El médico Leopoldo Martín Herrera (Santa Cruz de La Palma, 1942) ha fallecido la pasada madrugada de un infarto. Este canario que era gaditano de adopción era uno de los doctores con más prestigio de la sanidad pública, a la que defendía con mucho ardor, y ejerció su labor durante 30 años en el hospital Puerta del Mar en el área de Digestivo, donde la mayoría de los innumerables pacientes que pasaron por sus manos resaltaban su calidad profesional y también la humana.

Martín llegó a Cádiz desde su Canarias natal para estudiar en la Facultad de Medicina de Cádiz en 1960 y desde entonces empezó a vivir un viaje ideológico que lo llevó a convertirlo en un hombre de izquierdas, comprometido también con la política, hasta el punto de que en el año 1975 llegó a recibir el carnet del PCE (Partido Comunista de España). Posteriormente eso lo llevó a estar integrado en algunas de las listas del PCE y de Izquierda Unida en los comicios, aunque normalmente en puestos simbólicos. A pesar de que estaba comprometido políticamente, era una persona que respetaba profundamente al que no opinaba como él.

Fue uno de los mejores estudiantes de su promoción, al igual que Manuel Concha, y desde ahí se marchó a Cuba porque quería trabajar en la sanidad cubana, que tenía un gran prestigio a nivel internacional. De ahí pasó a París, Madrid, Ciudad Real, Jerez hasta establecerse definitivamente en la capital gaditana. El área de Digestivo, en el que estuvo al frente durante muchos años, era uno de los mejores valorados del hospital Puerta del Mar. Sin embargo, se topó con la burocracia que le obligó a jubilarse a los 65 años de edad, algo que le dolió mucho porque en otras comunidades podía permanecer hasta los 70 años.

A Leopoldo le encantaba su profesión. En una entrevista realizada a este periódico para su sección de Ciudadanos de Cádiz, dijo que “la gratificación que te da el contacto con las personas es tremenda”. Y es que Leopoldo era esa clase de médicos que miraba a los ojos al ciudadano y que, además de tratarlo con una gran profesionalidad, era capaz de trasladarle toda la cercanía posible. El para eso utilizaba una frase muy curiosa y es que “la solidaridad es la religión de los que no tenemos religión”.

Era un gran conversador, culto y alegre y no le faltaba un saludo cariñoso con aquellas personas que apreciaba. El día de la entrega del premio Federico Joly de este periódico a la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, saludó como siempre de manera muy cordial a este periodista. Hablamos de política, de lo que podía venir en las próximas elecciones andaluzas que ya no podrá ver, y también de su querido Celta de Vigo, una de esas aficiones extrañas para un hombre que había nacido en Canarias y se sentía gaditano de adopción.

Leopoldo Martín tenía cinco hijos, Elizabeth, de una primera relación con una mujer inglesa; Bárbara y Leopoldo, son su primera esposa, María Josefa de Sarriá Lucas; y Gonzalo y Luis de su actual pareja, la pediatra María del Rosario López Caparrós.

El cuerpo de Leopoldo Martín se encuentra en el tanatorio de Servisa de la capital gaditana y su funeral laico se celebrará a las tres de la tarde de este lunes.