. La repentina muerte de su pastelero, José Antonio Rosas, acaecida este verano, provocó la clausura. Unos carteles que pueden verse en sus puertas y escaparates parecen disipar las dudas sobre su continuidad: Próxima reapertura. Cerrado por reformas.

Los comerciantes lamentan que la falta de aparcamientos reduzca el número de clientes

De la misma manera han cerrado un local hostelero que hace poco era una hamburguesería y antes la pizzería Los Napolitanos y la cafetería Monkey. En el lado contrario, dos cierres que no son tales. Se fue Todomedias por jubilación de su propietario, pero el local será aprovechado por la tienda de moda masculina Allely para expandir el negocio. También cerró el local que ocupaba Friking, que se ha trasladado a otro más cerca de la calle San Francisco donde antes estaba una firma de ropa. Otro local que llevaba un tiempo sin actividad, que acogió un herbolario, abrirá pronto como tienda de golosinas.

Obras en el local que ocupó Todomedias para la expansión de Allely.

Sigue al pie del cañón la tienda de costura Marade, con 17 años de historia. Adela Moreno, su propietaria, lamenta que la calle “ha cambiado para mal, la falta de aparcamientos aburre a los clientes, que se van a Bahía Sur donde pueden aparcar y lo encuentran allí todo. Yo vivo en San Fernando y las pocas veces que vengo a trabajar en coche, meterlo en el parking de Canalejas me cuesta mínimo 10 euros”. Apunta Adela que “clientas mías prefieren probarse la ropa en mi casa que venir hasta el centro”.

La confitería Maype ha cerrado, aunque con intención de reabrir, y la tienda de moda masculina Allely se hace con el local de Todomedias

El comercio más veterano de la calle, la Librería Jaime, mantiene el tipo. Juan Antonio Jaime, su dueño, reconoce que la vía está “en plena evolución”, destacando que al principio de la obra de la plaza de España se cortó el paso. “Ahora ya está abierto y el problema lo tienen en otras calles como Beato Diego o Rafael de la Viesca”, indica. “Siempre fue una calle muy buena, de paso, y esperemos que siga siéndolo a pesar de la peatonalización. Confiemos en la bolsa de aparcamiento del muelle o en el parking de Canalejas”, añade. En cuanto a ventas, el verano en Jaime “no ha sido como lo de antes, pero en agosto ha mejorado mucho”, concluye el representante de un sector castigado por la pandemia y la crisis.

Rafael Montero, de Casa Rafael, el único negocio hostelero que permanece abierto, habla de un verano “bastante bueno”, pero muestra su preocupación por la supresión de aparcamientos que conllevará la peatonalización de la plaza de España. “Hay que buscar alternativas para los que vengan al casco antiguo. Porque encima el transporte público no acaba de arrancar y encontrar un taxi es misión imposible”, expone.

Otros comercios como Calzados Payma, Empanadería Butrón, la tienda de ropa de bebés Mi Estrellita o la franquicia deportiva Décimas completan la nómina de establecimientos de Periodista Emilio López, una vía que se reorganiza para continuar siendo una de las principales puertas de entrada a la zona más comercial del centro.