Llegan los cantajuegos

¿Cómo conseguir que los niños aprendan divirtiéndose? Eso mismo se preguntaba hace 10 años Pedro Zaidman, creador del afamado grupo musical Cantajuegos. Con sus letras simples pero pegadizas, dentro de un espectáculo musical lleno de colorido, consiguen inculcar a los más pequeños valores como la amistad, la familia o el cariño.

Todo empezó hace 10 años cuando Pedro Zaidman quiso hacer un proyecto pedagógico musical con el que, con el juego y la música como herramientas, conseguir transmitir a los niños unos valores. Al principio no era más que una herramienta de trabajo en las guarderías, pero después de grabar un par de DVD's (una especie de concierto de canciones) el boca a boca hizo su trabajo, haciéndola crecer hasta llegar a las familias. Al final consiguieron conectar con la gente, y tres años después empezaron las actuaciones en diferentes sitios de España, espectáculos que demostraban que Cantajuegos conseguía llegar a los niños.

Desde el inicio quedó claro que el mensaje de valores siempre tenía que estar presente. Así, se enseña a los niños de una manera sencilla y divertida en un entorno lleno de creatividad, imaginación y fantasía. El contenido pedagógico está patente en las canciones, la puesta en escena, las actuaciones, los bailes... Todo, absolutamente todo, está pensado para los más pequeños. Valores tan importantes como el amor, el cariño, la amistad, la familia, la generosidad o la verdad se cuelan entre sus canciones. No solo eso, sino que con el contenido de sus letras, los niños pueden aprender cosas rutinarias como la hora y movimientos sencillos del cuerpo. Gracias a esto, los pequeños educan el oído, desarrollan el sentido rítmico, aumentando la confianza en sí mismos, la autoestima y el bienestar personal.

Un éxito que se consigue con muchas horas de trabajo de parte de todo el equipo de Cantajuegos, compuesto en su mayoría por pedagogos, entre otras profesiones, que siempre han trabajado con niños y son expertos en la materia. Antes de un espectáculo, lo primero es pensar qué se quiere transmitir. A partir de ahí, el equipo de Cantajuegos hace un estudio muy detallado que termina en una selección de canciones, las más clásicas y las más novedosas. Estas letras, junto con los personajes, bailes, juegos y la propia estética del show, consiguen que los niños aprendan de una manera sencilla y divertida.

Un espectáculo que no solo está pensado para los más pequeños, ya que los padres que los acompañan terminan regresando a su infancia. Con canciones tan míticas como el cuento de la vaca lechera o el corro de la patata, los adultos consiguen retroceder en el tiempo y despertar a ese niño que llevan dentro. Así, poco a poco empiezan a sentir, pensar y actuar como cuando eran críos. Según Ainhoa Abaunz, profesora infantil, especializada en teatro musical y una de las actrices que interviene en las actuaciones: "Al final los padres son los más niños del público. Desde el principio son los primeros que se animan a cantar y a bailar". Esta parte es importante, ya que el espectáculo también busca fomentar la unión familiar, de forma que cada show sea una oportunidad para que los más grandes jueguen con los más chicos.

Aunque tienen muchos proyectos en mente, desde mayo de este año están de gira con su nuevo espectáculo, DIEZ, para celebrar su décimo aniversario. Con motivo de esta efemérides se ha hecho un recopilatorio de las canciones que llevan sonando estos diez años junto con las más novedosas y algunas de su propia factura. Melodías que acompañarán a los famosos Coco, Pepe, Buby y el Payaso Tallarín, junto a sus nuevos amigos Pato Contreras, Khon Gorila y muchos más a través de un mundo de fantasía lleno de colorido, ritmo y diversión. Este alocado grupo aterriza hoy en el Castillo de San Sebastián, donde los más pequeños podrán jugar y aprender con las historias y los protagonistas de Cantajuegos.