La plaza de Candelaria es desde hace años uno de los puntos fuertes a mejorar en la Semana Santa. Y de eso es consciente el Consejo de Hermandades, que está trabajando en una propuesta que, a buen seguro, no dejará indiferente a nadie: el paso de las cofradías por el interior de Candelaria y no rodeando la plaza, como hasta ahora.

El proyecto está ya casi definido para su presentación al Ayuntamiento y, si procede, al pleno de hermanos mayores -aunque cabe señalar que es cometido de la permanente del Consejo organizar la Semana Santa y la carrera oficial-. La idea consiste en que los cortejos procesionales recorran el interior de la plaza en el tramo comprendido entre las calles Santo Cristo y Nicaragua. De esta forma, si se mantiene el actual sentido de la carrera oficial, saldrían de Santiago para meterse directamente en la plaza y recorrer el lateral de la misma hasta bajar de nuevo a la calzada y enfilar la calle Montañés. En caso contrario, se haría el mismo itinerario pero a la inversa. Por tanto, esta opción no influye en el sentido en el que se recorra la carrera oficial en 2009. De hecho, fuentes del Consejo consideran que sería más beneficioso si se cambia la carrera, ya que ayudaría a que los pasos enfilaran mejor el túnel de la calle Santiago, con lo que habría menos problemas de maniobra.

Este cambio en Candelaria, además, persigue un deseo que es común a los cofrades: mejorar el paso de las cofradías por este tramo de la carrera oficial. Así, si el Ayuntamiento aprueba la medida y se lleva a la práctica en la Semana Santa de 2009, las cofradías discurrirán por Candelaria flanqueadas por vallas similares a las que se colocan en la calle Ancha. En la plaza se habilitarían dos únicas zonas de paso: una al final de la calle Santiago y la otra en el cruce de Cardenal Zapata. Y entre estas dos pasarelas (ya habituales años anteriores) se instalarían las vallas "sin ningún tipo de separación entre ellas", explican desde el Consejo, lo que impediría la presencia de público entre las filas de penitentes de las distintas hermandades, uno de los caballos de batalla en los últimos años.

El Consejo ha explicado que estas vallas no se pueden instalar por el itinerario habitual, "ya que tendríamos que quitar, al menos, una fila de sillas, y eso no era viable teniendo en cuenta los años que llevan abonados en esa zona los mismos cofrades". Las dificultades de trasladar estas sillas a otro punto de la carrera oficial han llevado a la permanente a buscar otras posibilidades, como la que proyectan.

El acceso a las sillas en esta nueva disposición que está estudiando el Consejo se haría única y exclusivamente por detrás. Es decir, que no se entorpecería en absoluto el paso de cofradías para la entrada y salida de las personas que adquieran sillas. Esto es posible por la amplitud que quedaría tras ambos lados del itinerario por el que desfilarían los cortejos.

En principio, las previsiones apuntan a que se dispongan dos filas de sillas a cada lado de la zona habilitada para el paso de cofradías por el interior de la plaza. No obstante, debido a la ausencia de tráfico en Candelaria durante los desfiles procesionales, no se descarta la posibilidad de llenar de sillas toda la zona de la calzada que separa Nicaragua y Santo Cristo, desde donde prácticamente no habría obstáculos para la visión de los cortejos y los pasos y que aumentaría considerablemente el número de sillas en esta plaza. El único inconveniente para llevar a cabo esta modificación en Candelaria, a juicio del Consejo, sería algunas de las ramas de los árboles de la plaza. No obstante, están convencidos de que una simple poda resolvería el problema. Para ello, no se descarta hacer mediciones con los pasos más altos y anchos de la Semana Santa, de forma que se confirme la viabilidad de este curioso proyecto.