"Espero que se disipen todas las dudas". El secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Víctor Morlán, estuvo ayer en Cádiz con la misión concreta de dar certidumbre a la obra del segundo puente y a su financiación. Se mostró rotundo en que el dinero está asegurado para concluir los trabajos y acabar el puente a tiempo, que fija para el año 2012 sin concretar un poco más, aunque los cálculos que maneja Fomento se van a finales de año cuando se vaya a celebrar en la capital gaditana la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado: "Ni yo ni la dirección de la obra puede poner encima de la mesa qué dificultades pueden surgir".

Sí fue mucho más concreto, quizás por la inmediatez, para dar fecha para el inicio del empuje del primero de los tableros del segundo puente, que ya adelantó este periódico que se iba a producir en septiembre. Se le ha puesto hasta día: será el lunes 12. Morlán considera que con ella se entra en la penúltima fase de ejecución del puente, del que se ha hecho ya el 77% del total.

Morlán dijo que ésta es una de las obras más emblemáticas que se llevan a cabo en España "por su grandiosidad y por lo que va a suponer a Cádiz y a su entorno en cuanto a los beneficios de la movilidad".

El secretario de Estado defendió la labor del Gobierno por el "esfuerzo para darle prioridad " a esta obra en tiempos de crisis económica para que esté a tiempo para el año 2012. Para ello recordó la partida de 23 millones de euros que aprobó el Consejo de Ministros el pasado viernes como complemento al segundo puente. Morlán explicó que ese dinero corresponde al pago del incremento de la anchura del tablero del puente para poder dar cabida al tranvía. Este dinero en principio iba a ser aportado pro la Junta de Andalucía. Morlán explicó que ya se ha llegado a un acuerdo al que solo falta plasmarlo en un papel por el que el Estado se encarga del pago del tablero y la Junta por su parte es la que hará en el futuro el dragado bajo el tramo desmontable, que está cifrado en unos 20 millones de euros.

A la visita acudieron los diputados Rafael Román y Salvador de la Encina del PSOE, y Aurelio Sánchez Ramos del PP, mientras que José Blas Fernández lo hizo como alcalde en funciones con el delegado de Urbanismo municipal, Ignacio Romaní.

Morlán realizó una visita de supervisión para comprobar sobre el terreno el desarrollo de las obras por el lado de Cádiz, donde ahora se están preparando los tableros para lanzarlos el citado 12 de septiembre.

Durante el recorrido, uno de los responsables de la ejecución de la obra, Julio Domingo de la Blanca, fue explicándole sobre planos algunos aspectos generales de la obra. El secretario de Estado también pudo ver in situ cómo se están realizando las labores de soldadura de las diversas partes de la estructura metálica; la preparación de las prelosas de hormigón sobre las que se colocará el pavimento del puente; y la preparación de los balancines y gatos que efectuarán el empuje del tablero.

Estas labores significan que los 581,30 metros de este tramo pegado a la capital gaditana según se construyen, se van empujando mediante unos gatos hidráulicos para que el puente vaya avanzando hacia el lado de Puerto Real. Este avance en las primeras fases será de 40 metros y posteriormente de 75 metros. De esta manera, una vez avanzada la longitud de puente, se construye tras él un nuevo vano que se empuja nuevamente y así de manera sucesiva hasta que el puente alcanza su posición definitiva. Los tramos que se empujan llegan hasta la pila 9, que es justo el lugar en el que comienza el tramo desmontable.

Morlán también supervisó la programación de las próximas actividades del izado de las dovelas (segmentos del puente de 20 metros de longitud) del tramo atirantado, actualmente en un avanzado estado de ejecución, según fuentes del Ministerio de Fomento.

El izado de las dovelas será la operación más espectacular de la construcción del puente ya que son de las de mayor longitud que se han efectuado en España. El peso de cada una va desde las 600 toneladas en las primeras que no llevan tirantes, hasta las 200 que sí las tienen.

El izado se efectúa mediante cuatro carros (uno por cada lado de los dos grandes pilonos del puente) que permitirán avanzar en la construcción del tramo atirantado en cuatro frentes de manera simultánea. Las dovelas se colocan en su posición bajo el puente, en la parte de tierra directamente en el terreno y en la parte marítima sobre barcaza y se procede entonces al izado con la ayuda de los carros. En total se levantarán los 1.180 metros de longitud del tramo atirantado.

Durante la visita Morlán comprobó cómo se ha finalizado la ejecución de todas las pilas del puente, el reinicio del viaducto de hormigón por el lado de Puerto Real, y el normal desarrollo del enlace.