Jenaro Jiménez planteó simular un secuestro para justificarse

"Más vale volver como una víctima que como un villano". Jenaro Jiménez, que fue detenido hace unos días en el aeropuerto de Barajas después de que simulara su desaparición el 13 de abril de 2008, planteó un plan inverosímil para justificar su huida a Paraguay. Al menos así se lo contó a un amigo en un correo electrónico que finalmente acabó en manos de los investigadores que llevaban el caso de Jenaro Jiménez.

El empresario gaditano planteó irse a un país africano y adelgazar mucho peso en muy pocos días para tener un aspecto desmejorado. Todo para poder darle cobertura a una coartada que tenía muy poco peso. Jenaro Jiménez pensaba decir que había sufrido un golpe pescando que lo había dejado prácticamente inconsciente y naufragando en el mar, hasta que lo recogió un barco. Para colmo esta embarcación estaba integrada por piratas, quienes le darían cobijo en la cocina. Finalmente, Jenaro Jiménez pretendía decir que lo habían dejado en Senegal y presentarse en la Embajada española para tratar de volver a su país. A ello quería añadirle otro detalle y es que se encontraría en estado amnésico, por lo que no recordaría nada.

Hay un detalle curioso en la instrucción y es que una de las personas que prestó declaración dijo que Jenaro había estado hablando semanas atrás con su esposa, psicóloga de profesión, en la cual le hizo diversas preguntas acerca de la amnesia, como qué tipos había y otras cuestiones al respecto. De este modo, el empresario pensaba que a lo mejor tenía que utilizar esta información en alguna ocasión.

Este correo se produce cuando ya habían convencido a Jenaro Jiménez para que volviera a España, aunque finalmente se le advierte que no complique aún más su situación personal con una historia que es casi de película.

Jenaro Jiménez estuvo contactando con amigos por correo electrónico, pero con la familia sólo fue a través de un tercero y por escrito.

En torno a las andanzas de Jenaro Jiménez en Paraguay hay multitud de incógnitas. Sí se sabe que llevó un tren de vida alto y que intentó montar un negocio propio allí en Suramérica. Además, tenía una identidad falsa con un nombre de rancio abolengo.

El empresario, mientras tanto, continúa en la cárcel de Soto del Real a la espera de que lo trasladen a Algeciras, donde tendrá que declarar ante el juez por la causa en el que se le imputan los delitos de estafa, falsedad en documento público y apropiación indebida.

Este traslado se podría producir en el día de hoy. No obstante, al estar de vacaciones los juzgados que lo reclaman, tanto el de Algeciras como el de Cádiz, podría verse obligado a permanecer en prisión preventiva en Madrid hasta principios de mes. Cabe recordar que se encuentra en este estado ya que para ello se tienen que dar los supuestos de riesgo de fuga, ocultación de pruebas y alarma social.