El puerto de Gibraltar retrocedió en 2010 a cifras de 2005 en cuanto a número de cruceros que llegaron hasta los muelles de la colonia británica. Sin embargo, atendiendo a las cifras de pasajeros, Gibraltar no bajó tanto aunque sí perdió unos 43.000 turistas llegados en barco.

A pesar de estas cifras negativas, el vecino puerto considera que sus instalaciones se les ha quedado pequeñas y proyecta tanto un rediseño como una ampliación de su terminal con la finalidad de optimizar tanto la ocupación como los servicios que desde allí se presta a las navieras y a los pasajeros.

2010 terminó, según a datos de la web del puerto de Gibraltar, con 175 escalas, que trajeron consigo a 305.161 pasajeros. En total calculan que 59 cruceros distintos recalaron en el puerto colonial.

Por contra, 2009 dejó tras de sí cifras de récord jamás conocidas por aquellos lares. Fueron 73 buques distintos que sumaron, entre todos, 238 escalas de cruceros, que amarraron con 348.199 turistas a bordo.

En Cádiz, la tendencia es al contrario, dado que 2009 fue un buen año pero no mejor que 2010. Hace dos diciembres las cifras registradas en la web de Puertos del Estado indicaban que 237.066 viajeros llegaron a Cádiz en barco. Sin embargo, 2010 acabó con un 42% más de cruceristas, lo que hace pensar que, sobre el papel, el puerto de Cádiz goza de un mejor estado de salud que el de la vecina Gibraltar en lo que a cruceros y cruceristas se refiere.

Pero los gibraltareños prefieren no contar con esos descensos y andan proyectando, tal y como relata Europa Sur, una ampliación de las instalaciones para disponer de 1.200 metros cuadrados, añadiendo 800 metros y una modificación del diseño para mejorar el flujo de pasajeros así como su congestión cuando coinciden varios buques a la vez.

Los planes están aún en una fase inicial porque realmente ni se sabe qué trabajos se requerirían y ni, por lo tanto, sus costes.

La estancia de los comerciales gibraltareños en la feria de cruceros de Miami que finalizó hace unos días hace pensar que andan en reuniones y conversaciones con las principales navieras y compañías de cruceros para atraer nuevas escalas y así elevar el buen puesto que ostenta dentro de los puertos peninsulares, al nivel del de Cádiz, Málaga o Lisboa.

Pero por ejemplo, Emilio Medina, presidente de los empresarios del puerto de Cádiz, aclara que no considera que exista una competencia entre los muelles gibraltareños y gaditanos sino más bien una complementariedad, "ya que habitualmente los barcos que amarran en Cádiz también lo hacen o antes o después, según su ruta, en Gibraltar". En la misma línea opina Gema Rosso, de Baleares Consignataria, que dice que Gibraltar y Cádiz son dos destinos bien distintos y "perfectamente compatibles, como indican las cifras actuales".

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