El ex delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz entre 1996 y 2001, Manuel Rodríguez de Castro, va a poder acceder al régimen de libertad condicional después de que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de Madrid haya tomado esta decisión y lo haya comunicado a las partes involucradas en el caso Rilco.

Rodríguez De Castro fue condenado a ocho años de prisión en julio de 2013 por su gestión como delegado del Estado en el caso Rilco, el portal de comercio electrónico con Iberoamérica que trató de poner en marcha bajo su gestión. El gestor fue el único condenado en este juicio por un delito continuado de fraude para la obtención de ayudas de las Administraciones Públicas, otro delito continuado de malversación agravada de caudales públicos y un delito de prevaricación administrativa.

Manuel Rodríguez de Castro se encontraba internado en una cárcel madrileña desde enero de 2017, cuando fue extraditado desde México, cuando fue detenido siete meses antes en una zona de transportes de la capital mexicana, lugar en el que residía y había iniciado negocios bajo nacionalidad de este país.

El ex delegado de la Zona Franca estaba en busca y captura ya que se había dado a la fuga cuando tenía que entrar en prisión para cumplir esa pena de ocho años, una vez que no prosperó su recurso de casación en el Tribunal Supremo y era firma la sentencia.

Una vez que fue detenido en México estuvo en un llamado centro de readaptación  a la espera de que se llevara a cabo la extradición, proceso que se alargó en el tiempo por algunos problemas burocráticos.

En enero de 2017 fue trasladado a España y desde entonces ha permanecido en prisión hasta ahora, cuando va a obtener la libertad condicional, según la notificación que ha hecho este Juzgado de Vigilancia Penitenciaria a la Audiencia Provincia de Cádiz que lo juzgó en 2013.

Rilco fue un portal de comercio electrónico con Iberoamérica que se puso en marcha desde la Zona Franca. Una de las cosas que se juzgó es si la concesión del desarrollo de esta plataforma fue lícita, ya que cayó en una empresa llamada Miami Free Zone, cuyos dueños mantenían relaciones personales con el propio Rodríguez de Castro.

En febrero de 2001 Rodríguez De Castro presentó su dimisión como delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz debido a que había salido a la luz pública que tenía bastante dinero en gastos personales que se encontraban sin justificar.

Una vez que estaba en busca y captura, también condenado a un año y medio de prisión por un delito contra la Hacienda Pública por un delito fiscal por un montante global de 587.000 euros.