Comercio

Inside se une a la cascada de cierres en la calle Columela de Cádiz

  • La clausura de la tienda de ropa juvenil se suma a las de Massimo Dutti, Oysho, Game o La Tapería de Columela

El escaparate de la tienda Inside, que cerró la pasada semana.

El escaparate de la tienda Inside, que cerró la pasada semana. / D.C.

El goteo de cierres de negocios no cesa en Cádiz. Una situación a la que se ha unido dos circunstancias que se han convertido en un cóctel explosivo: el alto precio de los alquileres en el centro de la ciudad y los efectos de la pandemia del coronavirus en la economía. El último establecimiento en cerrar ha sido la tienda de ropa juvenil Inside, que se encontraba en la calle Columela haciendo esquina con Rosario. 

Este comercio ha cerrado las puertas este fin de semana. Un cartel en el escaparate anuncia que los clientes de esta firma podrán seguir comprando los productos de esta marca en la tienda que tiene en el centro comercial Bahía Sur. 

Inside llegó a tener dos establecimientos en la propia calle Columela. El que ha mantenido hasta la semana pasada se dedicó en un principio solo a la moda, pero desde 2016 también se podían adquirir en ella las referencias de calzado que anteriormente estaban disponibles en su establecimiento especializado que también se encontraba en la calle Columela, más concretamente en el local que en su día fue Moral y que actualmente ocupa Orange. 

Esta clausura coincide en el tiempo con el cese de la actividad de la tienda Massimo Dutti, también en la calle Columela, que ya este lunes no ha vuelto a abrir las puertas. De hecho, en su interior ya se estaba trabajando esta mañana en el desalojo del local que queda libre. 

Este no es el último cierre que se produce en el centro de la ciudad ya que para este miércoles está prevista la clausura de Oysho, la firma de lencería del grupo Inditex, con lo que se culmina el proceso de desinversión de esta empresa en la capital gaditana, dentro de su plan de reestructuración del negocio que incluye el abandono de los centros de las medianas ciudades y la potenciación de las grandes tiendas en los centros comerciales y la venta online. 

Y es que el 2020 y el inicio de 2021 han sido nefastos para el centro comercial de la ciudad. En este tiempo, Inditex ha cerrado sus dos tiendas de Zara en la calle Columela, la de Bershka en la plaza del Palillero y la de Lefties en Astilleros, además de Massimo Dutti y Oysho en Columela. Estas cinco se suman a la anterior clausura de Zara Home en la esquina de Novena con San José. 

Pero estos no han sido los únicos negocios que han cerrado en la llamada "Milla de Oro" de la ciudad, ya que en la calle Columela también han caído en el último año otros como Óptica Regente, Precchio o Sabores de Antaño, además del anuncio de cierre de La Tapería de Columela. Por su parte, en la plaza del Palillero, Game también ha anunciado la clausura de su tienda de videojuegos. En el lado contrario, en el de las novedades, en los últimos meses se han instalado en la calle Columela las nuevas tiendas de la perfumería Aromas, Cork O'clock y General Óptica, esta última en el local que ocupaba Trucco en la esquina con el Palillero. 

Con todo, la calle Columela es el reflejo de la complicada situación que vive el comercio de la ciudad. La salida de las grandes firmas está dejando vacíos los grandes locales que se encuentran en la principal vía comercial de la capital gaditana, cuando normalmente se encontraba con todos sus bajos comerciales ocupados. Una situación insólita por la demanda que existía por parte de las marcas de reconocido prestigio ante la ausencia de grandes espacios en el casco antiguo de Cádiz. Sin embargo, en pocos metros ya se pueden contar hasta siete superficies que están a la espera de la llegada de nuevos inquilinos.

La pérdida del poder de atracción de las firmas de Inditex, los altos precios que ponen unos propietarios que se resisten a bajar sus pretensiones, la influencia que está teniendo la creación de nuevos locales en Bahía Sur desde la salida de El Corte Inglés del centro comercial isleño, el auge del comercio electrónico y la enorme crisis provocada por el COVID-19 juegan en contra de un centro de la ciudad necesitado de vida y de actividad económica para que no caiga en el abandono. 

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