Las calles gaditanas se están viendo hasta el momento libres de una gran concentración de basuras gracias al ejemplo de civismo de un buen número de ciudadanos y hosteleros. Así lo destacó ayer el Ayuntamiento de Cádiz, que confirmó que hay un gran número de personas que están llevando personalmente las bolsas de basura hasta la Planta de Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos de la Zona Franca. Aunque tras tres días de huelga los síntomas comienzan a ser claros, desde el Consistorio se pide que cunda el ejemplo y que en la medida de las posibilidades la acumulación de desperdicios en las calles no llegue a niveles perjudiciales para la imagen de la ciudad y menos aún para la salud.

Por otra parte, los trabajadores de Sufi-Cointer ofrecieron ayer una rueda de prensa en la que criticaron el incumplimiento de los servicios mínimos en las primeras horas de huelga por parte de la empresa. "Hemos tenido que denunciar los servicios mínimos puesto que no se rigen a lo establecido por la Junta de Andalucía", afirmó Tomás Calvo, el portavoz elegido por el Comité de Empresa. Según la normativa de la Junta, la sociedad encargada de la recogida de basura debe cubrir los residuos de los centros sanitarios y los mercados. "La empresa está utilizando estos servicios mínimos para recoger la mitad de la basura de Cádiz", una situación irregular que los propios empleados han denunciado ante la Inspección de Trabajo. El caso es que tras dos días de huelga de basuras, la ciudad no presenta el aspecto tan deprimente que cabiera esperar. 

El acuerdo laboral de 2009 firmado con la empresa por cuatro años, y a instancias del gobierno municipal, incluía subidas salariales que se irían abonando por año. "A la empresa le correspondía el día 1 de abril hacer efectiva una subida salarial que no se hizo. Después de hablar con el Comité de Empresa se convocó una asamblea y votamos por mayoría absoluta hacer una huelga", confirma Tomás.

Una convocatoria realizada hace dos meses con el objetivo de no perjudicar a la ciudadanía, tal como afirman los trabajadores.  "La empresa ha hecho caso omiso a nuestras quejas, no se han reunido con el Comité para hablar del problema hasta el último día", declara con indignación el portavoz de los asalariados. Sufi-Cointer ha ofrecido una subida del 0,5 %. Algo lejos de lo pactado por los trabajadores que afirman que para este año estaba previsto un incremento del 2%.

Además, aprovecharon la ocasión para recordar que hay prestaciones que no se han cumplido desde 2006. "Desde entonces estamos en un ERE progresivo, ahora nos amenazan con un ERE cuando ya estaba", garantiza Tomás. El representante de los trabajadores utilizó para reforzar estas declaraciones varios casos. Por ejemplo, la recogida de muebles que antes se ejecutaba con 3 operarios de limpieza y ahora se realiza con 2. Una circunstancia que también afecta al baldeo de las calles. "La calidad del servicio se va perdiendo", asiente Tomás Calvo que también denunció el mantenimiento de las infraestructuras por parte de la empresa. Otro de los empleados intervino en rueda de prensa para aclarar que los fines de semana "les salen a coste cero" ya que "cuando descansa un empleado no se llama a nadie para sustituirlo esos días", denuncia. 

Además, también se hizo hincapié en el uso de agua potable en los últimos tiempos para regar las calles sin utilizar contadores. "Esto lo debe controlar el Ayuntamiento y no lo hace", certifica el portavoz.  Entre otras cosas, afirmaron haber efectuado 25 denuncias a la empresa por acoso laboral. "Varios compañeros están en situación de depresión ante las continuas amenazas y han pedido la baja, las cuales no han sido cubiertas", asegura Tomás Calvo. 

La huelga va a afectar seriamente a la Gran Regata.