Como todas las celebraciones y fiestas que acontecen, la Semana Santa de Cádiz puede presumir de una serie de fortalezas a la vez que adolece de unas marcadas debilidades. Unas y otras han sido objeto de una iniciativa puesta en marcha por la Fundación Cajasol en su sede con el objetivo de analizar la actualidad cofradiera de la ciudad y plantear su posible futuro. El avance de la Semana Santa, la mejora de la puesta en escena de las cofradías penitenciales de forma generalizada, la puesta en valor, en definitiva, de la Pasión gaditana, sólo será posible si se tienen en cuenta sus principales debilidades y se plantea un refuerzo de sus fortalezas. Y eso es lo que hicieron hace unos días un grupo de cofrades.

Organizado por la Fundación Cajasol y moderado por el periodista de la Cadena Ser Carlos Alarcón, la sede de la fundación albergó un almuerzo en el que participaron el vicepresidente del Consejo de Hermandades, Juan Carlos Jurado; los hermanos mayores del Nazareno (José Manuel Verdulla), La Palma (Francisco Javier Lucero) y Buena Muerte (José Joaquín Jiménez); el pregonero de la Semana Santa, Juan Mera; los antiguos hermanos mayores del Despojado (Luis Rivero), Sagrada Cena (José María Caro) y Santo Entierro de San Fernando (Javier Díaz); el capataz Manuel Ruiz Gené; los periodistas Fernando Pérez (de Canal Sur) y Pablo Durio (de Diario de Cádiz); el crítico de Arte Bernardo Palomo; el experto en música cofradiera Manuel Picón; y el presidente de la tertulia cofrade Último Tramo, Gabriel Gómez Campos. Actuando como anfitriona la responsable de la fundación Cajasol en Cádiz, María del Mar Díez, y Mercedes Palomo.

Entre las fortalezas que se pusieron de relieve en este encuentro cofradiero, destacaban el alto valor de muchas de las imágenes que procesionan en Semana Santa, la juventud cofrade y el trabajo que están desempeñando en las hermandades o el urbanismo de una ciudad propensa para ver cofradías. En el lado contrario, se señalaron como principales debilidades la actual configuración tanto de la carrera oficial como de la Semana Santa en sí, viendo los participantes la necesidad de realizar modificaciones tanto en el itinerario de la carrera oficial como, sobre todo, en la configuración de los días de la Semana Santa, conscientes de la dificultad de modificar el día de salida de algunas cofradías para, en definitiva, mostrar de mejor forma esas fortalezas citadas.

También se puso sobre la mesa otros aspectos relacionados con la Semana Santa como el lento discurrir de los cortejos, o el mérito que tienen las hermandades con las mejoras, avances y estrenos que cada año presentan en la calle, en una ciudad donde -señalaban también los ponentes- la fiesta de Carnaval dificulta una más amplia vivencia de la Cuaresma y, con ello, del día a día de cualquier hermandad.