Grandes esperanzas

Tras cerca de 20 años de continuos enfrentamientos, Ayuntamiento y Junta comienzan a llegar a acuerdos que van en beneficio de la ciudad

1. El edificio de Tiempo Libre, que Junta y Ayuntamiento quieren que sea para uso hotelero. 2. Fomento ha puesto sobre la mesa un ambicioso proyecto para el carril bici, también promovido por el Plan de Movilidad del Ayuntamiento. 3. El puerto ve bien ahora el derribo de la verja del muelle. 4. El futuro del edificio de la Escuela de Náutica sigue siendo una incógnita 5. Y ahora la Aduana vuelve a estar en el debate ciudadano. FOTOS: J. pINO, J. Marín, Kiki, J. González
1. El edificio de Tiempo Libre, que Junta y Ayuntamiento quieren que sea para uso hotelero. 2. Fomento ha puesto sobre la mesa un ambicioso proyecto para el carril bici, también promovido por el Plan de Movilidad del Ayuntamiento. 3. El puerto ve bien ahora el derribo de la verja del muelle. 4. El futuro del edificio de la Escuela de Náutica sigue siendo una incógnita 5. Y ahora la Aduana vuelve a estar en el debate ciudadano. FOTOS: J. pINO, J. Marín, Kiki, J. González
José Antonio Hidalgo Cádiz

10 de diciembre 2013 - 01:00

El futuro del edificio de la Aduana de nuevo sobre la mesa, buena disposición a la hora de acordar la ampliación de la red del carril bici, interés por la construcción del tranvía urbano, acuerdo para la apertura de Matadero-1 y Jabonería, apoyo para el derribo de la verja del muelle y una nueva reordenación de los terrenos portuarios en la Punta de San Felipe, visto bueno para la estación del autobús interurbano, disposición para reordenar los usos de los equipamientos públicos que se encuentran sin uso alguno...

Todos estos intereses comunes, muchos de ellos de gran calado dentro del desarrollo urbanístico, económico y social de la ciudad, son compartidos desde hace pocas semanas por los partidos que gobiernan por una parte el Ayuntamiento de Cádiz y por otra la Junta de Andalucía. Partido Popular y la coalición PSOE-IU dispuestos, por fin, a dialogar.

Parece un sueño. Mejor, un milagro tras cerca de diecinueve años, los que lleva el PP de Teófila Martínez en el poder en Cádiz, de continuos y agrios enfrentamientos entre ambas administraciones con momentos álgidos como el decreto de 1999 por el que la Junta asumió toda la gestión de vivienda de la ciudad o en los inicios del Consorcio del Bicentenario, cuando la administración regional dictaba todas las decisiones, logotipo incluido. Tiempos duros, con una ayuntamiento paralelo al de San Juan de Dios impulsado desde la dirección socialista en Andalucía como forma de cegar la hierba bajo los pies de la, hasta ahora, imbatible Teófila Martínez.

Pero las cosas están cambiando, y mucho, desde hace unos meses. Ahora comienzan a abrirse puertas al diálogo y a los acuerdos sobre grandes temas ciudadanos que antes sólo fueron posibles en momentos muy puntuales y coincidiendo siempre con la presencia, en los gobiernos de la Junta, de antiguos políticos municipalistas, como Luis Pizarro o Rosa Aguilar, con los que Martínez siempre tuvo una gran conexión personal, algo fundamental para comprender en buena parte de las ocasiones el por qué de las actuaciones del gobierno popular.

Caben dos explicaciones para este nuevo rumbo en las relaciones Ayuntamiento-Junta, y que abre grandes esperanzas para la ciudad si finalmente llegan a buen puerto. Por una parte, la Junta la gestiona un gobierno de coalición que ha situado en puestos relevantes en la provincia a políticos que tienen muy claro que antes va el bien de los ciudadanos que el de sus propios partidos. O que sin lo primero no pasará lo segundo. Gestores también con algunos trienios en la administración municipal. Manuel Cárdenas, en Fomento, y Fernando López Gil, al frente de la representación de la Delegación del Gobierno, han sabido impulsar proyectos de gran relevancia y, sobre todo, han sabido trasladarlo y negociarlos con el Ayuntamiento.

Es cierto que en este proceso, por una y otra parte, han existido choques pero nunca se han roto los puentes del diálogo, algo que siempre había pasado en anteriores ocasiones.

A la vez, la larga recesión económica ha hecho ver a ambas administraciones que sin un esfuerzo común aquí no se avanza en nada. La Junta mantiene un elevado número de inmuebles sin uso porque no tiene presupuesto para su reforma; y el Ayuntamiento necesita de ellos para reactivar la mermada economía de la ciudad asumiendo que la administración local no tiene capacidad por si sola para enfrentarse a tantos retos pendientes y tiene una hacienda también muy mermada.

Hay también políticos de la vieja escuela que han demostrado tener una visión más abierta de la ciudad y de su ámbito de actuación. Las decisiones que está adoptando José Luis Blanco al frente de la Autoridad Portuaria están sorprendiendo pues van en buena parte en línea con lo que se venía reclamando desde el Ayuntamiento desde hace años y que chocaban con los dictados del anterior presidente, Rafael Barra. Blanco tiene claro el uso ciudadano (ocio, comercio, turismo) de los terrenos portuarios que quedarán parcialmente ociosos cuando se abra el nuevo muelle de contenedores a la vez que asume que la verja caerá en este mismo plazo de tiempo.

Hay un aparato técnico que está teniendo un papel relevante en todo este proceso de acercamiento Ayuntamiento-Junta: el teléfono. López Gil, Cárdenas o Blanco saben que si tienen que solucionar un problema lo mejor es llamar directamente a Teófila. Y al contrario. Teléfono que no funciona con otros delegados.

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